-Bien, no me creen- Dejaron de reirse y me miraron- No es que no la creamos señorita Clara, es que nos resulta terriblemente extraño que usted venga del futuro- Dijo el doctor- Yo creo que usted tiene una confusión, el shock de casi .... y el golpe en la cabeza han podido volverla...- Loca- Terminé yo- Bien, si no vengo del futuro, según ustedes, les demostraré que es así, y que ni estoy loca ni miento. Empecemos por usted :John Hamish Watson nació el 7 de agosto de 1852 Hijo de Henry Watson (nacido en Hampshire ) y de Ella Mackenzie. Tenía un hermano llamado Henry Jr., quien aparentemente murió alcoholizado en 1888. Los Watson eran una familia de clase alta y respetada. Su madre murió cuando apenas era un niño y su padre se mudó a Australia, llevándoselos consigo. Después de muchos años regresa a Inglaterra. Comenzó la carrera de Medicina en la Universidad de Oxford (donde más tarde conoció a Holmes) y se graduó en 1878 . Continuó sus estudios en Netley, requisito indispensable para ser médico militar.- Holmes tenía la boca entreabierta y Watson me miraba como se mira a un cadáver a punto de ser diseccionado, entre curiosidad, emoción y asco.- Puedo seguir si quieren..-No obtuve respuesta- Ha podido investigar- Dijo Holmes secamente- Si, al igual que el cielo es azul y la tierra gira alrededor del sol y sobre su eje. No, pare, que usted desconoce eso... Qué cómo lo puedo saber si eso es algo que se dijo en estas habitaciones... sabiéndolo querido detective, sabiéndolo a través de las novelas de Sir Arthur Conan Doyle. Porque en el futuro de donde yo vengo, ustedes son solo personajes de ficción.- A lo largo de mi discurso me había puesto de pie. Me volví a sentar cogiendo el aire suavemente, me dolían las costillas a reventar, pero como siempre no volvería a dar muestras de debilidad. Ahora mismo estaba bastante enfadada, no con Holmes, sino Watson. De ellos el que peor me había caído a largo de de los libros siempre había sido Watson; tal vez, me recordaba demasiado a Doyle... Sin embargo sin su presencia jamás habríamos encontrado el lado humano de Sherlock, lado que yo había descubierto en tan solo unos minutos.
Inflé los carrillos e intenté controlar mi sonrojo, no por vergüenza sino por la falta de aire y el esfuerzo que hacía al coger bocanadas. El doctor no me veía y no se dio cuenta del momento en el que de verdad dejé de respirar. Tenía la cabeza agachada entre avergonzado y pensativo. Sin embargo Holmes estaba estirado en el sillón con las manos juntas rozándose el labio.
En el momento que pensé que me desmayaría Sherlock se lanzó hacia mi con un movimiento felino, sujetándome de la cintura. Todo a mi alrededor se volvió oscuridad.
Lo último que vi fueron sus ojos grises, preocupados, mirando los míos marrones.
ESTÁS LEYENDO
Viajando En El Tiempo
RandomClara, una chica de 17 años, amante de la literatura compra un giratiempo pensando que es sólo un objeto de colección normal, sin magia. Las cosas se complican cuando al darle vueltas consigue viajar de verdad en el tiempo. ¿Llegará a conocer a todo...