Larina
Sigo corriendo, sigo y sigo sin parar. Me tiemblan los pies, pero no me importa, eso no me detendrá, quiero superarme. Me toco el pelo mojado, y me paso la mano por la frente, suspiro agotada. Paro, no puedo más, me tiro al césped que hay cerca de donde estoy y cierro de nuevo los ojos. Me encuentro muy cómoda, no me importa oír los ruidos de los coches, no me importa sentir la brisa que envuelve mi pelo, no me importa notar como caen gotas y gotas de lluvia por todo mi cuerpo sudoroso. Sonrío al recordar mi infancia. Cuando llovía y mi madre me decía que era un día especial porque las flores que estaban muertas podían volver a florecer, y que los amores que se encontraran cuando cae la lluvia, volvían a juntarse para siempre. Cuando llovía y estaba en el colegio, obligaba que el chico que me gustara se acercara a mi debajo de la lluvia, y cuando veía que él no me decía nada agachaba la cabeza. Cuando llegaba a mi casa le echaba toda la bronca toda a mi madre, pensando que todo lo que decía era verdad y que alguna vez él se enamoraría de mí, como yo de él. Pero así no fue, cuando pasé al instituto empecé a cambiar y cuando él por fin vino a pedirme salir, a mi ya no me gustaba... me gustaban otros chicos mayores y que eran muchos mas guapos que él. Él se llamaba Ricky y tenía mi misma edad, tenía unos ojos color zafiro impresionantes, y un cuerpo de atleta muy marcado. Pero cuando hablaba era muy respectivo con las mujeres, las trataba mal y eso no me gustaba nada de un hombre. Además era muy inmaduro, aunque no lo parecía en absoluto, pero bueno no me arrepiento de lo que hice en mi pasado, ya que todo lo que hice... fue por algo, o alguien.
Abro los ojos lentamente y contemplo como sale el sol lentamente, me levanto y me limpio el trasero y sigo por mi camino, pero esta vez sin correr. Voy lo más lento que puedo, y observo a la gente. Casi todos con sus despectivas vidas, todos con distintos secretos, distintos pensamientos, distinta vida... pero a la vez muy parecidas.
Cojo mi Iphone y tecleo a Alejandro avisándole de que voy a retrasarme ya que voy a ir a casa de una amiga. Es mentira no voy a ir a casa de nadie, solo necesito un par de minutos para mí. Ir donde iba de pequeña, donde todo era perfecto y pensaba que algún día mi padre regresaría para decirme lo mucho que me ha extrañado y que se arrepiente más que nada en esta vida haberme abandonado, y luego mire a mi madre con una sonrisa y le diga lo hermosa que es y lo mucho que la ama, que nunca la ha olvidado. Que todo sea perfecto... claro esperé y esperé sin tener lo que deseaba, me sentía muy superficial, muy vulnerable, muy inocente. Hasta que un día, me levanté sabiendo que mi padre, nunca volvería, que él nunca nos quiso solo quiso su bienestar, tenerlo todo controlado como él quisiera. Cierro los ojos y dejo que mis pies me lleven a donde de pequeña tanto y tanto soñé.
Huelo el suave olor del mar, sonrío y cierro los ojos. Inspiro un par de veces, y vuelvo a abrir los ojos con una gran sonrisa en el rostro, todo vuelve a cobrar sentido. Me encanta la sensación que tengo de cuando era pequeña, esa sensación que hace que mi corazón cada vez lata y lata más deprisa. Me quito los tenis junto con los calcetines. Me acerco lentamente a la orilla, y me mojo los pies, los muevo y los encojo un par de veces.
Me suena el móvil, suena y suena sin cesar. Miro el móvil extrañada, me sale un número privado, no se quien es pero lo cojo.
-¿Quien...es?- digo mientras con la otra mano revuelvo la arena.
-Solo te voy a decir una cosa, aléjate de Alejandro es muy peligroso. Ya me hizo daño a mi y me destrozó por completo, y a ti no dudará en romperte en mil pedazos. Eres demasiado ingenua, no lo entenderás... pero hazme caso, él no es un buen hombre, solo utiliza a las mujeres para su propio bienestar. Es un capullo, Alejandro no ama, Alejandro no tiene relaciones. Solo recuérdalo, nena primero estás tu... no él. Él no es quien dice ser, él es alguien muy oscuro, y muy cruel... no dudará ni por un segundo en hacerte daño- y con eso cuelga y me deja con la boca abierta, mientras con los ojos rallados me levanto del suelo y con todo la rabia y sin pensarlo en un instante arrojo el móvil al agua y me voy de allí lentamente, como si nada, como si nadie, como si nunca.
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LO SIENTO POR QUE SEA ESTA VEZ MUY CORTO EL CAPÍTULO, YA SUBIRÉ MÁS LARGOS.
Besos, abrazos
GRACIAS POR TANTAS VISITASSSSS, QUE ILUSIÓN.
OS AMOO
¿Qué pasará? ¿Qué creen que ocurrirá...?
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Simplemente Tú, Mi Profesor
AléatoireYo tan simple. Él tan complicado. Yo tan risueña. Él tan reservado. Yo tan transparente. Él tan ... No puedo estar con él, es mi profesor, él no me conviene. Demasiados problemas, demasiadas mentiras. Pero no lo puedo evitar... no puedo evitar suspi...