Ahora
Observo las estrellas y la luna, siento el frio aire impactar en mi rostro, supongo que es una hermosa noche pero en estos momentos de mi vida ya no sé lo que es hermoso de lo que es feo.
Desde que apartaron a Olivia de mi lado todo es gris y sin vida, tengo un agujero negro por corazón ya que me lo arrancaron cuando se la llevaron, la he buscado hasta por debajo de las piedras pero simplemente se desvaneció en el aire, ya nada tiene sentido sin ella.
La única cosa que me mantiene con vida son las esperanzas de encontrarla, sé que está viva lo siento en mi interior pero no sé dónde está, hace 12 años que no veo sus ojos violetas, que no siento su característico aroma a algodón de azúcar, que no escucho su voz cuando me cantaba. Cada día la extraño más ya no soy el mismo hombre que era antes, renuncié a mi puesto como beta ya no veo a mi familia ni a mis amigos, solo tengo contacto con Rose.
Solo por ella estoy aquí, me escribió que Ben y la manada me necesitaban para una misión importante con relación a los vampiros.
-Hola Trip- saluda Rose detrás de mí.
-Hola Rose. Estás muy cambiada.
-Eso pasa cuando creces- dice sonriendo. Es alta su cabello está más oscuro y sus rasgos más maduros. – Tú en cambio estás igualito.
-Eso pasa cuando eres hombre lobo.
-Lo sé, también soy una.
-¿Desde cuándo?
-Me transformé hace unos meses.
-Felicitaciones.
Un Hombre Lobo cuando se transforma por primera vez comienza a envejecer mucho más lento que un humano por eso podemos vivir varios cientos de años.
-¿Para qué me necesitas?
-No sé si sabes pero Ben quiere que encuentre a mi mate, hemos visitado varias comunidades y manadas pero no lo encuentro, pero me falta una por visitar, es como una pequeña ciudad queda lejos de aquí y quiero que me acompañes.
-¿Para eso me quieres? Sabes que te aprecio Rosie pero tengo que seguir buscando a Olivia.
-Lo sé, pero hace unos días Griselda, una de las brujas que peleó con nosotros contra los vampiros cuando Libby desapareció, dijo que en esa ciudad hay una fuente de magia muy pura y poderosa, es casi imperceptible pero cada vez va aumentando, sabes que cuando Olivia cumpla la mayoría de edad que será en unos meses se activaran sus poderes.
-Me estás queriendo decir que Olivia está en ese lugar.
-Podría estar en ese lugar.
-Estoy dentro.
-Tendremos que matricularnos en un instituto para guardar apariencias, porque como te dije la ciudad es pequeña y casi todos se conocen.
-Estoy dentro.
Dos días después.
-Me puedes repetir ¿Por qué tengo que hacer esto?- me quejo mirando a Griselda a hacer su magia sobre mi.
-Llamas mucho la atención, cambiaré tu apariencia y pasarás desapercibido.
-Pero si Olivia está ahí no me reconocerá.
-Si la vez te cambiaré de nuevo.
-Bien- todo por mi mate.
Me están haciendo un cambio de imagen, gimo, cuando mi 1.90 de estatura se encoge a 1.68. Mi cuerpo musculoso se reduce a un cuerpo de un niño de 12 años, mi cabello permanece igual gracias a la Diosa.
-Me veo como...-me detengo cuando escucho el sonido agudo de mi voz. Rose comienza a reírse como si no hubiera un mañana.- Esa es mi voz.
-Sí, tu voz no combinaba con tu apariencia- dice Griselda sonriendo.
-Me veo ridículo- digo.
-No, en realidad no. Antes seguías siendo un ridículo.
-Como siempre tú de bella Rosie.
-Siempre a la orden.
-Muy bien, váyanse o si no llegarán tarde.
Caminamos hasta el enorme edificio de ladrillos, hay adolescentes por todos lados, suspiro con fastidio, pensé que nunca volvería a un lugar así desde que me gradué. Miro a un chico especialmente ruidoso que está apoyado en un costoso auto y muchas personas tratan de llamar su atención.
Idiota.
-Voy a mi casillero te veo a la hora del almuerzo- se despide Rose.
Me olvido de todo lo demás y me concentro en los olores, deseando sentir ese dulce aroma de algodón de azúcar, mi lobo aúlla con dolor cuando no siento su presencia. Otra decepción más. Comienzo caminar hacia la salida, no me quedaré en este sitio si Oliva no está, lo que quiero hacer es transformarme y correr hasta caer desfallecido y olvidar este dolor en mi pecho que ya parece parte de mi.
Mi celular vibra en mi bolsillo, lo saco sin ánimo de nada.
Fastidiosa: ELLA ESTÁ AQUÍ
Yo: ¿Dónde?...
No termino de escribir mi mensaje cuando un pequeño cuerpo impacta contra el mío, gruño de frustración y lo empujo ¡¿Dónde está mi mate?!
-Auch- escucho un quejido desde el piso. Suspiro y me devuelvo
-Lo siento ¿Estás bien?- pregunto a una chica que busca algo de forma frenética en el piso, veo unas enormes gafas de montura negra no muy lejos cuando estoy por alcanzarla el chico ruidoso de la entrada las pisa y se marcha riendo.
Maldito.
-¿Estás son tus gafas? Un imbécil las pisó.
-No te preocupes, tengo otras de repuesto- dice la chica levantando la mirada. Jadeo al ver esos ojos violeta que conozco bien.
-Eres tú.
K{pSy
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El ángel del Lobo
WerewolfSostengo a la bebé entre mis brazos, la miro con adoración y sus ojos violeta me devolvieron la mirada. "Eres mía pequeña y te prometo que nadie te hará daño" Obra registrada en SafeCreative