41. Mi Hermano.

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Jason Bridges en multimedia.

P.O.V Julia

Estamos llegando a mi casa luego de haber ido al cine con Liam, cada cita es tan divertida, romántica e interesante. Él hace que cada una sea esa especial.

-¿Sabes una cosa July?

-Dime.

-Te me pareces mucho a una princesa.

-¿Ah sí? ¿A cuál?

-A Blanca Nieves, con esa piel tan blanca- Me tomó de la mano -Ese cabello tan negro- Acariciaba mi mejilla mientras inspeccionaba con sus ojos mi rostro -Esos ojos tan bellos y esos labios rojizos. Me encantas...Julia Nieves.

No pude reír al oírlo llamarme así, él y sus ocurrencias, me encanta como él es.

-¿Julia Nieves?

-¿Entonces prefieres Blanca Bridges?- Me muestra su enorme y blanca sonrisa en señal de broma.

-Me quedo con Julia Nieves.- Le doy un beso en la mejilla y luego él con delicadeza, toma de mi barbilla y me da un suave beso en los labios.

-No sé que hubiera sido de mí sin ti en los momentos más difíciles.- Veo la sinceridad en sus ojos, sus profundos y azules ojos. Y antes de que yo dijera algo, me abrazo con ternura y me dio un cálido beso cerca de mi oreja, un escalofrío recorrió mi cuerpo y me estremeció el calor de su respiración tan cerca de mi cuello. Pude sentir como comenzaba a sonreír y escuché una risita maliciosa. -No sabía que eras tan sensible y cosquilluda.- Se aparta lentamente y queda frente a mí, veo como brillan sus ojos con la luz de luna que nos llega y veo, esta vez de frente, esa sonrisita maliciosa en su rostro.

-Es...es por el frío, hace frío aquí afuera.- Me abrazo a mi misma y me froto las manos, para hacer un poco más creíble mi versión.

-Pues no pareces tener frío.- Tomó mis manos entre las suyas y me dijo: -No creo que tengas frío, por que tus rojas mejillas dicen otra cosa.- No puede ser, me puse roja otra vez, pensé. Él provoca esto en mí, y no sé, pero me agrada.

-Te ves linda- Me dijo, me sonrió y me dio un beso en las manos, otro en la frente y el último en la boca. -Ya me tengo que ir, July Nieves, nos veremos otro día. Te quiero.

-También yo a ti.- Lo abrazo y nos despedimos. Veo como se va alejando poco a poco y ya siento deseos de verlo de nuevo. Pronto será su cumpleaños, y parece estar muy feliz y tranquilo, desde ese día, el asunto del vídeo, he estado muy preocupada por él y por Abby. Él se veía tenso, nervioso, pero afortunadamente no ha pasado nada más en estos meses atrás. No me gusta verlo triste, lo que no alcanzo a entender, es el ¿porqué esa mujer sigue insistiendo en hacerle daño a Liam? Ya está casada, se supone que debe estar feliz ya con su marido. Y otra cosa que tampoco entiendo es ¿cómo ella está embarazada? Eso no es posible, a menos que yo me haya equivocado...

En fin, lo que importa ahorita, es el cumpleaños de Liam, no sé que darle, talvez le pregunte a Gonzalo. No puedo evitar sonreír al pensar en Liam.

Y ahí me hallaba yo, caminando hasta llegar a la entrada de mi casa, cuando en el garaje de mi casa, veo dos autos, el de mi padre, y el de...Albert. ¡No puede ser¡ ¿Qué esta haciendo él aquí?. Busco con la vista, si por algún lado esta estacionada la motocicleta de mi hermano, porque si es así, significaría, que él es esta en casa, pero no la veo, él no esta aquí. ¡Que mal!

Entro cuidadosamente a mi casa, y recorro el pasillo en silencio. Estoy a pocos metros de la sala y para mi desdicha, las escaleras que llevan al segundo piso donde esta mi cuarto, quedan a la vista de la sala.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora