43. ¿Será qué ella...?

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Vengo de la tarde con el hermano de Julia, Jason, es un tipo agradable, algo serio al comienzo, pero me dice July que le caí bien. Sé que cuida mucho a su hermana, me lo dejo claro cuando Julia se levantó para ir al tocador y me dijo algunas cosas…de manera…amenazante:

-Escúchame bien Liam, mi hermana es lo más importante que tengo y no permitiré que le hagas daño, me caes bien, por ahora, pero si llegas a hacerla llorar o la engañas, me veré en la obligación de defender a Julia y no dejar que te le vuelvas a acercar. ¿Entendiste?

Carraspeó un poco mi garganta y trago algo de saliva, jamás le haría daño a July, eso lo aseguro, pero Jason me ve con esa cara de pocos amigos que de verdad le hace a uno tragarse cualquier cosa que fuese a decir.

-Claro que sí, todo está claro. Digo de la forma más tranquila posible, pero sin dejar de parecer atento a lo que me dice.

-Bien, más te vale. Se quedó callado bebiendo de su taza el café con leche que pidió, yo hice lo mismo, pero acto seguido de poner mi taza en la mesa.

-¡Ahh y otra cosa Liam! Me quedó atento y silencioso para que prosiga, ¿qué otra cosa querrá decirme? –Mi hermana, no quiero…no me gustaría que ella tuviera la misma suerte de tu ex. No comprendo bien lo que quiere decir con eso. Nota la confusión en mi rostro y me aclara lo que quiso darme a entender:

–Esto es un poco incómodo para mí, pero si no soy yo quien lo dice, nadie lo hará. No quiero sobrinos tan pronto…- Se queda pensativo unos segundos viendo hacía el lugar que estaba ocupando July hace unos momentos y continúa hablándome: -para ser honestos…simplemente no quiero sobrinos de mi hermana, es todo. Si me llegó a dar cuenta de que Julia termina embarazada por tu causa, créeme en lo que te digo y pon atención, no te será muy fácil deshacerte de mí y de lo que te vaya a hacer, ¿te quedó claro, muchacho?

Lo que veo en su rostro es bastante confuso, parece haber dolor, mezclado con enojo e impotencia, pero su petición la veo salir de lo más profundo de su alma, eso me preocupa un poco, tampoco es que quiera tener hijos ya con Julia, pero ¿y si llegáramos a  tenerlos? Julia ama los niños, me ha hablado tantas veces de su sueño de ser madre algún día y ahora esto de su hermano, me confunde un poco.

-Yo…yo tampoco quiero eso para Julia- La verdad no me había detenido a pensar en qué pasaría si algo llegará a fallar y se repitiera la situación, me da miedo arruinar la vida de Julia de la forma que dice Brenda que hice con ella, no quiero que me odie, me dolería en lo más profundo, por eso no quiero eso para ella. Jason abre más sus ojos y me ve con asombro.

-¿A qué te refieres con “eso”?- No puedo adivinar qué será lo que está pensando, pero ¿no era acaso es la respuesta que él esperaba? -¿Acaso Julia te contó lo de…mamá?

-No entiendo, ¿de qué me estás hablando ahora? Veo como su mirada se relaja y su ceño vuelve a su forma normal.

-Nada, solo olvídalo, pero ya sabes, eso es lo único que te pido, cuídala mucho que ya ha pasado por bastante.

-Claro, cuidare bien de ella, ella es realmente muy importante para mí.
-Parece que se entienden bastante bien sin mí aquí, ¿se divierten?- Pregunta mi linda novia cuando nos ve conversando.

-Solo lo estaba advirtiendo, sólo eso. Le dijo sin preocupación. Los ojos de Julia se abren y esa mirada la conozco, me la hace Fio cuando digo algo que la avergüenza, es esa típica mirada de “te voy a matar hermano”, me sonrió al verla.

El resto de la tarde todo transcurrió tranquilo, reímos, conversamos, todo resulto bien, Julia se veía muy feliz de ver lo bien que nos llevamos. A mí también me agrado su hermano, aunque eso de los hijos, me sigue dando vueltas en la cabeza.

* * * * * * * * *

-¡UNA FIESTA DE DISFRACES! Grita mi bulliciosa hermana ante la idea de mi amigo.-¡SUENA ESTUPENDO!- Sigue gritando Fio.

-No grites así escandalosa, me dejaras sordo y no creo que quieras a tu novio sordo. Se queja mi amigo.

-No lo sé, no estamos algo grandes para eso, además, tampoco tengo ninguna intención de hacer fiesta ni nada.- No tenía la intención de celebrar mi cumpleaños.

-¡Abby, el puré va dentro de la boca, no en el suelo!- Mi amigo intenta darle un puré de manzana a Abby, pero parece que mi hija no quiere cooperar con él.

-¿Y eso que tiene de malo? ¿Sólo por cumplir diecinueve ya no puedes divertirte un rato?- Replica mi amigo.

-Será divertido, y vestimos a Abby de patita, y yo seré…mmm, ¿de qué podré disfrazarme?

-¿¡Pero qué acaso ustedes dos no me oyen?!- Reclamo.

-Ay hermano, admítelo, sé que te gustaría ver a Julia disfrazada y está es una buena excusa- Ese es mi amigo hablando, no me sorprende.

-Bueno, mientras deciden que hacer, yo me preparé algo.- Dijo Fio mientras abría la refrigeradora. Saco algo de queso y jamón para prepararse un emparedado.

-Yo quiero uno, linda- Le dice el vago de mi amigo, esperando a que ella le prepare uno.

-Hazlo tú cariño- Le guiña un ojo y comienza a rebanar el queso, pero parece sentirse mal.

-¿Te encuentras bien hermana?- La veo llevarse la mano a la boca y soltar el cuchillo que tenía y salió corriendo al baño, de lejos se escucha ¿vomitando? No me explico que le ocurre, veo a mi amigo en busca de respuestas, pero él se ve igual de confundido que yo. Fio vuelve a la cocina algo pálida y nos ve a ambos confundidos, excepto Abby, ella está muy entretenida metiendo sus manitas en la taza del puré de manzana.

-¿Todo en orden Fio? ¿Te sientes bien?- Le pregunta mi amigo preocupado.

-Sí, sólo que me dio algo de nauseas, es todo, no fue gran cosa.- Vuelve al lugar en donde estaba y guarda el queso en la refrigeradora de nuevo, seguro algo le sentó mal, aunque eso no es normal en mi hermana.

Pasamos varias horas conversando entre los tres, ma y pa fueron a visitar a mi tía Dalia, que está algo enferma, una fuerte gripe.

Abby se entretiene con lo que sea que encuentre, me encanta esa etapa en los niños, en la que con un simple zapato les hace gracia y se ríen de cualquier juego que le hagamos. Taparse la cara con las manos y decir: ¡BUU!; les resulta divertido y se ríen con tanta alegría que lo hace a uno también contagiarse de su diversión. En este momento Abby le está enseñando el funcionamiento del zapato a Lobo, quien parece no estar interesado, solo deja que Abby haga lo que quiera con él, es un perro muy noble y no es para nada agresivo, y cuida bien a Abby. Recuerdo un día que Abby se nos escapó caminando, para variar, no la encontrábamos, porque por ser tan pequeña, cabe en cualquier parte y le encanta esconderse.

-¿Te encuentras bien linda?- Le pregunta Gonzalo a Fio, sacándome de mis pensamientos y dándome cuenta de que de nuevo salió corriendo a vomitar al baño. El rostro de mi amigo se ve más preocupado que antes.

-Estoy bien chicos…debe ser que algo me cayó mal…me iré a descansar y seguro me sentiré mejor luego.- Se ve bastante pálida, me preocupa ver a mi hermana así, no la había visto así antes.

Le dio un beso en la frente a mi amigo y se fue a su cuarto. Algo en mí comienza a alterarse, unas alertas empiezan a dispararse y me preocupa el hecho de que ya conozco esos síntomas, no quiero ni pensarlo, pero será mejor esperar, quizás me equivoco, pero si no es así, alguien terminará con un puñetazo en el rostro, y no es mi hermana precisamente.

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora