capítulo 12

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Al levantarnos nos aseamos y partimos nuevamente, tomamos nuestras maletas y fuimos a la camioneta para no perder el tiempo.

- ¿Desayunamos?- pregunté apenas salimos a la carretera.

- Definitivamente sí.

- Que bien, porque muero de hambre.

Paramos en una gasolinera y mientras llenaban el tanque aprovechamos para ir a la tienda.

Tomé algunos dulces para el viaje, varias botellas de agua y un hot dog para el momento.

- Y un paquete de cigarrillos- dijo Mauricio apenas puse todas las cosas en el mostrador.

- ¿Fumas?- pregunté impresionado.

- A veces...

- Eso es malo para la salud, creí que eras de esas personas correctas que odiaban ese tipo de cosas.

- Tengo defectos, nadie es perfecto, pero trato de dejarlos- sacó el dinero de sus bolsillos mientras me entregaron mi hot dog- ¿Vas a comer? Pero, si ya vamos a una cafetería.

- Hasta mientras...

- Comes muchas porquerías.

- Es un defecto, no soy perfecto- sonreí con sarcasmo mientras di una gran mordida a mi hot dog.

Apenas pagó pidió una fosforera y prendió un cigarrillo, yo tomé la funda con las cosas que compré y salimos de la tienda.

- ¿Desde cuando fumas?

- Desde... hace unos años- dijo soltando el humo por la nariz y la boca- Es lo único no saludable que tengo en mi vida.

- Vaya... pero si estabas en contra del alcohol.

- Y también de los cigarrillos, pero son adictivos y yo era una persona muy deprimida que se refugió en cosas dañinas para matarme poco a poco creyendo que eso era la mejor solución por mi falta de valentía para suicidarme.

Arqueé las cejas ante esa respuesta profunda y él me sonrió.

- Pero ese era mi pensamiento de cuando era débil. Todos somos débiles en algún momento y hacemos estupideces pero, como dije antes, estoy dejando estas barras de cáncer.

- ¿Los estas dejando? Entonces ¿Por qué los compraste?

- Hey... no es nada fácil.

- Pues, yo nunca te vi fumar, creo que lo estabas logrando.

- Hermano mío, no fumo todos los días, pero tampoco es que pasábamos las veinticuatro de horas juntos.

- ¿Y cuando viví contigo hace tiempo?

- Lo estaba dejando, y lo estaba logrando... pero bueno, no se pudo.

Esperamos a que termine de fumar y fuimos hacia la camioneta nuevamente, él sacó las llaves de su bolsillo derecho del pantalón mientras yo acabé mi hot dog y al acercarnos pagó al hombre que puso la gasolina, mientras esperaba el cambio yo caminé hacia el asiento de copiloto para entrar a la camioneta pero al pasar por la ventana trasera noté que alguien estaba allí, así que me fijé y vi a esa chica de la noche anterior sentada en la camioneta, esperándonos.

- ¿Tú?- pregunté pero ella no escuchó porque las ventanas estaban cerradas así que solo me miró con una leve sonrisa.

Entré a la camioneta y dejé la bolsa de compras a un lado, me di la vuelta para ver a la chica fijamente con mi mirada de incógnita.

Apuesto mi vida por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora