Capítulo 26 ''¿Por qué no te rindes?''

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Larina

Mmm huele a hogar, es un olor dulce, abro poco a poco los ojos y veo que estoy en ropa interior, me quiero tapar rápidamente pero veo la cama que está en un perfecto orden, ¿dónde estoy? ¿Con quién estuve? La verdad es que no me acuerdo de nada, ¡oh diós mío! No me acuerdo de absolutamente de nada, no... no puede ser ehhh tiene que haber algo, me duele la barriga tengo ganas de beber agua, pero no veo la cocina por ningún lado, miro al frente y veo un baño. Esta casa me es tan familiar, aunque en estos momentos no estoy para pensar en que ha pasado, aunque tengo miedo, bastante yo diría . Me levanto y me voy al baño, poco a poco, ya casi estoy para entrar de un momento a otro noto que me mareo y me agarro rápidamente a la pared, pero por desgracia, no puedo aguantarme a una pared y sin no poder aguantarme en otra cosa a tiempo, me caigo desplomada al suelo... -Ahh- duele mucho , me duele mucho. Me acabo de dar un buen golpe en la cabeza, intento abrir los ojos para poder levantarme, lo intento pero no puedo abrir los ojos, lo intento y lo intento pero mis acciones fallan y no puedo abrirlos. Admito que estoy asustada ya que las lágrimas me caen y me caen sin cesar y no sé porque me salen, la verdad es que no tengo ganas de llorar, aunque me duele muchísimo, pero ahora mismo no me encuentro lo suficientemente bien como para pedir ayuda, me muerdo el labio inferior y  noto el sabor de la sangre por toda mi boca. Oigo como alguien corre hacia mi, me dice cosas que no consigo distinguir en este mismo momento, lo intento pero no soy lo suficientemente capaz como para poder diferenciar las palabras que dice, rápidamente me cogen en brazos pero no tengo fuerzas para distinguir quien es, aunque se que ese olor no lo lleva nadie.


-Ella está conmigo- noto como me agarra la mano y entrelaza nuestros dedos. ¿Qué hace él aquí? no hace falta que mira para saber que es él. Su voz tan aguda y hermosa habla y yo como siempre he echo me quedo con la babita por fuera ¿pero que me pasa? Me toco la cabeza pero no puedo. Lo que sucedió ayer me viene en forma de imágenes y solo llego a cuando abrí los ojos en ese coche tan familiar...¿Pero que pasó después? No tengo nada de memoria, intento tranquilizarme y pensar, pero nada, no llega nada.  Abro los ojos y veo que me está mirando a los ojos con una bonita sonrisa, yo también le sonrío pero me aparto de su mirada lo más rápido que puedo, no quiero volver a caer.... aunque no esté en condiciones de pensar, y mucho menos en eso.

-¿Te encuentras bien Larina?- me aprieta más la mano, y me mira con mucho amor, ese amor que me hace tan feliz, pero a la vez tanto daño-¿Necesitas algo? ¿quieres que te traiga algo de comer? ¿y de beber?- pongo los ojos en blanco y vuelvo a mirarle- No gracias, solo quiero irme a mi casa ¿y mi madre?- mira de nuevo el móvil  y con un suspiro dirige su preciosa mirada hacia mi y me sonríe esa mirada que se que solo es para mi, y que no se porqué coño lo sé pero lo sé- tu madre lo sabe todo, le dije que dentro de un par de horas saldrías de aquí, yo te llevaré tranquila ¿de verdad te encuentras bien?- asiento sin ganas y me intento levantar pero el me agarra rápidamente- No te puedes mover Larina, si fuera por mi te llevaría, pero los médicos quieren tanto como yo,  que te recuperes, por eso quiero que te quedes aquí, no me iré- pongo los ojos en blanco y miro al techo, eso es lo único que se hacer cuando él me observa detenidamente, me siento un poco mal por esta situación, me siento feliz no lo voy a negar... Tampoco voy a negar que mi corazón se está reconstruyendo y que me apetece sonreír- Estás más delgada Larina- dice observando mi cuerpo, aunque no se puede ver mucho porque estoy bajo la sábana, en estos momentos me encantaría que me viera sin esta sábana de por medio, en verdad extraño a este idiota. Extraño tantas cosas de él, extraño sus ojos, extraño sus labios al rededor de los míos, extraño sus brazos rodeándome cuando nos íbamos a dormir, extraño hasta como comía. Me estoy volviendo loca claramente, seguramente ahora despertaré de esta mierda de pesadilla. Me pellizco el brazo izquierdo lo más fuerte que mis manos pueden hacer, mis ojos se rallan de dolor. Alejandro se percata de lo que estoy haciendo y se levanta deprisa y me aparta las manos y mira con dolor el gran moratón que me acabo de hacer- pero que haz echo nena- dice apenas en un susurro. Se arrodilla delante de mi, me coge el brazo y lo mira con disgusto, lo noto en esa mirada de ira. Se levanta y me pasa agua con papel, como si eso fuera a cambiar algo, como si eso fuera a ponerlo todo bien... le miro, le miro y le miro y lo único que me sale decirle es:

-¿Por qué no te rindes? ?¿Por qué no te vas con otra y empiezas de nuevo?- me mira a los ojos de nuevo rápidamente, deja a un lado el papel mojado y noto en su mirada, no se que tiene en esa mirada pero se perfectamente que esa mirada, es lo más bonito que mis ojos han visto nunca, me agarra suavemente de la nuca y se acerca a mi oreja lentamente con una amplia sonrisa y yo diría que también bastante nervioso, me mira a los ojos y me dice lentamente en el oído- No puedo olvidar tu maldito olor, tu maldita risa, tu maldito cuerpo, tus malditos besos, tu maldito acento, tu malditas curvas, tu maldita nariz, el maldito olor al paraíso de tu pelo, tu maldito corazón.... por eso no me rindo Larina, y ahora por favor dime que vas a besarme, dime que volveremos a ser uno de nuevo, mi corazón no puede estar más tiempo sin tenerte, y no vuelvas a decir que me busque a otra, eso me pone furioso...  y ahora bésame- y sin pensármelo dos veces me pego junto a él y pego mis labios con los de él, de nuevo estoy completa ¿qué más dará lo que pasará después? 



Simplemente Tú, Mi ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora