CAPÍTULO 7:

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Miles y miles de años atrás...

Antilogus miró a su alrededor. Todo parecía ir bien. Las doce casas estaban en paz, no se necesitaba desatar el poder de las cúspides.

Alguien aterrizó trás él, y el EscorpianoLibriano no tuvo ni que voltear para saber que se trataba de Hereclon, el gobernante de la casa de los Leoninos.

- Hereclon, - Dijo Antilogus, con una sonrisa.- ¿A qué se debe esto?  No sabía que los nacidos bajo el elemento fuego volasen.

Hereclon sonrió y se acercó a una mesa, de donde alzó una silla de llamas frias para poder sentarse.

- Livia me ha ayudado a llegar. - Dijo el Leonino mientras alargaba una mano hacia una copa para beber su contenido.

Livia era la gobernante de la casa de los Virgo, era muy amable, y era de esperarse que hubiera ayudado a Hereclon a llegar volando. Le quería demasiado.

Antilogus sonrió.

- Sé que no has venido a contarme tus aventuras con Livia. - Dijo socarronamente, a lo que Hereclon rió. - Venga, ¿Qué sucedió?

El Leonino se rascó la cabellera, como pensando qué debía decir primero.

- Arian me ha contado algo que lo tiene muy preocupado. - Dijo finalmente.

Antilogus frunció el ceño. Para que el líder de los Arianos contara algo que le preocupara de verdad tenía que tratarse de algo realmente malo.

- ¿De qué se trata?

Hereclon frunció los labios, alzó la cabeza y habló con semblante serio:

- Ofiuco.

.............

Los doce líderes de cada casa y los catorce cúspides, entre ellos Antilogus, estaban reunidos en el palacio Astral. Había un gran revuelo. Nadie podía creer el hecho de que Ofiuco amenazara con volver.

- ¡A ver, silencio! - Gritó Alquibas, el cúspide SagitarioCapricornio. - ¡Ya sabemos que el regreso de Ofiuco nos preocupa a todos! ¡Pero tenemos que llegar a un acuerdo!

Se oyó un rugido, y al voltear, vieron a Hereclon, quien, enojado, enseñaba los colmillos.

- ¡CÁLLENSE! - Gritó. - ¡LOS CÚSPIDES TIENEN QUE HABLAR!

- Gracias, Herec. - Dijo Alquibas. - Ahora siéntate.

Dio la palabra a Herabin, la cúspide CáncerGeminis, quien tras subir al altar comenzó a hablar.

- Como ya sabemos, - Dijo. - el regreso de Ofiuco a las casas del Zodiaco nos ha revuelto los sentimientos a todos. Pero no por eso tenemos que descontrolarnos así. Podemos llegar a acuerdos...Dime, Zeutom.

Zeutom, líder de los Tauro, comenzó a hablar:

- Señorita Herabin, todos estamos de acuerdo con eso, pero sin embargo, nos parece injusto que Ofiuco vuelva solo para sembrar caos. ¡No tiene derecho a hacer eso! ¡Ni él ni nadie!  Digo, a los Escorpianos no les gustará pasar a ser Virgos, o a los Aries pasar a ser Piscis.

- ¡Ni siquiera tiene un elemento! - Gritó Hersam, líder Sagitariano. - ¡Nos desplazará a todos y solo va a iniciar una guerra con sus...egoístas sueños!

- ¡Ofiuco no debe volver! - Dijo Krim, la líder Piscis. - ¡Terminará tirando años de paz al suelo! ¡Y las futuras generaciones!

- A callar. - Ordenó Antilogus. - Si bien eso es cierto, Krim, somos nosotros ahora los que estamos perdiendo la calma. Escuchen con atención: Ofiuco no nos derrotará si todos trabajamos en equi...

- ¡DEMASIADO TARDE!

Todos voltearon para ver a un hombre apuesto pero de aspecto peligroso y muy malvado, apretando los puños, con los cuales sacudía el aire, quemaba el agua, soplaba la tierra y mojaba el fuego.

Todos, atemorizados, se hicieron a un lado para dejarle pasar. Ofiuco no dijo nada, pero su sola presencia, hacía que hasta Capricornio diera topes al suelo.

- Tanto que hablan de mí... - Dijo. - Mírense ustedes. ¿Qué hacen agua y fuego reunidos en una misma sala? ¿Qué hacen aire y tierra juntos en donde abunda la suciedad?

Nadie dijo nada.

- Si soy yo quien crea la discordia, respóndanme esto. ¿Qué con los conflictos entre Sagitario y Géminis hace cinco años? ¿Acaso no fueron unos Escorpianos quienes mataron a miles de inocentes niños Arianos?

Arián apretó los puños. Se acordaba de eso. Entre esos niños había estado su hijo.

- ¿Acaso no fueron unos Piscis quienes arremetieron contra su propio elemento al traicionar a Cáncer por una simple flor de aire? ¡No se quden callados, respondan!

- Esos problemas han quedado en el pasado.-Dijo Livia. - Y no se volverán a repetir.

Ofiuco sonrió.

- No me lo trago.

Siguió andando de lado a lado.

- Ofiuco ha de regresar. - Gritó. - O ustedes ya verán el daño que se causan si lo impiden.

Movió una mano con la cual el agua de Escorpio fue capaz de manipular la tierra de Capricornio para atacar a Libra.

Al ver esto, Antilogus salió de la sala, y Sherm, cúspide Aries-Tauro, salió tras él al ver a donde iba.

............

- ¡Antilogus! ¿¡Qué haces!?

Antilogus estaba haciendo movimientos con las estrellas.

- Si Ofiuco ha a de atacar. - Dijo. - Alguien lo ha de frenar. Esas las nuevas generaciones serán.

Y tras decir esto, escribió un pergamino el cual escondió en la tierra, a la espera de que algún día sea leído...

Pero claro, Ofiuco arrancó la parte más importante. Los nombres de las nuevas catorce cúspides y como sería su ataque en un futuro.

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