Capítulo 16

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Ahora

Mi ángel ve la película con sus ojos muy abiertos, como si fuera la primera vez que la viera, sé que no es el caso porque puedo ver sus labios moviéndose al igual que el compás de las canciones de la película. Hace un rato había comenzado a hacer frío así que Libby está entre mis brazos ahora, su espalda está pegada a mi pecho. A pesar de lo concentrada que está su corazón está latiendo muy rápido.

Cuando la película finaliza ella se da la vuelta y me sonríe.

-Dios, adoro esa película.

-Se nota, ángel.

-¿Por qué me dices ángel?-pregunta en un susurro.

-Porque tú eres mi ángel- respondo.

Acaricio su suave mejilla con mi mano, he estado esperando esto desde la primera vez que la vi. Me acerco a ella hasta que nuestros labios casi se tocan. Libby me mira a los ojos con asombro e impaciencia, quiere que la bese. Me separo rápidamente de ella cuando siento el característico olor a vampiros, la tomo del brazo y la pongo detrás de mí.

-Tristan ¿Qué...

-Shhh.

No hay nadie más en el autocine y me quiero golpear a mí mismo por haber estado tan distraído, no quería que esta fuera la forma de que se enterara de todo, pero no tenía tiempo de sacarla de aquí. Abro la puerta del auto y a pesar de sus protestas la meto dentro, le doy un beso en la mejilla y cierro las puertas con seguro.

-Lo siento- le digo antes de comenzar a cambiar. En mi forma de lobo volteo a verla, sus ojos están muy abiertos y hay un poco de temor en ellos, trata de abrir la puerta pero niego con la cabeza, ella ahoga un grito. Diez vampiros me rodean rápidamente y sin esperar comienza a atacar, sé que son demasiados, pero tengo que hacer hasta lo imposible para salvar a mi mate.

********************************

No podía creer lo que mis ojos veían, Tristan es un lobo, como en mi sueño y estos hombres lo están atacando, quería salir de este auto y ayudarlo, trato de abrir la puerta y grito al escuchar un aullido desgarrador, miro por la ventana y veo que 5 de los hombres están en el suelo, al parecer muertos, uno de esos hombres abraza fuertemente al lobo por detrás, él cae al suelo y no se mueve, mi corazón late muy rápido. Por el amor a Dios, Tristan se convirtió en lobo y mató a 5 personas, que loco suena esto. Veo al lobo y sé que no puede contra todos, entonces respiro hondo tratando de relajarme, me concentro en el seguro y me lo imagino abierto, después de varios intentos el seguro se abrió. Salgo del auto rápidamente y los hombres me ven. Sonríen de una forma muy siniestra.

-Vaya, vaya. Miren a la pequeña bruja. Nos has dado muchos problemas.- dijo uno de ellos. ¿Bruja? De qué habla este tipo.

-De...de qué hablas- digo nerviosa.

-No te hagas la tonta, puedes venir con nosotros por las buenas o por las malas.- dice otro, Veo que Tristan esta jadeante en el suelo, siento un dolor punzante en mi pecho, es tan intenso que me falta el aire, mis ojos se llenan de lágrimas, pero las trato de contener.

Algo en mi interior me dice que no debo irme con ellos, así que dejo que mis extraños dones fluyan libremente, siempre los retengo porque trato de ignorarlos y ser normal, pero tengo que salvar a Tristan.

Dirijo mi mirada a ellos y comienzan a flotar y flotar y flotar, los dejo en el aire, aprovecho eso para arrastrar a Tristan al asiento trasero del auto, él es realmente pesado, así que cuando lo logro subir mis brazos están adoloridos, estoy sudando y mi cabeza me duele por mantener a esas personas flotando. Me subo al auto, dejo que los hombres caigan al suelo, acelero lo más que puedo y me voy.

Conduzco por lo que parecieron horas y cuando me relajo detengo el auto. Me siento en el asiento trasero donde está Tristan jadeando, puedo ver sangre y me tapo la boca para no jadear, pongo mi mano sobre una de sus heridas más grande y me la imagino cerrada, siento un extraño cosquilleo por mi cuerpo, cuando abro los ojos veo que la herida se va cerrado poco a poco, repito ese proceso una y otra vez hasta que mis manos tiemblan por el agotamiento. Entonces algo increíble pasa, el lobo comienza a transformarse, el cuerpo de un chico aparece en el asiento, pero no es el Tristan desgarbado de antes, en realidad era un hombre muy alto con el cabello rubio rizado. ¡Es el chico del parque! ¡El mismo de mis sueños!

Que mierda está pasando aquí, es mi último pensamiento antes de desmayarme.

********************

Abro los ojos lentamente, todo está oscuro, siento mi cuerpo dolorido pero no tanto como me imaginé, todavía estoy en el auto y es de noche, me sobresalto al ver a Libby dormida junto a mí ¿Cómo llegamos aquí?

-Libby, ángel- la muevo un poco, ella protesta y sigue con sus ojos cerrados.- vamos despierta.

-¿Qué quieres?- dice abriendo los ojos, al verme se sonroja violentamente y se voltea.-¿Quién demonios eres? ¿Qué pasó con Tristan? ¿Qué está pasando?

-Shh, ángel, una pregunta a la vez- digo, me veo en el retrovisor y jadeo al ver que el hechizo de Griselda ha desaparecido. Genial, lo que faltaba ¿ahora qué? ¿un rayo me va a caer?- ¿Puedes verme?

-Estás...desnudo- dijo en voz baja.

-Maldición- susurro enojado.- siempre tengo ropa de más.

Libby se sonroja aun más mientras me visto, me preocupa su rostro pálido y sus manos temblorosas, no puedo evitar tirar de ella hacia mí y abrazarla, trata de apartarse pero la sostengo aún más fuerte, después de unos minutos estalla en sollozos.

-No...no sé qué está pasando...tengo sueños contigo y siento que te quiero pero...acabas de matar a 5 personas- dice de forma entrecortada.

-Okey déjame comenzar por el principio, tú eres una bruja, un día uno de los chicos de la manada encontró a tú madre...

Comienzo a contarle todo, incluso anécdotas de ella de bebé, le digo cuan asustado estuve por ella todos estos años, le hablo de los vampiros que quieren atraparla y con qué fin. Libby me escucha sin decir una palabra.

-¿Por qué no me acuerdo de todo eso?- susurra.

-No lo sé.

-Tuve un sueño, tú estabas en el, me decías que corriera que te encontrarías conmigo después, recuerdo estar muy asustada y alguien me agarró por la espalda, ahora que lo pienso bien, creo que era una mujer por cómo se sentía cuando me retorcía. Y ahora qué.

-Pues tienes que entrenar tus poderes para cuando cumplas año puedas controlarlos.

-Y ¿qué pasará entre tú y yo?- pregunta temblorosa.

-Nada que no quieras, podemos conocernos mejor y de ahí partimos- digo, aunque me mate por dentro no poder besarla. 

El ángel del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora