Edgar Allan Poe I

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No dudé cuando me preguntó a quién quería ver, sus ojos como galaxias infinitas supieron que era lo que necesitaba. Allí estaba, ante mí una figura delgada, pálida y elegante, vestido entero de negro, Edgar Allan Poe me observaba. Sostenía en una mano una copa de un líquido ambarino, la olió y haciendo una mueca la arrojó al suelo.

-No debía de haber mezclado aquellos opiáceos con el alcohol.- Me hizo gracia su comentario y le sonreí ampliamente, me dieron ganas de consolarle, por la fecha a la que nos había conducido la TARDIS, sabía que su esposa Virgina acababa de morir, y Poe atravesaba una de sus épocas más oscuras. 

El Doctor tenía su mirada clavada fijamente en cada uno de mis movimientos y no sabía si era por curiosidad o por que no se fiaba de todavía de mí. 

Como ninguno de nosotros se había atrevido a moverse del sitio, Poe dio unos ágiles pasos hasta donde yo me encontraba  y con una galantería propia de un héroe de novela, rozó mis nudillos con sus labios. De un momento a otro me sentí atrapada en unos ojos oscurísimos y embriagadores. 

El Doctor carraspeó, sin apartar mis ojos de los de Poe, dije- ¿Molesto por no ser el centro de atención querido Doctor?-. 

-¿Es usted doctor?- habló Poe con voz apagada- que bien le hubiera venido su presencia hace unos meses a mi queridad Sis... - Y se sumió en sus pensamientos.

El doctor se acercó a mi oído, 

- ¿No sería mejor que nos fuéramos? No creo que sea el mejor momento para hablar con él- 

Pero Edgar se adelantó - No os preocupéis, las visitas siempre son bien recibidas, si es que no son fruto de mi delirio claro, aunque de ser así tampoco es que yo pueda hacer mucho por echarles. - Mostró una sonrisa triste e inocente y acto seguido se dio la vuelta y se puso a quitar papeles de las sillas y los dos desvencijados sillones que había en aquella habitación. 

Fuera, la lluvia rompía contra las contraventanas y hacía temblar las sombras de las pocas velas que arrojaban luz. Sinembargo nada de ello parecía descuidado o fuera de lugar, todo estaba donde debía de estar, eso sin duda. 

Yo tomé asiento primero, seguida del Doctor, no había corregido a Poe con su error al confundirle con un vulgar doctor. Y eso sí que era raro.



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*LA FOTO ES DE LA SERIE ALTERED CARBON QUE OS RECOMIENDO 100%*    


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