Nothing It's Complicated

Capítulo veintiuno

Leah

Dios, era viernes gracias al cielo y no era capaz de levantarme de la cama, estaba tan agotada de toda la semana cargada de tareas, la universidad es más pesada de lo que un día la imagine pero de ello dependía mi futuro así que con todo el dolor de mi alma y la pesadez de mis ojos me puse de pie en camino al cuarto de baño para darme una buena ducha con agua fría y con suerte poder abrir los ojos.

Minutos después escuché el auto de Louis llegar a las afueras de mi casa y me apresuré a salir para que no se nos hiciera tarde, ya había perdido la primera clase del miércoles y no quería perder otra más, las faltas van a ser mi perdición si comienzo a llegar tarde a las demás clases también.

Salí de casa sonriendo a ver a ese hombre que me alegraba las mañanas con una sonrisa postrada en el rostro mientras descansaba su cuerpo en la puerta del copiloto del auto azul oscuro que con gran esfuerzo había comprado, el cabrón de su padre al menos tenía la decencia de darle una pequeña fortuna cada mes después de haberlo abandonado de pequeño junto con su madre, y aunque el quisiera negarle ese dinero sabía perfectamente que lo necesitaba y gracias a ello no le hacía falta absolutamente nada. Le besé los labios frenéticamente sintiendo la presión de sus grandes manos en mis caderas, desde hacía días estaba ansiosa por tenerlo de esa forma pero en mi habitación, con tantas tareas a ninguno de los dos nos había quedado el tiempo suficiente para compartir encuentros de ese tipo.

—Te extraño demasiado de esa manera —susurró en mi oído y reprimí un jadeo llevando mi mano derecha a su nuca dando un pequeño tirón a su cabello.

—Yo también lo hago demasiado, te necesito —mordió el lóbulo de mi oreja y le besé el cuello con delicadeza.

—Te prometo que hoy estaré contigo bebé —mi ritmo cardiaco se acelero y sonreí dejando un beso rápido en sus labios. Me separé de él para que me abriese la puerta del auto.

Minutos después llegamos a mi salón de clases y me despedí de él con un largo beso, me quedé como una boba observando su nuevo peinado, se veía tan bien, tan guapo, tan Louis y tan mío, me mordí el labio inferior imaginando todas las cosas que deseaba hacerle a ese cuerpo tan formado y tonificado, esas piernas tan bien echas por el maldito futbol y ese culo tan grande que... Dios, estaba comenzando a sudar, debía calmar esos ataques de perversión que me daban al mirarlo pero es que... Mierda, ¿por qué tenía que estar tan bueno? Reí para mis adentros caminando hacía la puerta de entrada al salón pero antes de poder si quiera dar la vuelta mis libros cayeron al suelo debido al impacto.

— ¡Diablos! Leah, lo siento, no te miré —balbuceaba Shawn ayudándome a levantarme.

— ¿Siempre eres tan distraído o lo haces a propósito? —Escupí sacudiéndome la ropa, el soltó una risita— Hablo enserio Shawn, nunca puedo llegar sin que tu me lleves de paso.

—Lo siento, es que caminaba demasiado rápido —respondió apenado mientras despeinaba su cabello con frustración.

— ¿Y a dónde vas con tanta prisa? —Solté naturalmente estirando los brazos para que me diera mis libros y mi mochila pero este negó con la cabeza y se adentró en el salón, dejó mis cosas en el lugar de siempre donde nos sentamos por primera vez y antes de que entrara junto con él, salió dando largar zancadas y me llevó detrás de él sujetándome de la muñeca pero con delicadeza, sin lastimarme— ¿Donde se supone que vamos eh? —Escupí desconcertada ¿qué se creía?

—Necesito que me ayudes a terminar la tarea por favor, solo me falta formar los premolares de la maqueta —dijo desesperado sin dejar de caminar.

—No puedes ser —me quedé estática.

—Vamos Leah, tienes que ayudarme, por suerte el profesor no llegará hasta la segunda hora así que tenemos cincuenta minutos para acabar pero si te quedas ahí parada no acabaremos jamás —me miró frunciendo el seño mientras yo seguía estática—. Oye ¿y tu maque...