- Nunca había visto llorar a Sergio. - Comentó Jeff, líder Leonino a Arian, quien estaba aplicando hielo sobre el moretón que el puñetazo de Sergio le había dejado en el pómulo.
Los once líderes (Once porque Sergio no estaba) se habían reunido, comi todas las mañanas, a una tertulia para hablar sobre asuntos recientes o sus pupilos.
- Ni yo, de no ser porque tambien saliva y mea yo diría que está seco. - Respondió el líder Ariano.- Aún así no tenía por qué pegarme, solo le pregunté qué le ocurría.
Poke.
- ¡No toquetees mi moretón! - Protestó Arian.
Poke, poke. A Alice, líder Aquariana, poco le importaba el dolor del hematoma de Arian y lo picaba con su dedo meñique como si este fuera una clase de juguete solo por el placer de poner nervioso al Ariano.
- ¡Qué divertido! - Dijo con una sonrisa.
- Eh, Anna, - Dijo Edward, líder Piscis, desviando la vista hacia la Sagitariana, quien jugueteaba con un vaso, distraída, mirando por la ventana. - ¿Anna?
Ella no decía nada, el vaso se le resbaló de la mano y de no ser porque Pete, líder Geminiano lo detuvo con una pequeña manipulación del aire, este se hubiera echo añicos contra el piso.
- ¿Estás mal aún por lo de Sergio? - Preguntó Mirai, líder Canceriana, preocupada. Ella solía ser bastante empática y sensible, como todo buen Canceriano, hacia las emociones de los demás. - Vamos, Anna. Él es un tipo fuert...
- No comprenden. - Dijo Anna. - No saben lo duro que es para Sergio ser duro y fuerte todo el tiempo, sin tener otra opción que refugiarse en su coraza y alzar su aguijón en vez de permitirse expresarse como un ser humano en vez de como líder de su academia. Para que haya llorado es que en serio estaba lastimado.
- Te has pasado gritándole, Kasumi. - Dijo Maurice, líder Virgo.- Sabes que debajo de sus kilos de armadura de hierro Sergio es un tipo sumamente sensible y emocional.
- Casi ha matado a mi ex alumno.- Fue la respuesta de Kasumi, la líder Libra. - ¿Esperaban que le halague o qué?
- Sergio no ha llorado por eso.- Casi susurró Annabelle.- Desde chico él, al igual que toda su tropa ha sido fortalecido a base de gritos y duros y despiadados entrenamientos. Ha llorado porque puso la vida de su alumno en peligro, y eso para él ha sido imperdonable.
Hubo un breve silencio.
- Está justificado. - Comentó Hideo, el nuevo líder Capricorniano. - Se ha sentido responsable y culpable a la vez, imaginen nada más como se debe estar sintiendo ahora.
- Para ser un líder más joven que todos nosotros eres bastante observador. - Le felicitó Jael, líder Tauro, dándole un manazo de felicitación en la espalda y tirándolo del sofá en el que estaba sentado.
- Qué daño...
Annabelle se puso de pie y, caminando entre las miradas de sus compañeros, salió de la sala. Su mejor amigo, entonces, Arian, quien era como su hermano mayor, salió a hablar con ella.
El Ariano iba a decir algo para animarla, pero al ver las lágrimas cayendo de los ojos de Annabelle y mojando la barandilla de madera en la que estaba apoyada, pensó que era bueno gusrdar silencio, esperar a qur se calmara y dejarla hablar antes de decirle alguna palabra de aliento.
Claro que no puso en práctica ese pensamiento.
- Eh, Anna. - Dijo, soplando hacia arriba un mechón de su cabello rubio oscuro. - No te angusties, sabes como es Sergio... Yo no me llevo bien con él, pero reconozco que es un sujeto duro de roer, este malestar no le durará mucho.
- ¡Tonto! - Dijo Anna, aun llorando, y volteando a ver a su mejor amigo. - ¡Los Escorpio son quienes más guardan esos sentimientos en sus almas! ¿¡Acaso no sabes que cuando amas a alguien con todo tu corazón sabes lo mal que puede estar!? ¿¡Cómo crees que me siento yo conociendo la presión que el carga todos los días sobre sus hombros!? ¡Pero hoy... Hoy ha sido el colmo!
Arian parpadeó antes de hablar.
- Vale, perdón. Yo recién me estoy empezando a enamorar de Alice, con lo pesada que puede ser a veces, así que no puedo comprenderte bien ahora, Annabelle.
La Sagitariana miró abajo.
- ...No es solo eso...
Arian miró con curiosidad a su mejor amiga.
- ¿Entonces? - Preguntó.
Anna tomó aire.
- Hace menos de un mes mi organismo no funciona como siempre. Me sentís algo mareada y mi periodo no llegaba. - No le daba pena comentar esto pues Arian había sido su mejor amigo desde los once años.- Tenía mis sospechas pero quería confirmarlo...- Se ruborizó.- Arian, estoy embarazada y el padre es obviamente Sergio. Querís decírselo pero esperé... y Ahora con el asunto de Ofiuco y todo este lío no sé si será oportuno...
Arian no podía dejar su asombro.
- ¡GENIAL! - Gritó, y Anna tuvo que taparle la boca antes de que este llamara la atención. - ¡FOY A FER FIO, FOY A FER FIO! ¡Afua y fuefo! ¡fofrino fapor!
Annabelle se rió.
- ¡Genial, Anna, te felicitó! - Dijo Arian, feliz como lombriz, y abrazó a Annabelle. - Aunque el padre sea un escorpión pelma estoy muy contento por ti.
- Pues que bueno que estés contento pero sueltala ya. - Gruñó alguien tras él.
Arian volteó y vio a Sergio. Apestaba a celos. El carnero se acercó a él y lo miró con su típica suficiencia. Sergio no se dejó perturbar y le aguantó la mirada.
- ¿Por qué tanto escándalo? - Preguntó Sergio, sin apartar la mirada de los ojos de Arian.
Arian se apartó.
- Pregúntale a Anna, ella te lo dirà todo. - Y se retiró.
Sergio gruñó. Odiaba a ese tipo.
- Amor, yo... - Dijo Annabelle. Sergio la miró y solo entonces su mirada se ablandó. - Tengo algo que comunicarte.
Sergio pasó saliva. ¿Qué sería?
Annabelle se acercó más a él y lo abrazó.
- Estoy embarazada. Vas a ser papá. - Dijo.
La boca de Sergio se abrió de poco a poco y sus ojo se abrieron mucho. Poco a poco sonrió. No podía hablar. Tomó a Anna de los hombros y la miró.
- ¿Hablas en serio? - Preguntó. Ella asintió y él sonrió más. - Anda... No te creo...
- ¡Te lo juro! - Dijo ella, sonrojada y riéndose.
- Nah...
- ¡Sí!
- Nah...
- ¡Te digo que sí!
Sergio no dijo más, abrazó a Anna con toda la ternura que un Escorpión enamorado podìa entregar y la besó repetidas veces en la frente.
- Por la estrella... - Murmuró. - Un bebé... Anna... Tú... yo...- Cerró los ojos suavemente y la abrazó más. - Te amo.
Los ojos de Annabelle centellearon y lo abrazó también tiernamente, enrrollando sus brazos por la espalda de su prometido.
- Tambien yo te amo, Sergio. Te amo mucho.
Se quedaron así un momento hasta que ambos sintieron que algo no estaba bien, y no pasaron ni diez segundos hasta que todos los maestros salieron de la sala.
- ¿Sienten eso? - Preguntó Arian.
- Es... Horrible... - Logró gruñir Edward, perturbado por esa presencia tan negativa.
- Está aquí. - Sentenció Pete.- Ofiuco inició su ataque.
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Academia Escorpiana
Ficção CientíficaDentro del enorme instituto de los doce signos zodiacales, Sam es un muchacho de 15 años bastante débil y quien por la fuerza deberá adaptarse a su nueva academia, la de los Escorpianos tras haber dejado ls de los Libra, y en donde donde mostrar sen...