Al siguiente día no paramos en ningún hotel ni nada porque estábamos en medio de montañas donde no había ningún pueblo cercano.
- No... no... no- dijo Mauricio y yo abrí los ojos pues estaba durmiendo.
- ¿Qué pasó?- pregunté despertándome.
- Se acaba la gasolina... no sabía que por aquí estaba desolado, maldición.
- ¿No viste un mapa o algo así?
- Estaba tan apresurado que no me detuve para nada...
Poco a poco el carro comenzó a parar hasta que no siguió más.
- ¡Maldición!- gritó Mauricio golpeando el volante.
- No puede ser- murmuré- ¿Qué vamos a hacer?
Mauricio estaba furioso consigo mismo, miré atrás y noté a Sarah que estaba dormida con mis audífonos puestos y con mi celular en sus manos pues le había prestado para que se distrajera.
- No...- murmuró Mauricio poniendo su frente en el volante- No más retrasos- suplicaba como si la solución estuviera allí.
- Sarah- dije pasando mi mano por su cabello- Despierta.
Ella abrió los ojos y me miró con una sonrisa.
- ¿Llegamos?- preguntó adormilada.
- No- respondí mientras ella miró por la ventana.
- ¿Por qué estamos en medio del camino?
- Se acabó la gasolina- contestó Mauricio con la frente en el volante.
- Pues- se fijó por las ventanas- No hay nada... ni nadie... ¿estamos varados en la nada?
- Debes ser la mujer más inteligente del mundo- dijo Mauricio abriendo la puerta.
Salió del auto mientras Sarah lo miraba con desprecio.
- Déjalo, está muy estresado y cansado- lo excusé.
Nosotros también nos bajamos y miramos a Mauricio. Él miraba a los lados y al encontrar sólo montañas puso sus manos en su rostro y suspiró.
- Tranquilo...- murmuré detrás de él.
- ¿Por qué no pusimos gasolina antes?- preguntó Sarah- Pasamos por dos gasolineras.
- ¡Estaba pensando en otras cosas!- gritó Mauricio quitando sus manos de su rostro- ¡Es mi culpa, lo sé!
- No importa... podemos caminar... o esperar que pase alguien- dijo ella con tranquilidad- No nos pasará nada.
- ¡No me importa eso!- gritó- ¡Llegaré tarde!
- Habrá otra oportunidad- le susurré pero él no se tranquilizó.
- ¡No! ¡No habrá otra! No es tan fácil encontrarlo ¿sabes? Lo he buscado años ¡AÑOS!
- Mira, si es tu amigo él entenderá y posiblemente se vean en otra ocasión- dijo Sarah para poder tranquilizar a Mauricio.
Mauricio solo la miró y sonrió sínicamente sin comprender la tranquilidad de Sarah.
- No es sólo eso... ¿verdad?- murmuró ella.
- Pues no, no es sólo eso- respondió Mauricio irritado- No lo entenderías, es más aunque entendieras no te quiero explicar.
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Apuesto mi vida por ti
Teen FictionA veces vivir se limita a darle un propósito burdo a tu vida, algo que crees querer para conseguir tu libertad porque no sólo con cadenas alguien puede ser prisionero. Cuando tu mente te aprisiona es más difícil ser libre. Fernando nunca pudo enten...