Capitulo dieciocho

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Solo subiré capítulos de esta novela los lunes.

Cuídense.

-JS.

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— ¿Estás seguro? —Pregunto con la voz temblorosa.

—Nunca he estado más seguro de algo, ¿y tú? —Pregunte impaciente.

—Te aseguro que estoy segura —reímos.

—Te comeré a besos por esa broma tan ridícula —bromee.

—Tu me la enseñaste —encogió los hombros.

—Cierto.

—Eres tan malo con los chistes y eso me hace amarte más.

Me jaló de la nuca y la tomé en mis brazos al estilo nupcial para recostarla en la cama, a pesar del frío que hacia estaba comenzando a sentir calor, desabotoné los primeros botones de mi camisa y ella se encargo del resto, todo iba tan rápido que cada vez los besos y las caricias eran con mayor intensidad, después de unos minutos de sentir sus manos en mi pecho la puse de pie para deshacerme de ese vestido blanco que parecía una segunda piel en ella, el deseo de tenerla entre mis brazos y sentir el calor de su cuerpo se estaba apoderando de mi tan rápido que necesitaba sentir ya su piel tersa.

— ¿Puedo? —Pregunté nervioso con las manos en el borde del cierre de su vestido.

—Si —murmuro apenas audible y sin pensarlo baje de inmediato el cierre del vestido y lo dejé caer. Acaricie y besé sus hombros respirando en el hueco de su cuello provocando que su piel se erizara—. No puedo resistir más —suplicó besándome y despacio la lancé sobre la cama, me deshice de mis pantalones quedándome en bóxers y ella pareció notar de inmediato el bulto en ellos, me coloqué encima de ella pero sin poner mi peso para no aplastarla, en un movimiento rápido la puse encima de mi y se sentó a horcajadas, la tome de las caderas y ella comenzó a moverse justo en donde estaba mi miembro el cual comenzó verse más pronunciado, sus manos descansaban en mi pecho, me levanté y dejé un beso en su cuello para recostarla. De los pies a la cabeza, cada espacio, cada rincón y lugar de su cuerpo bese sin detenerme mientras ella gemía en señal de aprobación, coloqué mis dedos por encima de sus bragas y comencé a moverlos en círculos, su cuerpo se tensó al instante por la sorpresa.

—Relájate bebe, esta bien.

—Se siente tan bien —dijo apenas audible.

-—Te voy a hacer sentir mejor princesa.

Moví sus bragas para darle acceso a mis dedos dentro de su feminidad, su cuerpo se retorció al sentirlos dentro de ella, su mano derecha se posó en mi cabello y tiró de el, eso me excito tanto que esperaba que lo hiciera de nuevo, moví lentamente mis dedos de adentro hacia afuera y conforme aumentaba el ritmo ella tiraba de mi cabello y gemía.

—Estas tan mojada...

—Louis, por favor... —Me miró directamente a los ojos y acercó mi rostro al suyo para plantar un beso en mis labios, me estaba poniendo nervioso y ella pareció notarlo—. ¿Sucede algo? —Pregunto preocupada.

-Solo estoy un poco nervioso —tome un bocanada de aire para acabar con mis nervios y proseguí con nuestro encuentro amoroso—. Trataré de no ser tan brusco, si te lastimo házmelo saber y pararé ¿de acuerdo? —Asintió con la cabeza y me quede mirándola, no estaba seguro de dejar al descubierto mi miembro así de la nada, me puse de pie de inmediato para comenzar a bajarme los bóxers cuando sentí el toque de unas manos sobre mi torso.

—Déjame eso a mí.

Jugo con el elástico de mis bóxers y luego de unos segundos comenzó a bajarlo lentamente, me acerque a su cuello y comencé a besar y dejar pequeñas mordidas en el, de pronto sentí como mi miembro fue liberado y era rodeado por las pequeñas y cálidas manos de Leah, solté un gemido cuando me invadió la sensación de sus manos recorriendo mi miembro de arriba hacía abajo.

—Mierda... si, así nena, oh dios, detente, no resistiré —dije gruñendo y la cargué hasta llegar a su cama, recogí mis pantalones y saqué un preservativo de una de las bolsas, de inmediato lo abrí y me lo coloqué, caminé apresurado hasta estar encima de ella y después de besar su frente había llegado el momento—. ¿Lista bebé?

—Si —susurró y puso sus manos en mis hombros. Entré con suma delicadeza en ella, sentí como sus uñas se encajaban en mi espalda conforme mi miembro traspasaba su himen. Mire su cara y sus ojos estaban cerrados, permanecieron así hasta que mi miembro estuvo completamente dentro de ella. Comencé a moverme lentamente y solté un gemido.

—¿Está todo bien cariño? —Pregunté preocupado ya que no articulaba palabra alguna.

—Si, es solo que duele. Duele mucho. Juro que jamás imagine que me fuera a doler de esta forma pero... lo estoy disfrutando —besé cortamente sus labios y le sonreí acelerando mis movimientos. Una vez que el dolor se fue mis movimientos comenzaron a ser un poco más rápidos que antes provocando que se aferrara a mí y entre gemidos dijera mi nombre, lo que logró que mi excitación aumentara más rápido.

—Santa mierda, se siente tan tremendamente bien. Me vuelves loco. Te amo tanto susurré en su oído y en un movimiento rápido se puso encima de mi moviendo sus caderas en círculos— Oh...

—Esto no sería tan bueno si no fuera contigo, todo contigo lo es.

—Solo quiero que tengas presente que esto no es tener sexo —me senté abrazándola pero aún dentro de ella—. Es hacer el amor—. Besé sus hombros mientras que mis manos bajaban y subían por su espalda, solté la liga que ataba su cabello dejando que cayera en cascada por su espalda aumentando mi ritmo cardíaco.

Me puse de pie con sus piernas alrededor de mi torso y pegué su espalda a la pared, mis manos recargadas en la pared mientras sus brazos estaban envueltos en mi cuello, sus manos entre mi cabello tirando de el y aumentando la indescriptible sensación que pasaba por nuestros cuerpos en ese momento. No paso mucho tiempo para llegar al orgasmo y venirme dentro de ella, su cuerpo temblaba del placer que sentimos al llegar juntos al clímax. Sentí como su cuerpo se debilitaba y desvanecía sobre mi, caminé hasta llegar a la cama y recostarla, salí dentro de ella y la tapé con una sabana para después ir al cuarto de baño, retirar el condón y tirarlo al bote de basura como se debía. Salí luego de un largo tiempo y me recosté detrás de ella abrazándome a su cintura, cubriéndonos con la sabana a ambos. En este momento nada me hacía más feliz más que estar al lado de la mujer que amo. 

Nothing It's ComplicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora