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- ¡Dejemos ya de hablar de cosas tan aburridas como las clases, Rey!- ordenó una interesada Jessika Pava después de beber un poco de zumo que les había llevado Leia antes. Los chicos ya se habían marchado y ella se había quedado para hablar de cosas de chicas, algo que a Rey le iba gustando cada vez un poco más- Dime que te traes con el chico que había venido antes

- Nada, Roy es el ayudante del que ayuda con todo este problema- contesto un tanto sonrojada- nos llevamos bien y a veces nos quedamos hablando, nada más, Jess

- Tu cara de tomate mutante me dice otra cosa, amiga- ella alzó una ceja, dejando una cara digna de emoticono. Rey solo pudo reírse del nerviosismo- ¿por qué no le pides una cita? La cara que tenía era de estar totalmente interesado en ti

- No creo que quiera ir conmigo a tomar algo fuera...

- ¡¿te gusta?!

- ¡Que no, Jess! A demás, él me ayuda a meterme en la cama después de que me cambie de una forma muy patosa

Aquello terminó entre risas y golpes amistosos. Jessika le terminó de contar una de sus nuevas aventuras amorosas de la academia, a lo que Rey solo sabía sorprenderse por cada novedad que le traía. Al final la dejo sola, rato que aprovecho para escribir en su querido diario. Le iba a contar que ya iban días que no veía ni a Luke ni a su abuelo de lo tanto que estaban trabajando, que los cuatro se habían vuelto mejores amigos que antes, sus estudios en casa, la ayuda con Roy y la mala relación con Ben. Su asunto pendiente con él nunca terminaba de arreglarse pues siempre estaba a la defensiva, con música o simplemente no estaba. Pero por los gritos y todo el sonido exterior, podía imaginarse lo peor. Y no quería imaginarse lo peor de Ben, quería recordar cada detalle que veía olvidado en él. Quería de vuelta a ese niño que tanto quería de pequeña. Pero no se veía amándolo como él esperaba. ¿Cómo se pasaba a amor años de odio?

Nada más terminar de desahogarse con su diario, lo escondió al tiempo que Han le traía la comida. A veces Leia no podía por el gran problema de hijo que tenían, pero era un detalle que le encantaba pues hacía olvidarse de ese resentimiento a "tío Han" ausente que tenía. Él siempre preguntaba que tal le iba y no fingía el interés. Estaba preocupado y podía imaginar que era por ser una Kenobi. Sin duda, los Kenobi tenían muy mala suerte con lo accidentes.

- Me encantará ir a tomar algo juntos, Rey- le contestó el ayudante con una sonrisa. Aun Rey no se lo creía, ya tendría algo positivo que contarle a su amiga. Le había costado días preguntarle si quería ir a tomar algo juntos a la tarde y que dijera que si la alegraba bastante

- Tu jornada ha terminado, vete

Aquella orden fuera de lugar no era más que de Ben. Estaba apoyado en el marco de la puerta, mirándolos con una expresión de puro asco. Rey iba a replicarle cuando su amigo se despidió de ella agarrando su chaqueta. Odiaba que tuviera esa actitud tan descortés hacia él. Nada más cruzar la puerta y ver desde el pasillo como abandonaba la casa, entro en la habitación de Rey cerrando la puerta detrás de ella. Sabía que lo hacía para que nadie molestara, no porque ella fuera a huir. Aun necesitaba más tiempo para ver los verdaderos progresos.

- ¿Qué quieres? Le preguntó terminando con ese incómodo silencio que tanto incomodaba

- Explícame que haces pidiéndole a ese engendro una cita- se notaban demasiado fuertes sus celos, para desagrado de ella- No deberías...

- Tu no deberías decirme nada después de escuchar cosas que no debo por el ruido que hacen tus amigas- lo atacó bastante molesta.

- Con ellas yo no tengo nada serio- intento justificarse, haciendo que Rey se riera de una forma muy falsa e irónica- A quien amo es a ti

- Son palabras demasiado grandes para ti, Solo- intentó aparentar una seriedad que no podía- Si yo quiero quedar con Roy, lo hago. No tengo porque darte justificaciones. No eres nada en mi vida

- Soy al que le prometiste que le ibas a querer siempre

- Dime que demonios paso cuando bebí en ese lugar

- Nos besamos después de que me llamaras gilipollas por haber cambiado porque querías al viejo Ben- lo dijo con una naturalidad que le hizo tener arcadas a Rey- Pero claro, aquí doña amnesia no se acuerda, como de la promesa. Tienes esa misma mirada: "debe de ser falso" porque no me crees. Nunca me crees.

- Me mentiste con el asunto de las píldoras. ¿te tengo que creer con esto? Déjame en paz, Solo

- Acabarás cediendo, Kenobi

Ella le restó importancia a sus palabras. Rey se conocía a si misma y sabía que no iba a ceder porque no había nada que ceder. Una vez más, no entendía porque Ben se había quedado estancado en esa supuesta promesa del que ella no se acordaba. Debía mirar adelante y no a ella. Al poco que se marchó, recibió la visita de Leia aun vestida del trabajo. No le contó que había pasado, solo que había acordado tomar algo fuera el día siguiente con Roy. Ella lo tomó demasiado bien, como si fuera su primera cita, a lo que intentó corregirse pero ya era demasiado tarde.

Al día siguiente, se sorprendió de si misma. Nunca se había quedado mirando por tanto tiempo que ropa ponerse. Pensó en mandar un mensaje de ayuda urgente a Jessika, pero simplemente lo dejó caer y se puso algo normal. Las palabras de Leia "suerte en tu primera cita" la habían tocado demasiado. Se repitió a si misma que no era el caso. Los ejercicios cada vez eran un poco más dolorosos, aunque ya se podían ver poco a poco los resultados. Nada más terminar y cambiarse, Roy no tardó en llevarla a un bar que estaba cerca del centro donde la llevaban. No podía negar que estaba nerviosa y él también lo estaba un poco. Tras un silencio incómodo, ambos empezaron a reir.

- Es que todavía tengo en mente como tu hermano...

- No es mi hermano- lo corrigió enseguida- es que su familia es amiga de la mía desde siempre y como estoy sola con mi abuelo me llevaron con los Solo

- ¿tus padres?- preguntó un tanto curioso, pero se retracto al ver la cara de pena de la chica

- Muertos en un accidente- le respondió intentando mantenerse fuerte- Pero tranquilo, no pasa nada

- Hablemos de cosas bonitas como... ¿te gustan los coches?

En ese momento, todo se volvió riras y comentarios más allá de los coches. Rey veía en ese chico que la ayudaba a volver a caminar un buen nuevo amigo. NO pens'po que fueran a hacer buenas migas en tan poco tiempo. Había ayudado mucho el tener tantas cosas en común. Le contó algunas divertidas anecdotas y él la hizo prometer que, en cuanto volviera a caminar, irían juntos a la bolera a probar esos magnificos nachos gratuitos. El tiempo pasço volando y por no despedirse de inmediato, cogieron el camino largo para poder seguir hablando. No podía negar que a veces era muy incómodo ir girando la cabeza para poder tenerlo de frente. Nada más llegar, costó bastante que Ben abriera la puerta. Se le veía totalmente enfadado, más cuando el chico se despidió con un largo abrazo lleno de cariño. Por las marcas que tenía, a Rey no le costó mucho adivinar que había estado haciendo en su habitación mientras ella no estaba.

- Estas echando tu vida a perder- le dijo después de que este la ayudara a tumbarse en la cama

- Dame la tuya

- ¿cómo?- aquella frase no había tenido ningún sentido- Ben, olvidate de la promesa y cambia, por favor

- No me pidas cosas que sabes que no pasaran, Rey, y admite que me quieres

- Estas enfermo, Ben. Yo jamás me enamoraría de un adicto sumamente idiota- lo insultó sin compasión

Enfadado, Ben se abalanzó sobre ella para robarle un largo e intenso beso. Desesperada, intentó zafarse como podía, pero solo contaba con las manos, estaba en clara desventaja. Tuvo que mordelo para que este finalmente terminara con ese asqueroso beso. Aguanto las lágimas de impotencia, ese beso forzado la había dejado completamente sonrojada.

- Pienso aprovechar cada estúpido minuto que estés aquí, Reineta

Crossroads (El Diario de Rey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora