El ángel del Lobo

Capítulo 6

Ahora

Genial, ahora tenía que explicarle a mis padres que rompí otras gafas, van a matarme definitivamente, pero no fue mi culpa si Naira no hubiera hablado de desempolvar mi lugar de diversión frente a la chica nueva no hubiera estado tan avergonzada, hubiera prestado atención al camino y no habría chocado con el chico.

Así que culparé a Naira.

Levanto la cabeza tratando de enfocar al chico que estaba frente a mí, pero sin éxito, soy más ciega que un topo.

-¿Olivia?- dijo con ¿emoción?

-Em... sí, ese es mi nombre.

-Soy yo Tristan- dice.

-¿Eres el primo de Rose?- pregunto con confusión- La conocí en el pasillo.

Me doy cuenta de que sigo en el piso y me levanto rápidamente. Me tambaleo un poco pero el chico, Tristan, rodea mi cintura con su brazo. Eso me hace sentir incómoda.

-Te he estado buscado durante años- susurra en mi oído, no puedo evitar estremecerme, me muevo tratando de alejarme de él.

-¡Tristan!- escucho el grito de una chica- Te he estado buscando.

-Libby ¿Qué sucedió? ¿Dónde están tus gafas?- pregunta Naira preocupada.

-Un idiota las pisó- gruñe Tristan.

-¿Tú quién eres?

-Soy Tristan, el ma...

-Mi primo- interrumpe Rose.

-Ven Libby, busquemos tus gafas de repuesto en mi casillero.- Naira me toma del brazo y me guía por el camino.

-¡Es ella!- le grito susurrando a Rose, mientras las seguimos. Estoy lleno de felicidad y esperanza, me llevo una mano al pecho sintiéndolo por primera vez en años.

-Cállate idiota. Ella no nos reconoce

-¿Qué?- digo saliendo de mi burbuja de amor y corazones

-Olivia no sabe quiénes somos.

-Obviamente no sabe quién soy, este no es mi cuerpo- le digo sonriendo- iré y le pediré a Griselda que me devuelva a mi estado normal.

-Ella NO me reconoce- explica Rose.

-Has cambiado mucho

-¿Cómo pudo olvidarlo? Tenía 5 años cuando se la llevaron, las personas ya mantienen recuerdos a esa edad.

-Pues ella no. Además ¿y qué si no me recuerda? Ya la encontré y eso es lo importante.

-¿Te has dado cuenta que no huele como antes?- susurra Rose.

-Sí- digo desconcertado, ella no tiene su típico olor a algodón de azúcar, en realidad no huele a nada y eso es extraño porque todas las cosas y personas tienen un olor particular.- pero ya averiguaremos por qué.

-¡Listo!- dice Naira colocándome mis gafas. Todo se enfoca y deja de ser borroso.

-Gracias.

-Estas son las últimas gafas que te quedan así que cuídalas- me regaña.

-Sí mamá- alguien se aclara la garganta detrás de mí.

Me volteo y veo a Rose y su primo Tristan, él es flaco y desgarbado, su cabello rubio es rizado y desordenado, es más alto que yo, tiene una enorme y agradable sonrisa y sus ojos son verdes y brillantes. Es lindo.

-¿Me darías mis gafas? O lo que quedan de ellas- pregunto sonrojándome.

-Claro, aquí tienes- dice sin perder la sonrisa mientras pone mis gafas rotas en mis manos, apenas las toco se reparan como por arte de magia, las oculto disimuladamente, Rose y Naira están hablando, no se han dado cuenta y Tristan solo me mira a la cara así que tampoco vio. Suspiro aliviada.

"Es tan hermosa" escucho una voz masculina dentro de mi cabeza. Sacudo la cabeza, eso no es real, eso no es real, me repito mentalmente. El timbre suena haciéndome sobresaltar.

-Ya me tengo que ir a clase- anuncio.

-¿Qué clase tienes?- pregunta Tristan.

-¿Yo?- me señalo a mí misma.

-Sí tú- dice riéndose, su risa hace que mi corazón lata un poco más rápido.

-Matemática.

-Yo igual- me mira como insinuándome algo.

-Oh- me limito a decir.

-Deberían ir juntos ya que tienen la misma clase- interviene mi hermana.

-Em...sí, si tú quieres- digo sonrojada.

-Sí- dice un poco demasiado rápido.

-Vamos- digo.

-Recuerda tu lugar de diversión- grita Naira a mi espalda haciéndome sonrojar.

-¿A qué se refiere?- me pregunta Tristan.

-Nada, no le hagas caso ella está loca.

-Si tú lo dices- pasa un brazo por sobre mis hombros, yo inmediatamente me tenso, no estoy muy acostumbrada a que me toquen, a menos que sea mi familia.