Antes
Aprieto a Olivia contra mi pecho, mi instinto de protección está al límite, no quiero que nadie toque a mi mate y más ahora que sé que todo el mundo mágico quiere usarla, es tan pequeña e inocente, nadie va a dañarla.
-¿Puedes dármela? Tendrá hambre dentro de poco tiempo- dice Aida la hija de la sanadora.
-No.
-No la voy a lastimar.
-No.
-Tristan sé razonable, ya sabes cómo es Aida con los niños, ella la cuidará bien ¿Qué harás cuanto tengamos entrenamiento? ¿O tengamos que patrullar?- dice Ben tratando de hacer que entre en razón.
Yo le doy un beso en su frente y ella se acurruca más a mí, siento como si me arrancaran mi corazón cuando se la doy a Aida. Olivia se queja pero sigue durmiendo.
-Espero que tengas una habitación extra en tu casa porque siempre voy a estar ahí- demando.
-Claro que sí, no podría separarla de ti.
-Bien.
Estoy costado en la cama del cuarto de invitados de Aida, Oliva está acostada a mi lado dando pequeñas patadas con sus piernitas, tiene una hermosa sonrisa adornando su rostro, yo la miro embobado. La sanadora anunció que Libby tiene 4 meses aunque es pequeña para su edad está muy sana. Ella se detiene de repente con la mirada fija en el elefante de peluche rosado que le compré mientras la madre de Aida la revisaba.
-¿Quieres el elefante?- le pregunto en voz baja. Ella me mira con sus ojos violetas y vuelve a mirar al animal de peluche, extiendo mi mano para alcanzarlo y jadeo cuando el elefante comienza a flotar hacia Olivia y caer a su lado.- ¡Aida! ¡Ven rápido!
Olivia agarra la trompa del animal y trata de llevársela a la boca.
-No, no cariño. No te comas al elefante.- digo riéndome.
-¿Qué pasa?- dice Aida llegando agitada.
-Mira esto.
Agarro el elefante y lo pongo al final de la cama, Olivia hace un puchero, mientras me mira, después mira al peluche y este comienza a flotar y a flotar y a flotar, y después me golpea en la cara. Aida estalla en carcajadas.
-Hiciste enojar a Olivia- dice riéndose.
-¡Libby! Ese no es el punto- digo refunfuñando.- ¿Viste lo que hizo?
-Sí, es bastante poderosa para tener solo 4 meses, imagina lo que hará cuando tenga la práctica y el control de todos sus dones.
-Lo sé- digo.
-¡Tristan Fox! ¡¿Por qué no viniste a mi cumpleaños ayer?!- escucho la voz de Rose.
-Esa es mi señal, suerte- dice Aida y salta por la ventana.
-¡Cobarde!- le grito.
-Pero no idiota- dice sonriendo de forma burlona.
-Hola Rose- saludo cuando entre como un huracán por la puerta.
-Estoy muy enojada contigo Trip- dice cruzándose de brazos.
-Lo siento pequeña alfa pero tuve algunos inconvenientes- tengo algunos problemas de apego con Olivia y no quería alejarme de ella.
-¿Quién es ella?- señala a Libby que hace burbujas con su saliva. ¡Que adorable!
-Ella es Oliva. Mi mate- esto será difícil.
-Tú...mate- dice en forma entrecortada.- Pero yo iba a ser tu mate.
-No cariño, tu mate está allá afuera esperando por ti, pero yo no soy- explico.
-Ella es solo una bebé, no es divertida- mira a Libby con desagrado, mi lobo gruñe en mi interior, nadie ve a mi pequeña de esa forma.
-No la mires así- la regaño.
-No me agrada- se cruza de brazos.
-¡Rose! No vuelvas a salir corriendo así- llega Ben jadeando y sudado.
Olivia que está hipnotizada mirando a Rose, gira su cabeza y ve a Ben, creo que se enojó por algo porque comenzó a llorar y el peluche salió volando e impactó en la cara de mi amigo.
-¡Hey! ¿Por qué fue eso?- dice Ben mirando a Libby desconcertado.
-Se asustó cuando vio tu fea cara- explica Rose riéndose. Cargo a Olivia entre mis brazos e inmediato se calma.
-Lo sé bebé, yo también me asusto cuando Ben aparece de repente, pero te acostumbrarás- le digo a Libby quien me sonríe.
-Creo que me está comenzando a gustar.- dice Rose acariciando a Oli con un dedo.
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El ángel del Lobo
WerewolfSostengo a la bebé entre mis brazos, la miro con adoración y sus ojos violeta me devolvieron la mirada. "Eres mía pequeña y te prometo que nadie te hará daño" Obra registrada en SafeCreative