Me pongo los tenis, cojo la mochila del suelo y me giro para despedirme de Montse, al girarme veo como rápidamente se seca las lágrimas, odia que le vean llorar y por eso gira la cabeza haciendo un puchero que apenas oigo, pero como es obvio oigo, no se me escapa nada. Sonrío, pero cuando se vuelve a girar, borro la sonrisa cuando me mira a la cara, la pobrecilla, yo también le he cogido mucho cariño, todo el tiempo que he estado con ella.
-¿De verdad tienes que volver?- dice apenada, bajo la cabeza y asiento, me da mucha pena, pero tengo que retomar mi vida, tengo que empezar consigo mi plan. Me da un abrazo y ahoga un sollozo angustiado, no es que me alegre verla llorar, ni mucho menos. Solo es que se me hace raro ver a alguien que no sea yo.
Salgo con la mochila y paro a el taxi que llamé hace apenas dos minutos, razón tiene Montse en decir que todo aquí es rápido. Un atractivo conductor me ofrece una amable sonrisa, me coge las maletas, lo acepto. Me vuelvo y vuelvo abrazar a Montse, le prometo que volveré pronto, y que cuando llegue la llamaré. Entro en el taxi, le indico al conductor donde quiero ir, cuando haciente con esa sonrisa tan bonita. Decido ponerme los cascos, no se que estoy oyendo pero la letra se me queda grabada la tatareo bajito.
''¿Quién congelo tú corazón? ¿Quién te impide ser feliz? No vale nada. Hoy como siempre esperaré, por si vuelves a querer, princesa descalza. Yo le pido a la vida, qué te enseñe a encontrarme, pues las niñas pérdidas, nunca vuelve a amar. Te daría mi vida, más ya no puedo darte. Pero tú no me miras, solo quieres bailar. ''
Qué razón tiene, cierro los ojos y me dejo llevar, dentro de poco volveré a el lugar donde empezó, pero puedo jurar por lo qué más quiero, qué no caeré más en su sucio juego, paso de estar así por alguien como él. Me merezco a alguien mucho mejor. Voy a seguir estudiando y me da igual que me suspenda por no querer pasar más tiempo a su lado. Voy ha empezar a salir y a trabajar en un pequeño bar que mi madre me dijo que estaban buscando camarera, necesito el dinero, quiero estudiar en un instituto privado, para poder estar mejor, para poder estar segura de una vez por todas, de mi misma. Encontraré mi rumbo, encontraré con el tiempo lo qué de verdad me merezco, ahora todavía no lo sé pero tarde o temprano lo encontraré. No sé donde, no sé por quién, ni por cuanto. Tendré paciencia, esperaré día a día. No me dejaré llevar por otro que no sea yo misma. Sonrío al ver lo segura de mi misma que me he vuelto, estoy orgullosa, pero más lo estaré cuando de verdad quite todas las locuras de mi vida, las tonterías que he echo, me doy puro asco, aunque ya por fin, se ha ido desvaneciendo, noto que ese asco a mi misma, va desapareciendo.
Me meto un chicle de menta en la boca, el semáforo se pone en rojo, de repente el conductor, con una gran sonrisa se gira para mirarme y me dice con el semblante serio.
No sabía por que lo decía pero en seguida supe que tenía toda la razón, asiento con la cabeza- tienes razón, la vida es corta para estar pensando tonterías ¿no crees?- echa un par de carcajadas, pongo cara de horror al no entender nada, y mucho menos de que se está riendo.
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Simplemente Tú, Mi Profesor
De TodoYo tan simple. Él tan complicado. Yo tan risueña. Él tan reservado. Yo tan transparente. Él tan ... No puedo estar con él, es mi profesor, él no me conviene. Demasiados problemas, demasiadas mentiras. Pero no lo puedo evitar... no puedo evitar suspi...