Capítulo 22

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Ahora

-Bueno, creo que esto han sido suficientes revelaciones por esta noche, quiero que Olivia duerma unas horas más antes de llevarla a su casa –dice Tristan cuando bostezo por segunda vez. Realmente estoy cansada, solo he dormido un par de horas y son las 6 de la mañana.

-Además creo que es demasiado que asimilar para alguien que creía que era humana hasta hace unas horas– dice Rose sonriéndome con condescendencia, está completamente en lo cierto, siento que mi cabeza da vueltas con tanta información nueva, yo siempre creí que los vampiros, hombres lobos y brujas eran solo cuentos de hadas pero ahora no son solamente reales sino que también pertenezco a su mundo.

-Sí, por favor. Tengo que estar en casa temprano, antes de que mis padres se levanten. –comento asintiendo con la cabeza, no sé lo que Naira le dijo a nuestros padres, pero es mejor prevenir que lamentar.

Tristan se levanta de la silla, me toma de la mano para guiarme a su habitación. Me acuesto en la enorme cama un poco nerviosa al sentir su mirada seguir todos mis movimientos. Tristan se acuesta a mi lado y me abraza apretadamente contra su cuerpo, siento mis mejillas sonrojarse, creo que nunca me acostumbraré a estar tan cerca de él.

-¿Por qué estás tan tensa ángel?-susurra frotando lentamente mi espalda, una extraña sensación de calidez comienza a llenar mi cuerpo.

-Por nada- respondo un poco cohibida. En un abrir y cerrar de ojos estoy sobre mi espalda y Tristan está sobre mí apoyado sobre sus brazos, hago puños con mis manos para evitar tocar su desordenado cabello rubio.

-No me mientas.-su rostro está muy cerca del mío.

-Es que...no sé qué hacer con todo esto que siento...por ti. Nunca me he sentido así por nadie y...estoy un poco abrumada-le confieso un poco avergonzada.

-Ni si quiera puedo imaginar cómo te debes sentir. Todo ha pasado tan rápido, yo he tenido tiempo para acostumbrarme a todo esto. Así que no te sientas mal por sentirte un poco incómoda.- él se apoya en sus codos y sostiene mi cara con sus manos, su mirada es muy intensa, muerdo mi labio inferior al sentir estas repentinas ganas de besarlo.- Yo de verdad que tenía buenas intenciones. Te juro que sí. Iba a esperar a que te acostumbraras a mí, antes de dar el siguiente paso. Pero me lo pones muy difícil.

-¿Difícil?- pregunto confundida.

-Sí, difícil. Eres tan malditamente linda, que solo quiero comerte a besos. –no sé de donde saqué el valor de acortar el espacio que nos separaba y posar mis labios con los suyos.

Tristan gime y profundiza el beso, al principio no sé qué hacer pero me guía con su boca, mi corazón comienza a latir rápidamente contra mi pecho, él muerde suavemente mi labio inferior antes de separarse de mí.

-Vaya- digo sin aliento.

-No creo que pueda ir lento, Libby.

-Yo...yo no quiero ir lento- murmuro sonrojada.

-Bien.- dice antes de volver a besarme, poco después retomamos la posición original, yo apoyo mi cabeza en su pecho y rodeo su cintura con mi brazo.-Hasta que no sepamos lo que realmente ocurrió trata de mantenerte alejada de Griselda –dice en mi oído.

-Pero pensé que ya habíamos aclarado todo.

-No sabemos si esa cosa se mete en su cabeza de nuevo y no dejaré que nada te dañe –besa mi mejilla con cariño. –Ahora duerme.

Me duermo escuchando el constante latido de su corazón y por primera vez me siento como en casa, es como si se hubiera llenado ese vacío de mi interior que siempre había sido parte de mí, pero que había aprendido a aceptar.

El ángel del LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora