Estaba en España eso seguro, un pueblo pequeño de casas bajas y blancas, olía a pan recién hecho y las voces de los niños se oían claras.
Caminé guiándome por el oído hasta ellos, me miraron extrañados la ropa y pararon de jugar. El balón, gastado e irregular rodó bajo un naranjo.
-Hola, sé que os sonará extraño pero... ¿Me podéis decir en qué año estamos?- uno de los niños más pequeños me iba a hablar pero el mayor lo cogió de la raída camisa y lo puso detrás de él- ¿Quién es usted? Parece de los que tienen "dineros".- Si, puede ser... Si me respondéis a las preguntas que os haga os daré algo.- El mayor asintió convencido.
-Estamos en enero de 1929 señorita- Dónde?- En Fuente Vaqueros- Casi salgo corriendo en dirección la casa de Lorca. Le di una peseta a cada uno y me marché tan rápido como me dejaban mis piernas.
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Allí estaba, en Fuente Vaqueros delante de la casa de uno de mis múltiples autores favoritos. Aún me dolía lo que Sherlock había dicho, pero por unas horas ese dolor se veía opacado por la cercana presencia de Lorca. Las manos me temblaban y sudaban tanto que no sabía que hacer. Si le daba la mano así pensaría que soy una rarita...bueno, a ver, que lo soy...pero él no tiene porqué saberlo!
Llamé a la puerta de aquella casa y me abrió una criada que rondaba los cincuenta, con el pelo algo canoso y escaso recogido en un pulcro moño.
-Quién es usted señorita?
-Oh...mmm. Yo soy una..una amiga de Federico -sonreí tímidamente en un intento de que no se notara la mentira.
Me miró inquisitoriamente pero aún así me dejó pasar
- Siéntese señorita...
- García- no me importó decir mi apellido. Puesto que era muy corriente; aparte de ser el mismo que el de Lorca.
- Bien. Señorita García. En seguida baja-.
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Me quedé allí, esperando, el tiempo fluía a cuenta gotas. Y entonces, rompiendo el silencio tedioso de la sala la figura del poeta se dibujó lentamente por la pared de la escalera.
Me puse de pie, y me alisé la chaqueta.
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Viajando En El Tiempo
RandomClara, una chica de 17 años, amante de la literatura compra un giratiempo pensando que es sólo un objeto de colección normal, sin magia. Las cosas se complican cuando al darle vueltas consigue viajar de verdad en el tiempo. ¿Llegará a conocer a todo...
