La Princesita de Papá.

13. Abandono.

Antes de comenzar, quisiera agradecer las más de 400 leídas que lleva ya esta historia, no esperaba que gustara tanto y por eso me alegra, esta historia aún no termina, tiene mucho que dar y espero sus votos y comentarios. Dicho esto, podemos empezar. :)

Las cosas pasaron como la enfermera Julia Bridges me había dicho. Abigail es una niña fuerte y pronto estubo en condiciones para que la dieran de alta un día después de que permitieron salir a Brenda.

Estamos en nuestro departamento los tres, la bebita es hermosa y se ve muy linda en su cunita como un repollito rosado.

Brenda sigue indiferente, con decir que no ha querido cargar a Abi, parece que sólo estamos Abi y yo en el departamento viviendo con una extraña.

Brenda ya está bien, tanto, que sale todos los días a casa de Roxy y a veces se queda a dormir ahí. Trato de que no me afecte, pero por favor, soy papá primerizo y hago lo que puedo, hay veces que no sé por que llora Abi y es ahí donde llamo a ma para pedirle su ayuda.

Ma viene a ayudarme sin ningún problema, pero siempre me pregunta que donde está Brenda, o a donde fue o que si ella hace algo por Abi, trato de cubrir sus ausencias y eso diciendo que salió por pañales o algo, pero se que ella sospecha el desínteres de Brenda.

-Ya vuelvo, iré a casa de Rox.

-¿De nuevo Brenda? ¿Por que no te quedas hoy en casa y cuidas de Abi? Hay algo importante que debo hacer en la escuela, debo recoger mis calificaciones y ma no puede venir.

-Te dije que hoy no puedo, tengo cosas que hacer con Rox y sabes que no tolero quedarme con esa niña.

-"Esa niña" tiene nombre y es Abigail.

-Como sea, me voy, adiós. Dijo saliendo de prisa de la casa y cerrando la puerta tras ella.

No lo podía creer, lo hizo de nuevo, no le importo nada de lo que dije.

-Bueno bebita, sólo somos tu y yo.

Abi me veí en lo que se bebía su leche.

-¿Qué dices, me acompañas a la escuela?

Abi abrió y cerró rápido sus ojitos.

-Muy bien nenita, tu y yo iremos a la escuela.

Fuimos y volvimos de la escuela y Abi es desde ya una niña popular, maestros y compañeras querían verla y cargarla, la llevaban a donde otras compañeras.

-!Liam, esta hermosa¡

-!Queee liiinda es¡

-¿Me dejas cargarla?

-!Quiero una igual¡

Estos y otros comentarios era los que oía al aparecerme con Abi en brazos, envuelta en una cobija rosa, y apenas se veía su carita y un gorrito rosa de flores.

Las notas que ocupaban eran de unos exámenes que había hecho muy de prisa un día después de ir al hospital a ver a Brenda y a Abi. Estaba un poco asustado por que no pude estudiar, pero afortunadamente aprobe por poco.

Cuando llegué a casa, Abi se había dormido de camino y fui al cuarto a colocarla en la cama para que durmiera conmigo, como lo llevaba haciendo desde que la lleve a casa ya que Brenda había decidido dormir en la sala, pero cuando llegue, Brenda estaba dormida en la cama. Yo estaba cansado y solo me acosté y a Abi conmigo, y no me di cuenta en que momento me dormi.

Abi me desperto, empezó a llorar de hambre y eran como las seis de la mañana, para mi sorpresa Brenda no estaba, pero no me preocupe en ese momento, puse a Abi en su cuna y fui a prepararle su biberón, regresé y le di de comer a la bebé.

La bebé se volvió a dormir y yo quise hacer lo mismo, pero quería cambiarme, era sábado por la madrugada, pero cuando abrí el closet, no estaba la ropa de Brenda, mire abajo, no estaban sus zapatos, comencé a desesperarme, busque sus otras cosas, más ropa, maquillaje, zapatos, bolsos o algo, pero nada, y no quería creerlo, se había ido, trate de dar con la maleta que había traído y no estaba bajo la cama, no estaba, se fue, Brenda nos dejo.

Me desespere, me enoje, pero no sabía que hacer, me pasaba las manos por la nuca y la cabeza mientras caminaba en círculos por la habitación cuando de repente vi algo que brillaba en la mesa de noche.

Me acerque para ver y era la pulsera de plata con el dije de corazón que le di a Brenda en su cumpleaños, estaba sobre un sobre que tenía mi nombre en el, lo abrí y comence a leer:

Liam.

Si estas leyendo esto, es por que ya me fuí de la casa, ya no pude resistir más esto, creí que podría, pero en realidad no, no me veo como madre de Abigail, simplemente no es lo mío, no quiero quedarme estancada sin poder realizar mis sueños, y una hija a los 18 no era lo que tenía en mente, lo siento mucho y espero no me odies por ello, espero que algún día nos podamos ver de nuevo, el amor no fue el suficiente para mi.

Atte: Brenda Harris.

Las lágrimas comenzaron a salirse solas, y arrugue la carta, la arroje contra la pared de la cólera, me tire al suelo y lloré, lloré como niño, ya eso era demasiado para soportarlo.

Y ahí estaba yo, sentado, en el suelo al borde de la cama, con mis brazos abrazado a mis rodillas.

Cuando por fin me calme, tome mi celular y llame a Mamá.

-Ma, ¿podemos ir yo y Abi a casa?

-¿Hijo, estás bien? Te oyes mal.

-¿Podemos ma?

-!Claro hijo, eso ni se pregunta, vengan¡ ¿Pero y Brenda?

Me quedé en silencio absoluto y luego de un rato muy corto se me salió y dije:

-Ella nos abandono ma...