ABIGAIL
Me quedé mirando la puerta unos segundos hasta que pude reaccionar. Alejandra me había rechazado claramente y había aprovechado que Carlota estaba así para irse lo más rápido que pudo. Me limpié la lágrima que caía por mi mejilla e intenté centrar toda mi atención en Carlota para no hacerle caso al agudo dolor que sentía en mi pecho y que hacía que casi mis rodillas fallasen. Poco a poco llegué hasta el sofá con Carlota entre mis brazos y nos sentamos. La dejé que llorara, que se desahogara, que se quedara a gusto, mientras que yo solo le acariciaba la espalda y miraba a la nada. Pasó más de media hora hasta que Carlota se calmó lo suficiente como para poder articular palabra. La separé un poco de mí para mirarla a los ojos y le pregunté qué había pasado para que estuviese así.
-Ayer a mediodía estaba en la oficina. No suelo ir los sábados pero estamos con una cuenta muy importante. Estaba por irme pero antes entré al servicio y me encontré a una compañera, estaba muy feliz, su cara reflejaba tanta felicidad que no pude evitar preguntarle cuál era el motivo y ella sin dudarlo un segundo me respondió... resulta que esa misma mañana había estado hablando con Javier y... y él le dijo que tenía dudas sobre su compromiso... ella lo intentó consolar y obtuvo a cambio de eso un beso y un polvo en el despacho de Javier... él le dijo que dejaría a su prometida por ella- volvió a llorar- ¿cómo he podido ser tan estúpida Abigail? ¿Cómo? Ese hijo de puta ha usado la misma historia para todas, a saber cuántas más hay... me siento idiota, utilizada, como una puta mierda Abi...- ella se aferró a mi con mas fuerza y volvió a llorar.
-No llores mas preciosa... él no te merece, una mujer tan maravillosa como tú merece algo mucho mejor que ese cabrón. Siento mucha pena por su prometida si es que al final se casa con él.
-Yo también, ninguna mujer se merece eso, aunque parezca muy cínico por mi parte.
-Tú no tienes la culpa, tú solo llevabas mucho tiempo enamorada de él y... lo diste todo sin pensar en lo que viniese después- mi cabeza recordó a Alejandra en el momento justo en el que me rechazaba, dios, no sabía que esto dolería tanto... me entraron una ganas tremendas de gritar y sacar todo el dolor que llevaba dentro, pero no lo hice, no me permití el lujo de sentirme triste y derrotada, no al menos delante de alguien.
-¿Sabes qué hice cuando mi compañera me dijo eso? Nada... le sonreí y me fui fingiendo que llegaba tarde a un compromiso. Llegué a casa y lloré, lloré muchísimo, hasta quedarme dormida... y esta mañana al despertarme, sentí una gran necesidad de hablar con alguien... de sentirme querida, así que me he dado una ducha rápida, me he vestido y he ido hasta el piso de Claudia... llevaba unos días echándola mucho de menos, la recordaba a cada momento, pero ella apenas quería tener contacto conmigo pero yo aún así he ido. Nada mas abrir la puerta me he abrazado a ella y he roto a llorar... pero ella se ha quedado en la misma postura, no se ha movido ni un centímetro. Yo le he dicho que la echaba de menos y que necesitaba a alguien con quien hablar y ¿sabes lo que me ha dicho?- yo me esperaba la respuesta teniendo en cuenta el estado en el cual ella había venido hasta a mí pero aún así le pregunté- me ha dicho que no tenía tiempo para mi, que estaba muy ocupada y que si yo no había sacado tiempo para ella en los momentos buenos ella no lo sacaría para mi en los malos, mierda Abi, ¿qué cojones significa eso? Yo he intentado hablar con ella y vernos todo este tiempo pero ella no ha querido y encima me viene con esas... encima me ha apartado de ella y me ha cerrado la puerta en las narices- ¿cómo podía haber sido Claudia tan tonta? Podría haberla cuidado y haberle dado cariño y así demostrarle que la quería pero no, ella es tan orgullosa que ha tenido que hacerse la dura- su desprecio me ha dolido incluso mas que el engaño de ese cabrón... la necesitaba y no ha querido estar ahí y eso me quema por dentro mas que mil infidelidades...
-Carlota...- la agarré de las manos y la miré a los ojos- ¿tú sientes algo por Claudia?
-Siento un gran cariño por ella, yo...
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Las lecciones del destino
RomanceAbigail y Alejandra, dos mujeres con vidas completamente diferentes, se encontrarán después de mucho tiempo...