Antes
Camino con Olivia en mis brazos, ella tiene apoyada su cabeza en el hueco de mi cuello, está muy callada. Tengo que respirar hondo muchas veces para intentar de calmar mi ira. ¿Cómo esa maldita estúpida puede decir esas cosas frente a mi ángel? Es solo una niña, no lastimaría a nadie a propósito. Juro que si mi pequeña mate no hubiera estado ahí, nada en este mundo me habría detenido para matarla.
Una extraña humedad contra mi cuello me hace sobresaltar. Mi corazón se rompe en mil pedazos al ver a Libby llorar silenciosamente, lágrimas caen sin control por sus mejillas sonrosadas, ella se sorbe la nariz y me abraza con fuerza.
-Libby, por la diosa. No llores, cariño. No llores- trato de calmarla, pero solloza con más fuerza.
-¿Soy mala?- me pregunta, sus ojitos están llenos de un dolor que ningún niño debería experimentar.
-¡No! No eres mala...-comencé.
-Pero la maestra dijo que soy un monstruo.- su voz se quebró al final.
-Olivia ¡Tú no eres un monstruo! ¡Me escuchas! Eres la niña más dulce y tierna del mundo. Anna no debió decir eso, a ella no le gustas porque eres un poquito diferente y las personas se asustan con los cambios. ¿Tú lastimaste a ese niño a propósito?
-No, solo quería asustarlo. Pero las raíces no le hicieron daño.- explica.
-Ahí está tú respuesta. No usaste tus poderes para herirlo.- la abrazo y le doy un beso en su naricita.
-Te amo.
-Yo también te amo, ángel.
-Conocí a un niño hoy.- me comenta con usa sonrisa. Yo me ahogo con mi propia saliva.
-¿Qué? ¡¿Quién es el pequeño mocoso?! ¿Te tocó?- digo enojado. Esto es lo que faltaba.
-¡Es mi amigo! ¡Compartí mis panqueques especiales con él!- tiene un enorme sonrisa en sus labios. Por mi parte yo siento un tic nervioso en mi ojo.
-¿Compartiste tus panqueques con él? Sólo lo haces conmigo.
-Tú eres mi mejor amigo, él es solo mi amigo. Es muy divertido, me acompañó en la oficina del director hasta que llegaras, tomo mi mano cuando estuve nerviosa. ¡Ay! Trip me estás aplastando- relajo los brazos que inconscientemente la aseguré a mi pecho.
-To...tomó tu meno. ¿Cómo se llama ese "amigo" tuyo, dulzura?- le pregunto tratando de sonreír.
-Tienes una sonrisa muy rara, Trip. ¿Estás bien?- pone su mano en mi frente como hace Aida para ver si tengo fiebre.
-Estoy bien. Sólo dame el nombre, lo visitaré.
-No creo que quiera que lo visites. Lo asustarás con la mirada que tienes ahora.
-Oh, no. Será una visita amistosa- donde le aclararé que NO debe tocar a mi pequeña.
-No te lo diré- dice riendo.
-No te preocupes, ángel. Lo averiguaré- gruño.
Llegamos a la casa después de un rato. Aida está sentada en el sofá junto a Lily y Ben, conversando animadamente. Olivia parlotea sobre su nuevo amigo, yo solo quiero buscarlo ir enseñarle un par de cosas, nadie puede tocar a mi ángel y ese niñato no será la excepción.
-¡Aida! ¡Hola!- saluda Libby retorciéndose para que la deje en el suelo.
-¡Hola, pequeña! ¿Cómo estás?- le pregunta y me mira con cautela.
-¡Hice un nuevo amigo! Se llama Ma...ups- se detiene antes de que pueda anotar el nombre del niño- No te puedo decir su nombre, porque Tristan quiere ir a hablar con él. Yo le dije que lo asustaría con esa loca mirada que puso.
-¿Un nuevo amigo dices? ¿Cómo es?- pregunta Ben sonriéndome de forma maligna.
-Es divertidísimo- dice emocionada.
-¿Te gusta?- pregunta de nuevo.
-¡No! ¡No le gusta! ¡Solo cállate!- exploto mirando a mi alfa con ira.
-No me gusta, tonto. Es un niño.
-Olivia, por qué no vas a jugar a tu habitación mientras los adultos hablamos.- interviene Lily.
-Está bien, las conversaciones de adultos son aburridas.- se va corriendo. Esperan unos minutos antes de hablar.
-Ahora sí. ¿Por qué llamó el director?- pregunta Aida con seriedad.
Les conté todo lo que hizo Olivia y lo que dijo Anna, ellos me miraron con asombro y después con ira. Lily dijo millones de palabrotas amenazando con cometer asesinato si nadie hacía nada. Ben la tranquilizó besándola, prometió hablar con ella y si no entra en razón castigarla, igualmente iba a hablar con los padres de los niños porque una manada es una unidad, desde bebés se les enseña a ayudar a los demás y es inaceptable que esto ocurra a tan temprana edad.
Ha pasado una semana desde el incidente de Olivia. Ella tiene más amigos en el colegio aunque siempre habla de ese niño, aún no me dice el nombre y eso que la he sobornado con todo tipo de dulces. Es un hueso duro de roer.
-Trip. ¿Puedo jugar con el lobo?- pregunta con entusiasmo. Finjo pensarlo por unos minutos.
-Mmm, no lo sé. Él no tiene ganas ahora.- miento, mi lobo está todo emocionado por eso.
-Por favor- hace un adorable puchero con su boquita.- te daré muchos abrazos, por fis.
-De acuerdo. Vamos al bosque.
-¡Yey!- grita ella. Corriendo a mi alrededor.
Nos adentramos por el bosque, Olivia me canta una nueva canción que aprendió en la radio. Me rio por sus tontos jueguitos y chistes que no puede contar porque se carcajea antes de terminarlos.
-Trip ¿Qué es un mate?- su pregunta me deja helado, he tratado de evadir esa pregunta desde que aprendió a hablar.
-Es cosa de adultos, no lo entenderías.- ella se cruza de brazos y frunce el ceño.
-Yo soy adulta. ¿Tener un mate es como tener un mejor amigo?
-Algo parecido- digo aliviado- ¿Por qué quieres saber?
-Es que mi amigo me dijo que cuando fuera grande yo iba a ser su mate, pero ya soy su amiga. No entiendo- ¡Ahora sí que lo mato! Olivia es mía, mía. Mía.
-¡NO!- grito- él no es tu mate, nadie más puede ser tu mate.
-Pero tengo muchos amigos. ¿No puedo tener amigos?
-Es que un mate no es tu amigo. Es un novio- digo desesperado.
-¿Un movio? ¿Cómo Ben y Lily?- pregunta con una mueca de disgusto.
-Novio- la corrijo- Y sí, exactamente como ellos.
-No quiero un movio. No me gustan los niños, son sucios y ruidosos. Además no les gusta jugar con mis muñecas. ¿Los mates se dan besitos?- pregunta de forma inocente.
-¡Sí! ¡Se dan muchos besitos! Iugg. Niños sucios- digo fingiendo desagrado.
-Espera ¿Tú tienes una mate?- frunce el ceño.- No quiero que le des besitos a otras chicas. No me gusta.
-A mí no me gusta que otros niños te tomen de la mano. Hagamos un trato.
-Bien.
-Tú dirás que cuando seas grande serás mi mate, para que otros niños no te toquen y yo les diré a las chicas que tú serás mi mate así no me darán besitos.
-Hmm me gusta ese trato. Bien.- extiende su mano y yo se la estrecho.
-Todos mis besos te pertenecen, ángel- susurro y le doy un beso en su mejilla.
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El ángel del Lobo
WerewolfSostengo a la bebé entre mis brazos, la miro con adoración y sus ojos violeta me devolvieron la mirada. "Eres mía pequeña y te prometo que nadie te hará daño" Obra registrada en SafeCreative