La enfermera Julia Bridges en multimedia. ¿Qué les parece para Liam?
-¡Buenos días! Una dulce voz resuena en mi cabeza, despertándome, abro mis ojos y la veo, una silueta que sin duda es femenina, al acercarse más a mí, logró divisar quien es y de forma involuntaria una sonrisa se forma en mi rostro, es agradable verla, la enfermera Julia es una mujer muy bonita, tiene un gran parecido a esa princesa de los cuentos que le relato a Abby, la de la manzana...
-¡Blanca Nieves! Digo en voz alta, tomandola por sorpresa, ella reaccionó con sobre salto y abrió con asombro sus enormes ojos grises.
-Liam...¿estás despierto? ¿o estás soñando a caso? Se acercó con sigilo creyendome dormido aún.
-Estoy despierto Julia. La veo y su rostro sigue confuso. Pero no pregunta nada, me ve, revisa mis signos y parece que todo está en orden ya que le veo sonreír satisfecha a su carpeta.
-¡Muy bien!. Alza su mirada y sin más sólo dice -¡Ya es hora del baño señor Johnson! No me da tiempo de decir nada cuando dos celadores bastante altos entran en la habitación y con muchas dificultades me levantan de la camilla.
-Julia...¿qué pasa?
-Te toca tu baño, los caballeros te ayudarán a hacerlo.- Mis oídos no creen lo que escuchan, ME AYUDARÁN...A BAÑARME...DOS COMPLETOS EXTRAÑOS...
Pasada mi tortura, los cinco minutos más largos y vergonzosos de mi vida. Finalmente me llevaron de vuelta a mi habitación y me ayudaron a subirme de nuevo en la camilla que Julia había arreglado en mi ausencia. Sólo fueron como unos diez o quince minutos que estuve lejos de mi camilla y me siento increíblemente agotado, además que movilizarme con el yeso en mi pierna es bastante complicado, hay partes de mi cuerpo que me duelen un poco y veo moretones en mis brazos y mi pierna buena.
-¡Aaaaaahhhh¡ Exclamó con alivio cuando por fin estoy acostado. Veo a Julia acercarse y colocarme con mucho cuidado y agilidad cada una de las mangueritas que tenía puestas. Se aparta y acerca una bandeja plateada con muchas cosas en ella, un par de guantes, unas gasas, algodón, una crema, toallas de papel, y una bandejita más pequeña con un liquído azul que intuyo es alcohol. Me pongo algo nervioso cuando Julia se comienza a colocar los guantes y mi nerviosismo se dispara cuando veo la dirección que toman sus manos...comienza a desabotonar mi camisa.
-¿Qu..qué haces Julia? Se hiela por un instante al escuchar mi voz, se detiene al instante y veo como su blanca tez se ruboriza por completo y traga algo de saliva.
-Yo...bueno...es que... Inhala algo de aire y exhala para formular las palabras que me dirá.
-Verás Liam, tienes algunas heridas que requieren atención en tu pecho y yo me encargó de ello, pero dado a que...bueno...tu no has estado despierto...me encargo de todo... Su rostro poco a poco vuelve a su color normal y veo un poco de tristeza en su mirada. -como no despertabas...me asugure de cuidar bien de ti...- Retoma aire y se me dibuja una sonrisa -Pero como ya estás despierto, puedes abrirte la camisa tu mismo. No le respondo nada, asimilando todo y no le puedo quitar la mirada de encima.
-¿Qué te ocurre? Me pregunta con asombro al descubrirme viendóla -¿Está todo bien? ¿Te sientes mal?
-No, me siento bien, tranquila. Le sonrío sin pensar. La tranquilidad regresa a su rostro. Abró mi camisa para evitar seguir abochornandola más y es cuando veo varias raspadas en mi torso, un parche blanco en mi abdomen, otro un poco más grande en un lado de mis costillas, un par de moretes cerca de este, pero el que más llama mi atención es un parche más grande está en mi pecho del lado de mi corazón. Un escalofrío se apodera de mi cuerpo y siento miedo, ¿qué fue lo que me paso? ¿cómo no vi esto?
La enfermera comienza a retirar el parche de mi abdomen despacio para evitarme dolor, cuando por fin lo retira, veo una cortada con algunas puntadas a los lados de ella, sin duda fue algo grave, Julia comienza todo un ritual, limpia, desinfecta, coloca la crema, venda y cubre de nuevo, lo mismo con mi el parche de mi costilla, está duele un poco más, está muy cerca de unos moretes y el alcohol arde un poco. Julia no media palabra, está tan seria y concentrada en lo que hace, me da confianza esa concentración, se que estuve en buenas manos. Ahora viene el parche de mi pecho, me mira por única vez desde que inició con su trabajo y comienza a quitar lentamente el parche de vendas, con mucho cuidado, cuando por fin queda expuesto, puedo verme y veo una gran cortada que atraviesa en diagonal casi por completo mi pectoral, me asusto al ver esa herida, aún está algo enrojecida y al igual que las otras, también tiene puntadas a los lados. Esto me preocupa un poco. Julia carráspea la garganta y continúa, yo sigo mirando, ¿cómo pude hacerme semejante herida en mi pecho? Julia comienza a limpiar y desinfectar la herida, un poco de ardor me hace hacer gestos y Julia se disculpa con algo de timidez pero muy sincera.
-Está es... Dice mirando mi herida con dos de sus dedos sobre ella -...la más difícil de sanar... Coloca las vendas y cubre de nuevo. Toma la bandeja y se dispone a salir, pero antes de que se valla.
-¿Por qué? Pregunto intrigado ante el comentario de Julia. Ella se gira hacía mi y al ver mi intéres por saber, deja la bandeja sobre la mesa que hay al lado de mi camilla y se acerca.
-Cuando tuviste el accidente...tu auto se volcó de forma violenta y el parabrisas reventó con tal impacto que muchos de los cristales terminaron en tu cuerpo incrustados con mucha fuerza... - Hace una pausa y yo me quedo con la duda de cómo es que sabía todo eso y como si leyera mi mente continúa diciendo -...todo esto lo sé porque el doctor me lo dijo y por tu expediente...- Se detiene como pensando en como seguir y lo hace. -...Las heridas que tienen puntadas son las que requirieron mayor atención, perdiste mucha sangre en cuanto retiraron los cristales, pero faltaba el de tu pecho...el doctor me dijo que fue un trozo muy grande que le faltó muy poco para llegar a tu corazón...- Traga saliva y carráspea un poco su garganta. -...prácticamente partío tu pectoral a la mitad y cuando lo retiraron, el cristal, tu situación se complicó, actuaron rápido, hicieron lo mejor para estabilizarte y cerrarte la herida, lo lograron con éxito y aquí estas ahora, yo he cuidado todos los días de tus heridas y veo lo bien que evolucionas.- Me termina diciendo, se le dibuja una sincera sonrisa en su rostro y me mira. -He hecho bien mi trabajo, aunque es muy posible que está si deje una cicatriz. Me señala con su dedo en dirección al parche de mi pecho.
Julia sale del cuarto y no me dejan de pasear ideas en mi mente, de lo mucho que ha hecho ella por mí, sé que es por su trabajo y todo, pero se ve intéres en lo que hace, de verdad ama a su trabajo y se preocupa por los pacientes, hay preocupación en su rostro cuando me siento mal y ha cuidado de mí de una forma que me hace sentir...bien, más que bien...es una sensación que disfruto.
Cuando entra al cuarto, me da la mejor sorpresa de todas, entra mi familia con ella y Julia trae a mi princesita en brazos la cual llora al verme y extiende sus manos, sin duda ha extrañado a su papá, porque sólo se calma cuando la tomo en brazos, Julia sonríe cuando me ve con Abby.
-He logrado que pudiera pasar para que viera a su papá. Dice ella triunfante.
-Gracias... Le digo casi al borde de las lágrimas, no había visto a mi hija en muchos días y me hizo muchísima falta, pero gracias a Julia, mi niña estaba aquí conmigo, de nuevo Julia apoyandome.
-¡No hay de que! Me responde amable. Le busco la mirada y la veo a los ojos.
-No Julia, en verdad...Gracias, por todo...- Se lo dije viéndola a los ojos, quiero que sepa que le agradezco este gesto que ha tenido conmigo y ella me ve sorprendida y sus mejillas se ruborizan. Le sonrío y se ruborizó más. Será mejor que deje de verla, no quiero avergonzarle más.
Abby ha crecido mucho y balbucea algunas sílabas sueltas, mi familia me cuenta todo lo que ha ocurrido en estos días y que están deseosos de que yo salga pronto para poder festejar el cumpleaños de Abby, eso es algo que yo también deseo de verdad.
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La Princesita de Papá.
Fiksi RemajaLiam y Brenda son una pareja de jóvenes enamorados que están muy próximos a cumplir sus 18 años. Tienen muchos planes, ir a la universidad, trabajar, divertirse, ¿ Pero qué sucede cuando algo sale mal y los planes de Brenda y Liam se vean afectados...