Alejandro
Las rodillas me tiemblan, estoy muy cerca de ella y la verdad siento algo de miedo. No se como decir ni como expresar lo que siento ahora mismo, solo mi mente obtuvo el momento en que la rescaté de ese miserable ¿cómo pude ser tan estúpido? ¿cómo no pude saber desde el principio lo que iba hacer? Le doy puñetazos al volante, pero noto como alguien; ósea Larina me acaricia el hombro. Me siento protegido, sus dedillos me acarician, se que no hace falta que diga nada, solo la siento. Se acerca mas a mi y yo no se que en lo que estoy pensando pero dejo de me acaricie, como quiera. Necesitaba esa sensación de alivio. Cuando llegamos a unos aparcamientos vacíos, dejo el coche aparcado y me giro hacia ella. Está preciosa, tiene las mejillas sonrojadas, y lo ojos aun más claros que de costumbre.
-¿Qué haces Larina?- ella me sonríe, se que está todavía bajo el efecto de la droga, casi mato a ese hijo de puta. Lo pillé cuando la besaba, le di una patada en la nariz y muchos codazos que por cierto no recuerdo donde, se muerde el labio inferior y se fija en mis labios que están abiertos.
Está deseosa, lo noto en como me domina con la mirada, y como se toca el cuerpo poco a poco. A la mierda el mundo ¿como dios o quién coño fuera que esté allí arriba pudo crear a algo tan hermoso? Sonríe, es una sonrisa sincera y humilde, que por cierto amo sus hoyuelos. La ayudo a que se pase a mi lado, y cuando la siento a horcajadas encima de mi, me besa.
Noto que mi mundo, que tanto y tanto se desmoronó, vuelve a su sitio. Siento como mi corazón siente estar de nuevo en su perfecto sitio, donde nunca a estado sin que ella estuviera a mi lado. Me siento afortunado de poder tocar a algo tan bello, a algo que se merece todo el amor y adoración del mundo.
-Te..e..extrañado...tanto..nena- huelo su cuello, la fragancia de frutas del bosque entra en mi olfato y me hace admitir que es lo más delicioso que eh olido en mi vida. Amo esas cosillas que tiene, esas imperfecciones, que nadie en si sano juicio tendría. Ella sin embargo se restriega en mi bragueta, todo lo rápido que puede y yo estoy apunto de correrme con solo de imaginar ese cuerpecito a mi alcance.
-Quiero hacerlo, quiero hacerlo... rápido- me dice en el oído mientras respira profundamente. Noto que está desesperada, pero algo en mi cabeza me dice que esto no está bien. Ella está media drogada, y media cachonda, por no decir entera, tengo que pararla aunque mi polla no pueda levantarse más. Suspiro e inspiro y le digo con toda la suavidad del mundo- Larina esto no está bien, tu estás media drogada y esto no está bien si no estás completamente bien. Te juro que si no estarías así, pues te empotraba y más con ese trajecito que llevas puesto...- me toco la cara con desesperación- pero no... puedo Larina.
Asiente, y noto como tiene los ojos llorosos aunque rápidamente cambian a estar seca, se aparta de mi lado y pone los ojos en blancos, en mi mente estoy rabioso con ella y conmigo mismo ¿porque no le das lo que quiere y punto, cómo hacen todos? Fácil; porque no soy como los demás y me gusta hacer el amor, a quien esté igual de condiciones que yo, yo no me aprovecho de nadie, y menos de ella.
-¿Larina estás bien?- me mira de arriba abajo, como siga así... no sé si aguantaré mucho tiempo. Rápidamente me mira a la cara y sonríe, asiente y dice tan bajo que apenas le escucho- estoy bien... contigo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Subiré mas cuando termine los exámenes.,
ESTÁS LEYENDO
Simplemente Tú, Mi Profesor
DiversosYo tan simple. Él tan complicado. Yo tan risueña. Él tan reservado. Yo tan transparente. Él tan ... No puedo estar con él, es mi profesor, él no me conviene. Demasiados problemas, demasiadas mentiras. Pero no lo puedo evitar... no puedo evitar suspi...