capítulo 13

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No esperamos mucho hasta que la camarera llegara, al parecer ella también tenía mucha prisa en encontrarnos, mejor dicho, en encontrar a Mauricio.

Mauricio al verla solo sonrió, era esa sonrisa de cortesía porque no estaba muy contento de verla, a decir verdad solo la llamó por nosotros.

- Ojos azules- dijo la camarera con una enorme sonrisa encantadora- Entren.

Ella tenía un Volkswagen pintoresco. No parecía peligroso así que entramos con mucha confianza.

- Gracias, por llevarnos, en serio- dijo mi hermano apenas cerro la puerta.

- Te dije que llamaras cuando quieras aunque no sabía que iba a ser tan pronto...

- La vida está llena de sorpresas- murmuré mientras abría la ventana.

- No abras toda la ventana, se suele atrancar.

Ella volteó y se dio cuenta que ya era tarde pues yo ya había abierto toda la ventana, sonreí nerviosamente y ella me miró con furia mientras Mauricio que iba de copiloto estaba centrado en su mundo, pensando en no sé qué cosas porque no nos había oído.

- Perdón- mascullé sin saber que más decir.

- No... importa- murmuró relajándose pero su mirada aún estaba fulminándome.

- Bueno, ¿sabes a donde nos dirigimos?- intervino Sarah que estaba a mi lado.

- Pues, no- miró a Mauricio y él volteó su cabeza y la miró.

- ¿Disculpa?- dijo entrando recién a la conversación.

- ¿Suele pasarte a menudo? Eso de estar ido en tus pensamientos...

- Sí, muy a menudo... pero ¿Qué estaban diciendo?

- Que me dirijas, ojos azules.

- ¡Ah! Claro- murmuró.

Estaba seguro que mi hermano odiaba que le diga "ojos azules" por esa mirada que le ponía a la camarera cada vez que lo hacía pero ella no se daba cuenta de esas miradas de mi hermano estaba muy ocupada admirándolo.

- Bien... es recto, todo recto después de veinte kilómetros hay una curva... y llegaríamos a un pueblo donde podríamos rentar un auto.

- Yo con gusto los llevaría hasta su destino- dijo la camarera empezando a arrancar el auto.

- No es necesario- murmuró Mauricio abriendo su ventana- No te preocupes estaremos bien.

- ¿Y te volveré a ver?

Esperó unos segundos como si en serio lo estuviera pensando.

- Sí, claro. A partir de hoy yo te estoy debiendo un gran favor.

- Y me las cobraré, tenlo por seguro.

- Con tal que no sea en esta semana...

- ¿Por qué no?

- Porque no.

Ella miró la seriedad de Mauricio por un segundo y luego sonrió.

- Entonces esta semana no- dijo con una enorme sonrisa, como si hubiera ganado un premio.

Sarah y yo nos miramos y estoy seguro que pensamos lo mismo ¿Qué le pasaba a esa chica? Como le podía gustar Mauricio, él es muy indiferente y hasta suele ser muy grosero con las personas de su alrededor pero a ella no parecía importarle solo porque Mauricio era guapo.

Apuesto mi vida por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora