58. Ella es...

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Capítulo final. (Parte 3)

Días después...

  Todo ha vuelto a "la normalidad", pero ha sido muy duro. No sólo pasamos por eso Abby y yo, mi esposa  paso realmente mal el día en el que  fui por Abby, mi cuñado estaba muy preocupado, mi familia, mis padres y mi hermana también se angustiaron demasiado cuando supieron lo del secuestro de Abby, mi mejor amigo, Gonzalo, sé que también le afectó lo que vivió. Tratamos de que los gemelos no supieran mucho sobre el tema, pero al ver a Julia en el estado en el que se encontraba, tuvieron que decirles de la forma en que les afectará lo menos posible. Mi suegro y Vanessa también estuvieron preocupados. Pero afortunadamente ya todo pasó y ha regresado un poco la tranquilidad. Pero mi niña, mi Abby, sé que la ha pasado estos días. No ha pasado mucho desde lo sucedido, pero ya hay cambios en mi pequeñita. A veces se distrae fácilmente, habla muy poco, luce como perdida en otra parte, parece triste y confundida, tiene pesadillas por las noches en las que despierta llorando. Me duele verla así, siento que le he fallado como padre, es mi deber protegerla y es por mi culpa que se encuentra en ese estado. Haría lo qué fuera, para devolverle la sonrisa a su rostro y la alegría a sus ojitos...Debí...decirle todo desde que podía entenderme... 

No debe ser fácil darte cuenta a los seis años, que tú padre te ha mentido, que tú madre no es tú madre y por si fuera poco, la madre que te trajo al mundo te odia y además, le dispara a tú padre frente a tus ojos... Le he hecho mucho daño a mi pequeña.

El raspón que tenía Abby en su rodilla, Julia se encargó de curarlo y ya ha desaparecido un poco el enrojecimiento de su rodilla, aunque aún debe usar una bandita para cubrir la herida. Ya desearía yo que mi herida hubiera sido igual, tuve que recibir al menos tres pequeñas puntadas para unir y que sanara adecuadamente, aún tengo la zona roja e hinchada y hay ocasiones en las que me arde mucho. Pero la que se llevó la peor parte, fue...Brenda. Aunque parezca difícil de creer, ella...sobrevivió a la caída, no murió, eso al menos le da paz a mi conciencia de no sentir que fue mi culpa, pero está en estado de coma. Los médicos no creen que llegué a despertar, y si lo hiciera, sería con graves consecuencias en su cuerpo e iría a prisión, aparentemente, Brenda está ligada con temas de estafas millonarias de sus exs-maridos y si a eso le añadimos el rapto de Abby, Brenda debe muchas cosas.  

Meses Después…  

 Cada vez Abby está mucho mejor, la estamos llevando con una psicóloga y le está haciendo mucho bien. Ya no hay heridas de ningún tipo en su cuerpo. A mí sólo me queda una cicatriz que espero pronto desaparezca, no quiero tener recuerdos en mi piel de aquel día.

 En cuanto a Brenda…ella sigue aún en coma, no hay mejoría ni nada. Liliana es quién va a verla al hospital. El señor Octavio le dio la espalda y la señora Laura no hace nada sin permiso de su marido.  

 Mi familia se agranda, ya tengo sobrino nuevo, Gonzalo y Fio ya tienen su primer hijo, se llama Thomas Mendoza Johnson, se parece mucho a Gonzalo, pero tiene los ojos de mi hermana. Estoy muy feliz por ellos, ya soy tío. Tanto Abby como Louis y Leo, están muy contentos con la llegada de su nuevo primito. Gonzalo dice que ahora van en busca de la niña. Es un padre amoroso y atento con su hijo, cuida mucho de él y de mi hermana. Sin duda no podría haber mejor hombre para mi hermana que él, siempre formo parte de la familia, pero jamás hubiera pensado alguna vez que mi mejor amigo se convertiría en mi cuñado y el padre de mi sobrino.  

  Por otro lado, a Vanessa y a Jason les quedan pocos días para la boda y Vanessa está muy emocionada, pero mi cuñado está nervioso. Gonzalo está planeándole la despedida de soltero a Jason, sea lo que sea, sé que involucrará cervezas. Pero las chicas también están haciendo lo suyo y no sé qué harán.

 Todo volvió a su curso habitual, me sorprende la habilidad que tenemos de sobreponernos a situaciones difíciles, todo es gracias a mi familia, son mi fuerza y mi razón para salir adelante, quiero darles a mis hijos el mejor ejemplo que puedan tener para que sean fuertes en sus vidas.

 Lo único que me preocupa ahora, es que, aunque Abby ya esté mejor, hay ocasiones en las que se queda observando a Julia, de forma pensativa, tengo miedo de que esté desarrollando algún resentimiento hacia ella o hacia mí.

-Papi.- Me habla Abby con mucha timidez en su voz. Está entrando despacio a la sala con su peluche de conejo en sus brazos.

-¿Qué pasa, princesa?- Parece preocupada por algo y retuerce las orejas del peluche con sus deditos.  –Ven, siéntate aquí.- Le doy una palmada al sillón y ella corre hasta el lugar. Se sienta en medio de Julia y de mí.

-¿Qué tienes, linda?- Le pregunta July, al ver el rostro de preocupación de Abby.

-Es que…es que yo…- Exhala y mira fijamente a Julia, sus ojitos se empiezan a empañar, se restriega fuerte y sigue hablando. -¿Quieres seguir siendo mi mamá?- Julia abre más los ojos al igual que yo, no esperábamos una pregunta así.

-¿De qué hablas, nena?- Le pregunta Julia, tratando de ocultar el nudo en su garganta. Abby sorbe por la nariz y se limpia las lágrimas de sus ojos.

-Es que…yo quiero saber si tú quieres seguir siendo mi mamá, porque yo te quiero mucho y quiero que sigas siendo mi mamá…sé que tengo mamá de verdad…pero ella no me quiere, pero ¿tú sí, verdad?- No hay palabras para describir lo que siento en este momento al oí a mi hija hablar de ese modo. Lagrimas bajan por las mejillas de Julia y abraza fuertemente a mi niña.

-Mi niña… ¡Claro que te quiero, te quiero mucho!- Es una escena realmente conmovedora. Julia besa la pequeña cabecita de Abby. -¡Yo te amo mucho, mi niña! Y siempre voy a ser tu mamá, siempre, siempre, siempre…- Abby se voltea y me observa con toda su carita roja. -¿Tú también me quieres, verdad papi?

-¿Qué pregunta es esa, princesa? ¡Claro que te quiero, yo te amo!- Se abalanza sobre mí y me abraza fuertemente. –Tú y tus hermanos son lo más importante en mi vida, son mi todo…- Van entrando mis pequeños gemelos a la sala y nos observan.

-¿Qué pasa?- Pregunta Louis mientras se restriega los ojitos con su mano, estaban durmiendo.

-¿Están llolando?- Agrega Leo.

-¡Vengan acá, denle un abrazo a mamá y papá, y a su hermanita también!- Les dice Julia y ellos corren hasta nosotros nos abrazan fuerte.

-¡Los amo, a ustedes cuatro! Me han hecho el hombre más afortunado, le dan sentido a mi vida y sepan qué, no los cambiaría por nada.- Nos unimos en un caluroso abrazo grupal, digno de foto.

Sin duda soy un hombre afortunado, tengo una esposa que me ama y yo a ella, tengo una hija que es la niña más dulce que conozco y dos pequeños hombrecitos que nos alegran el día con sus sonrisas. No será la familia perfecta a los ojos de muchos, pero es mía y voy a cuidarla...Siempre.   

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora