—Es raro que Peridot no venga —dijo Pearl para, tal vez, iniciar una conversación, o saber si alguien sabía qué había pasado. Seguramente la última.
—¿Por qué no la llamas? —recomendó Jasper, viendo como su hermana jugaba al Subway Surf en su celular.
—Yo lo hice. No me contestó —dijo Amethyst—. Será algo de lo que habló con Yellow Diamond.
—¿Quién es... Yellow Diamond?
Todos miraron a Lapis, como buscando algo que decirle.
Porque decirle que era la madre de Peridot no era fácil, pff, sí, claro, por supuesto.
—¿Peri no te ha dicho nada?
—¿Por qué crees que pregunto, árbol?
—Tiene sentido.
Luego de la derrota de Jasper, Pearl tomó la palabra.
—Es su madre, aunque no le gusta tomarla como tal —dijo, desviando su vista nuevamente al libro que leía.
"Cincuenta Sombras de Grey"
Pearl, por favor no.
—Es una larga historia..., algún día ella te la contará. Supongo.
Lapis mantuvo silencio. No sabía si Peridot se sentiría incómoda o no si le preguntaba sobre eso; tampoco iba a ser tan directa, no era lo correcto, pero igualmente no quería quedarse con la duda. Era bastante curiosa aunque no quisiera admitirlo, y lo misteriosa que se hacía ver Peridot le llamaba mucho la atención. Sentía la necesidad de descubrir.
Vio la hora desde su computador portátil. Las once veinticinco. Hora de clase. A un día del fin de semana. A un día del merecido descanso.
Guardó el portátil Windows —sí, Windows— en su mochila, se despidió y salió de la sala de estudios. Salió del edificio y fue a otro, en donde era su clase. Preguntándose quién era en realidad la madre de Peridot.
Toda la clase transcurrió así.
Pensando en ella.
No podía quitarla de su mente. Era como si fuera una especie de velcro o algo, pero no podía sacarla. Pensaba en ella, en hablar con ella, y en que le ocultaba.
Lo tenía claro. Nada más salió de la jornada universitaria y llegó a su hogar, sacó su celular y marcó el contacto de Peridot.
Bip.
Nada.
Bip.
Esperó, tenía la esperanza de que contestaría.
Bip.
Nada.
Al quinto bip, la llamada terminó; sin ningún receptor.
O no había sentido el celular, o la ignoró. Conociendo a Peridot, fue la segunda.
Seamos sinceros, nunca deja el celular.
Lapis no se rindió y fue al contacto de nuevo. Quedó mirando el botón de "llamar" dudosa, sin saber si intentarlo otra vez o no. Se decidió por presionar. Con suerte sonó el primer bip y contestaron.
—¿Lapis?
—¡Peridot!
Se emocionó más de lo necesario al escucharla tras el celular, y eso lo tenía claro.
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Ayúdame a Olvidar | Lapidot | Steven Universe
FanfictionSolo querían vivir el resto de sus vidas con normalidad, ¿aquello era mucho? Parece que hay cosas que al final son imposibles de olvidar. ======================================================= [En edición, no puedo tener basura sucia.] ...