51. ¡Felicitaciones!

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1 Mes Después.

 Nuestra luna de miel salió muy bien, de verdad la disfrutamos muchísimo. Pero ya estamos de vuelta y cuando volvimos recibimos un gran abrazo de nuestra princesa, se abalanzó sobre nosotros. Nos mostró todo lo que había hecho durante la semana en que estuvimos ausentes.

 Mamá nos dijo que se portó bastante bien, la llevaba a casa de Roxy para que jugara con Cory, él es otro niño que está creciendo rápido, mamá dijo que ya está aprendiendo a gatear.

 Julia entrara en un par de meses a estudiar pediatría, estoy muy orgulloso de ella, pero a la vez preocupado, últimamente ha estado más cansada que de costumbre, pero de seguro es por todo el trabajo que le casa le ha dado además del cuido de Abby, ya que no deja de correr por todas partes, es una niña inquieta.

8 Meses Después.

 Estamos en diciembre y estamos muy contentos, será nuestra primera navidad juntos. La casa ya está decorada y Abby está más que contenta, ha hecho adornitos para el árbol. Pero lo que me tiene muy feliz es que Abby ya llama “Mami” a Julia. La primera vez que lo hizo, July casi llora de la felicidad.  Pero ahora estoy aún más preocupado por July, ha subido algunas tallas desde nuestra luna de miel, no digo que se vea mal, pero me preocupa que sea por eso la razón que se agota con más frecuencia. Julia dice que es por su misma condición que puede hacerla subir de peso.

 Hoy es veinticuatro de diciembre e iremos a pasar la navidad a casa de mis padres mañana por la mañana. Sólo espero que July se sienta mejor, ha estado con dolores todo el día. Seguramente su periodo.

-¿Y qué vas a pedir para navidad?- Le pregunta Julia a Abby.

-Un hemanito, o un gato.- Abby sigue pintando en una hoja.

-¿Un hermanito?

-Sí, o un gato, miiauuu.

-¿Y te has portado bien?- Le pregunto.

-Siiii- Levanta el pulgar de su mano y me muestra sus brillantes dientecitos en una enorme sonrisa.

-Muy bien, pero ya es hora de dormir princesa- La alzo y la balanceo en el aire, ella ríe a carcajadas.

-¿Regalo?- Me pregunta Abby.

-Mañana mi princesa, mañana abrirás los regalos. Llevo a Abby hasta su cuarto para que duerma  Son las ocho de la noche y como Julia se siente un poco mal, es mejor dormir ya, no quiero que se sienta mal y no poder ir a casa de mis padres mañana.

-¿Cómo te sientes?- Le pregunto. Se sube a la cama con lentitud y algo de dificultad.

-Estoy bien, solo estoy sintiendo algo de presión aquí- Me indica su vientre. –Debe ser el periodo, a veces es así, pero estaré bien.- Se queja un poco y finalmente se acuesta, se ve un poco pálida y no creo que sea algo tan normal que este sintiendo tanto dolor.

Finalmente logra conciliar el sueño.  

-Liam, despierta- Oigo la voz de Julia llamarme.

-¡LIAM, DESPIERTA!- Su grito y un manotazo en mi espalda termina por despertarme. -¡Uy, lo siento cariño, perdón, pero es que me siento mal!- Se aprieta el vientre y de verdad se ve que la está pasando muy mal.

-¿Quieres que vallamos al hospital?

-¡Sí y ahora!- Me exige. En cuestión de minutos ya estaba con Abby y Julia en los asientos. Conduje lo más rápido que pude, el estado de July me asusta un poco, temo que sea algo malo lo que le está sucediendo.

Trata de contenerse para no asustar a Abby. Pasamos a dejar a Abby a casa de mis padres, sé que es un poco tarde, pero es una emergencia. Por lo menos estamos a mitad de camino, pero Julia no deja de quejarse de dolor y se ve más pálida. Está sudando frío y tengo miedo, en verdad no quiero que nada le suceda, me siento impotente de no poder ayudarle a aliviar su dolor, no sé qué es lo que tiene, no sé qué es lo que le sucede.

-¡Liam!

-¿Qué?

-¡Liam, Liam!

-¿Qué ocurre?

-¡Estoy mojada!

-¿Cómo?

-¡Hay agua en el asiento, creo que me hice pis encima!

-¿Estás segura?- Enciendo la luz del auto y efectivamente vi lo que ella aseguro.

Afortunadamente llegamos al hospital entre gritos y mis temores. Todo paso tan rápido que ya nos encontramos en una habitación y Julia acostada en una camilla.

Ya le practicaron unos exámenes y estamos esperando los resultados. Me siento mal, pero Julia la está pasando peor, temo por su vida, me asusta perderla, sé que quizás estoy exagerando, pero uno nunca sabe, la vida es impredecible y siento mucho miedo ahora.

-Muy bien señor y señora Johnson, al parecer todo está bien, sólo déjeme…- Entro el doctor con un folder en sus manos y algunos papeles dentro.

–¡Muchas felicidades, la señora está embarazada!  

La Princesita de Papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora