Antes
El pánico y el miedo recorre mi cuerpo, siento como se me hiela la sangre y mi corazón late frenéticamente, gruño y corro lo más rápido que mis patas me lo permiten, me guío rápidamente por el olor de mi ángel, mientras más me acerco a dónde están puedo escuchar los gruñidos de Ben y otras voces que no puedo identificar.
Veo a mi mate detrás de Ben, tiene lágrimas corriendo por sus mejillas y mira con temor a los 10 vampiros que los rodean con sonrisas maliciosas en sus labios. Rose se baja de mi espalda y le hago señas para que se esconda, cuando ataque a los vampiros ella agarrará a Olivia y correrá.
En unos minutos estará toda la manada aquí y será más fácil vencerlos, pero no puedo esperar para que lleguen, la vida de Olivia está en juego.
-Escucha, dame a la niña y nos iremos- dice uno de ellos. Ben se tensa y gruñe, mi ángel llora más fuerte y mira a todos lados con temor, esos bastardos morirán por haberla hecho llorar.
-¿Vale la pena sacrificar tu manada por una niña bruja? Porque si tienes suerte y nos logras matar, vendrán más a buscarla y no solamente vampiros- dijo otro en voz baja y yo me alarmé.
Cansado de sus habladurías salto sobre el que parece ser el líder y le quito la cabeza con una fuerte mordida, aterrizo al lado de Ben que se lanza a atacar a los otros. Veo por el rabillo del ojo como Rose se acerca sigilosamente y carga a Olivia que mira todo como en shock, un vampiro me da una patada y termino impactado a un árbol. Joder eso duele, le digo a mi lobo que gruñe en respuesta y se lanza nuevamente para atacar.
El grito de Olivia me hace estremecer y girarme rápidamente, aúllo al ver a la pequeña Rose desmayada en el piso con un vampiro sobre ella, sin pensarlo mudo me abalanzo sobre ese maldito y lo mato sin pensarlo, veo los ojos de mi pequeña mate llenos de miedo y enojo al mismo tiempo. Entonces la tierra comienza a temblar.
-Joder ¿Qué está pasando?- exclama uno de los miserables vampiros tambaleándose, miro a Olivia nuevamente asombrado, de repente los 5 vampiros restantes salieron disparados muchos metros hacia atrás, fue como si una fuerza invisible los hubiera empujado, los refuerzos llegan y sé que ganamos la batalla.
Gimo de preocupación al ver a mi mate desplomarse en el piso como una marioneta a la que le cortan los hilos, me transformo sin importarme estar desnudo, cargo a Olivia y a Rose y corro hacia donde la sanadora.
-¡Laura!-grito entrando a su casa.
-¡Hey Trip! ¿Qué su...
-¡Una pelea! Ellas estaban...y yo debí...- se me quiebra la voz al final cuando veo el rostro pálido de Rose.
-Vamos, déjalas cada una en una cama- dice mirándome compasiva llevándome hacia las habitaciones.
-Me quedaré con Olivia mientras revisas a Rose- digo aunque me desgarre por dentro poner alguien sobre Libby- Ella está más herida.
-De acuerdo- Laura se va en silencio.
Veo el pecho de mi ángel subir y bajar lentamente por cada vez que toma una respiración, su cabello está desordenado, sus mejillas redondas están rojas y aún tiene la marcas de sus lágrimas. Tengo la necesidad de romper algo, de gritar, de matar a todos los vampiros de la faz de la tierra, debí haber protegido más a Rose y Olivia, ahora están lastimadas por mi culpa. Además me preocupa la idea de que estén buscando a mi mate para utilizarla para sus fines malignos.
-Lo siento pequeño ángel- susurro acariciándole la mejilla.
-¿Tristan?-susurra Laura detrás de mi- ya revisé a Rose, está bien, solo tiene una pequeña contusión y algunos hematomas, pero nada que no pueda curar.
-Gracias a la diosa- susurro un poco aliviado, me siento tan culpable ella no debía estar ahí.
-Revisaré a Olivia, dime ¿Qué le sucedió?
-Estábamos luchando contra los vampiros, Rose iba a huir con ella pero uno de ellos la ataco, entonces todo comenzó a temblar y los vampiros salieron volando, Libby hizo eso.
-Está bien, déjanos solas.
-De acuerdo- digo sin pelear.
Salgo de la casa rápidamente y comienzo a golpear al árbol más cercano sacando toda mi frustración e ira. Sólo podía pensar en esos vampiros apoderándose de mi Libby, ella es tan pequeña e indefensa y ellos solo quieren utilizarla pero no lo permitiré la protegeré con mi vida, nadie la va a apartar de mi lado.
-¡Tristan! ¡Para!- dice Ben apartándome de un empujón del árbol, mis nudillos están sangrando e hinchados. Respiro hondo varias veces para calmarme.
-¿Y los vampiros?
-Muertos- dice secamente.- ¿Rose?
-Está bien, solo está inconsciente.
-Esos malditos. ¿Sabes que todas las criaturas mágicas buscan a Olivia?
-Sí- digo apretando la mandíbula.
-Necesitamos más seguridad- me informa.
-Doblaré mis turnos.
-No, tú tienes que estar con Olivia, sé cómo se siente tener y no vincularse.
-Pero...
-Tristan, Olivia ya despertó- anuncia Laura viéndose preocupada.
-¿Cómo está? ¿Por qué se desmayó? ¿Está bien?- pregunto sin detenerme a tomar un respiro.
-Usó demasiada energía de su cuerpo sin estar preparada para eso. Hablaré con Aida hay que aumentar su entrenamiento porque si llega a sobrepasar su capacidad de energía probablemente ella...- deja la frase en el aire y siento que mi corazón se detiene por un segundo.
-Tranquilo amigo, eso no pasará- trata de tranquilizarme Ben.
-Yo...yo iré a verla.
Subo corriendo las escaleras y entro precipitadamente a la habitación, mi ángel está acostada en la cama, su cuerpecito está temblando y se cubre su rostro con las sábanas. La cargo, la abrazo y le doy millones de besos en su cabeza.
-Lo siento tanto pequeño ángel, pero no ocurrirá de nuevo, yo siempre te protegeré porque te amo más que a mi vida.
-Trip- solloza ella contra mi cuello, yo la mezo suavemente hasta que deja de llorar.- ¿Dónde ta tonto?- pregunta, su labio inferior tiembla y sé que va a llorar de nuevo.
-Aquí estoy diablillo- Libby comienza a llorar nuevamente y por primera vez extiende sus brazos hacia él. Ben la carga y la abraza- Tranquila pequeña, estoy bien.
-¿Esos hombles malos te hicielon daño?- balbucea.
-No pequeña, los tontos somos muy duros de roer- dice.
-Te quelo – susurra entonces es más de lo que puedo soportar, le quito a mi mate de sus brazos.
-Ve a abrazar a tu mate- gruño.
-Tranquilo fiera, no soy un pedófilo como tú- se burla.
-Cállate, sabes que yo no la quiero de forma sexual o romántica...todavía- agrego.- Yo la amo de forma más profunda que eso y cuando llegue el momento la amaré de todas las formas posibles.
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El ángel del Lobo
WerewolfSostengo a la bebé entre mis brazos, la miro con adoración y sus ojos violeta me devolvieron la mirada. "Eres mía pequeña y te prometo que nadie te hará daño" Obra registrada en SafeCreative