La Princesita de Papá.

57. Ella es...

Capítulo final (parte 2)

  Un calor insoportable atraviesa de cerca mi cuerpo y siento como pasa por mi piel. La sangre no se hace esperar, pero me pudo más el dolor y caigo de rodillas al suelo. El disparo terminó siendo un doloroso roce a un lado de mi pierna izquierda.

-¡¡¡PAAAAPIIIII!!!- El grito desesperado de mi hija me parte el corazón y trato de ponerme por ella, pero me es inútil, el dolor me puede más. Brenda retrocede asustada y huye, dejándonos solos. 

Segundos después, Jason y Gonzalo aparecieron.

-¡Liam! ¿Qué pasó?  Oímos un disparo.- Me dice Jason con preocupación.

-¡Estás herido!- Exclama Gonzalo cuando su vista encuentra mi herida. Pero yo en este momento no importo, sólo quiero a mi familia a salvo.

-Jason, llévate a Abby de aquí, llévala a casa y asegúrate de que estén a salvo todos.- Le indico a Jason. -Váyanse en el auto, ¡Ahora!- Sin decir nada, tomó a Abby en brazos y salieron del lugar. Abby lloraba y pataleaba en brazos de Jason, no quería que se la llevarán dejándome a mí.
Cuando ellos se van, Gonzalo me ayuda a levantarme y sé, por su expresión, que no le gusta como luce mi pierna.

-¡Fue esa maldita la que te dejo así! Es una loca, un poco más al centro y...

-¡He salido de peores! Me chocó un auto ¿Lo olvidas?- Le bromeó.

-¡Cállate idiota y busquemos a esa loca! Pagará por lo que ha hecho.

El ardor en mi pierna se me está haciendo insoportable y aunque fue un roce, duele horriblemente.

Recorremos la casa y subimos al ático, la última habitación de la casa. Y es ahí donde la encontramos.

El ático no tiene una de las paredes, parece que fue demolida y sólo quedó una parte algo destrozada del lugar.

Brenda está de espaldas al lugar en donde debería estar la pared faltante y nos apunta con su arma. Gonzalo también trae la suya, la recogió de la habitación en la que nos encontró. La saca discretamente y la sostiene en su mano.

-No me extraña que hayas traído perro guardián.- Dice Brenda, refiriéndose a Gonzalo.

-Hay que tomar precauciones al tratar con perras como tú.- Le responde con odio, Gonzalo.

-¡Desgraciado!- Exclama Brenda y Gonzalo disfruta haberla molestado.

-Brenda, ya basta, fue suficiente.

-¿¡Y tú qué sabes?! No me digas que ya es suficiente,  yo sabré cuando parar y me detendré hasta que acabe con esa estúpida niña.

-¡Cállate maldita, la estúpida eres tú!- Se altera Gonzalo.

-¡No vuelvas a llamar así a mi hija!

-No sabes cuánto los odio, a ti y a esa niña. Siempre la pusiste en primer lugar a ella...

-¿De qué hablas?

-Desde que supiste que esa mocosa venía en camino, te importó más ella que yo...Me obligaste a cargar con ese maldito embarazo que arruinó mi vida...- Puedo sentir el odio en cada una de sus palabras y sus ojos se empiezan a empañar de lágrimas.

-Tú querías abortar a mi hija...

-¡PORQUE NO LA QUERÍA! Yo no quería eso en mi vida...

-¿Entonces porqué te acostáste conmigo? ¿Por qué me dijiste lo del embarazo? Sabías que yo no permitiría que hicieras algo así.

-...Todo el amor, fue para ella...Dejaste de amarme...

-Eso no es verdad, yo te amaba y me diste esa puñalada en la espalda...¿Cómo es qué comparas el amor de un padre hacía su hija, con el amor de una pareja?

-Eso ya no importa...la odio por tener lo que yo no...para empezar, tiene el amor de un padre, te tiene a ti, tiene a esa maldita de tu esposa, tiene a este perro...

-Detente y ya cállate Brenda.- Puedo ver el enojo en los ojos de Gonzalo y temo de que haga alguna locura, no podría dejar que mi amigo haga algo así. Gonzalo me dijo que llamaron a la policía, pero aun no llegaban.

-Esa niña...me robó tu amor, te separó de mi lado...te robó de mis brazos y acaparó toda tu atención...- Comienza a sonar de una forma que no conocía. -Pero eso se arregla fácil...sólo debo...deshacerme de ella, y luego de ese par de mocosos hijos tuyos...luego de la zorra que los parió...

-¡YA BASTA BRENDA! ¡MALDITA SEA, YA CÁLLATE! NO HARÁS NADA DE ESO, NO SÍ PUEDO IMPEDIRLO.- Camino furioso hacía ella, el ardor de mi pierna se hizo insignificante comparado con la irá que siento. Brenda vuelve a tambalear el arma en sus manos y antes de que llegue ella baja el arma y me observa.

-Yo, te odio Liam, que no se te olvide.- Da tres pasos hacía atrás y antes de que yo pudiera sujetarla, ella...se dejó caer.

No podía creer lo que acababa de pasar, Brenda se lanzó de un tercer piso y está tirada en el césped. Mi cerebro no puede procesar lo que mis ojos están viendo.

Gonzalo corrió rápido a mi lado y tampoco cree lo que está viendo. Poco a poco comienza a aparecer un lago de sangre debajo de Brenda y mis piernas empiezan a temblar, me estoy poniendo nervioso, estoy teniendo un ataque de nerviosismo y no sé qué hacer.

-¿Está...muerta?- Pregunta Gonzalo con un tono de voz muy bajo.

-No...no lo sé...ella sólo...saltó y trate de detenerla, tú lo viste, pero ella saltó y no pude hac...

-Liam, Liam cálmate. Yo vi todo, tranquilízate.

-Yo no...yo no quería que se matará...fue mi culpa...fue mi culpa...fue culpa mía...

-Hermano, escuchame con atención, no fue tu culpa ¿entiendes? No lo es.- El sonido de las sirenas de las patrullas, aparece. Temo por lo que pueda pasar.

Próximamente la Parte 3. La última parte de la historia.