Capitulo ocho

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Leah

Todo estaba de maravilla, habían pasado ya cinco meses de conocer a Louis. Se había convertido por supuesto en mi mejor amigo, era una persona irremplazable, jamás había atravesado por mi mente la idea de cambiarlo y nunca lo pensaría. Esta noche habíamos quedado de ir a la fiesta que había organizado el salón para festejar que faltaban dos semanas para las vacaciones de verano , Harry y Annie eran novios, al principio era extraño verlos juntos pero ya después nos acostumbramos, se llevaban tan bien y eso nos ponía felices a todos.

Louis

Nada podía ser más perfecto, Leah y yo éramos mejores amigos, ella jamás había demostrado sentir algo más que amistad por mi, pero Harry me decía lo que Annie platicaba con Leah y al parecer Leah sentía igual que yo.

—Hola Harry ¿haz visto a Leah? —Pregunte mientras miraba a mi alrededor con el fin de encontrarla.

—Si, hace unos minutos estaba conmigo y Annie, dijeron que irían al campus.

—De acuerdo, iré a buscarla.

—Hey espera —detuve mi paso—, ¿cuando le pedirás a Leah que sea tu nov...

—Hoy —interrumpí—. Eso te iba a decir ayer que hablamos por teléfono, pero creí que era mejor decírtelo ya que te viera.

—Pues que bueno amigo, ya te estabas tardando demasiado ¿será en la fiesta de esta noche?

—Así es, y tú me ayudaras, quiero que todo salga como lo estoy planeando.

—Sabes que si hermano, ahora ve y búscala.

—Eso are —ambos sonreímos y comencé a caminar por el pasillo del colegio, iba tan emocionado y justo cuando creí que no había nada que pudiera amargarme el día apareció el.

—Valla, valla nerdito ¿todavía crees que me encuentro con los brazos cruzados? No te dejaré tan fácil el camino con Leah así que no cantes victoria.

—Christian, créeme que tu y tus amenazas me tienen sin cuidado.

—Pues no deberían tenerte sin cuidado.

—Solo date la vuelta y vete por donde viniste.

— ¡Cállate!

— ¡No te metas y deja en paz a Leah!

— ¡Ha! No acostumbro recibir ordenes de nadie más que de mi mismo.

—Pues dile a tu ser interior que te ordene alejarte de ella.

—Mira estúpido, te estas ganando una buena.

—No me interesa lo que me este ganando, ya te lo dije, me tienes muy sin cuidado. Seguí caminando dejando atrás a Christian llegando al campus. Hacía unos momentos veía todo color gris pero en cuestión de segundos comencé a ver todo de color cuando la mire con esa playera, "Tomlinson 17", la playera del equipo de soccer que usaba en los juegos, se la había obsequiado y siempre que iba a verme jugar la traía puesta, me ponía tan feliz saber que a donde fuera llevaba una parte de mi consigo.

— ¡Vamos pequeña, tu puedes! –Grite animadamente.

— ¡Louis! —Me miro y sonrió.

—Esperaré aquí linda —pasaron unos veinte minutos y su entrenamiento terminó, mire como corría hacía donde me encontraba.

— ¡Louis! Perdón por no esperarte en la entrada pero es que el entrenador.

—No te preocupes pequeña —me abrazo y yo le correspondí el abrazo—, esta bien.

Nothing It's ComplicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora