Capitulo once

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—Tan solo escucha, no la juzgues ni la odies sin saber como fueron las cosas.

—Mira Harry si viniste hasta aquí para hacerme sentir un pedazo de mierda es mejor que te largues —Louis estaba furioso, jamás lo había visto así, en verdad estaba mal pero de alguna u otra forma tenía que hacerle saber que Leah no había tenido la culpa de lo que sucedió.

—¿Es enserio Louis? —Me levanté sorprendido.

—Lo siento Harry pero no sabes como me hace sentir el recordar eso. Aun me duele, desearía que ya hubieran pasado años o enfermarme de amnesia para no acordarme de nada, cada noche es un martirio —contesto frío.

—Siento mucho lo que paso Louis, pero ese no es motivo para que hables así, no a mi —comenzaba a molestarme, pero decidí tomar aire y calmarme por que sabía perfectamente que si Louis me hablaba de esa manera era por que aún no estaba bien del todo.

Leah

—Annie.

—Qué pasa Leah.

—Lo extraño tanto -las lágrimas no tardaron en salir.

—Oh, Leah —me miró y se acerco para poder abrazarme—, tranquila pequeña.

—Es que todo es culpa mía Annie —decía entre sollozos—, aun no logro asimilar que ya no este aquí, lo amo tanto que... siento que si pasan más días moriré, lo necesito.

—Leah necesitas distraerte, salir, divertirte, no puedes estar toda la vida lamentándote por lo que paso, sabes perfectamente que nada de eso fue tu culpa.

— ¿Salir? ¿Divertirme? Por dios Annie ¡¿con que cabeza?! En estos momentos no puedo pensar en nada que no sea él.

— ¡Por lo mismo Leah! Tienes que despejar tu mente y ocuparla en otras cosas para que no pienses más en eso, tienes que reponerte y estar bien —me dolían las palabras de mi mejor amiga pero en parte sabía que tenía razón.

— ¿Y qué se supone que haga para distraerme? —La duda me inundaba, con que diablos podría distraerme si mi única distracción cuando mis padres no estaban en casa era salir y estar con Louis— Según tu, que hay que hacer —solté indiferente.

—Bájale a tu tonito que no me gusta para nada, y para distraerte ¿qué te parece si nos vamos a Miami de vacaciones?

— ¿Miami? —Dije exasperada literalmente escupiendo las palabras ¿Miami? En que diablos estaba pensando Annie.

—Si, no me digas que no te agrada la idea —la verdad era que la idea me agradaba, era uno de mis lugares favoritos para vacacionar así que acepte después de negarme durante más de dos horas.

—De acuerdo, esta bien, ya basta, a mediodía nos vamos a Miami.

Después de todo Annie tenía razón. Terminamos de empacar en una hora, llamé al aeropuerto para reservar los boletos, pedí un taxi y en cuanto llegamos pagué los boletos y abordamos el avión, demoró dos horas en llegar, durante todo el camino me la pasé hablando de Louis, no negaba que estaba emocionada por las vacaciones, pero aun me invadía por momentos la nostalgia de no saber nada el.

—Hum, Leah, iré al baño a hacer una llamada rápida.

—Está bien, no demores mucho, no quiero estar sola —contesté desganada.

—No tardaré.

Louis

— ¿Podríamos olvidar la discusión de hace rato Louis?

—Primero perdóname amigo, se que estuvo mal hablarte de esa manera, pero ya sabes como me siento —suspiro frustrado pasando una mano entre su cabello.

—No me pidas disculpas, te entiendo perfectamente, te parece si vamos a la playa, ya sabes, para distraernos, capaz y te consigo una chica -reí ante el comentario de Hazza, hacía mucho que no lo oía como lo que era antes de andar con Annie, todo un macho alfa.

—De acuerdo, deja me cambió para ir, pero volveremos para las ocho, tengo que ir al gimnasio.

—Valla que estas dos semanas te han cambiado demasiado.

—Digamos que tengo algunos amigos —reí.

—Bueno entonces apúrate pa... —Su celular comenzó a sonar— es Annie.

—Me iré a cambiar.

-De acuerdo.

*Llamada

—Hola princesa.

—Hola rulitos.

—Que tierna ¿dime que ya resulto el plan? Me muero por verte.

—Si mi amor, todo esta saliendo justo como los planeamos, estoy en el avión, le dije a Leah que venía al baño.

—Cuando llegues mándame un texto para saber.

—Claro que si amor, yo te avisaré, ya tengo que colgar.

—Está bien princesa, buen viaje, te amo.

—Gracias bebé, te amo más.

Fin de la llamada

—Ya estas listo Hazza?

—Si.

—Solo una cosa.

—¿Si?

—No quiero que me consigas ninguna chica.

— ¿Entonces?

— ¡Vallamos a surfear un rato!

—Perfecto.

Leah

—Ya estoy aquí.

—Ya te estabas tardando —bromee poniendo los ojos en blanco.

—Eres una tonta.

—Pero una tonta a la que amas —sonreí débil.

—Te quiero Leah, no se que haría sin ti.

—También te quiero Annie, no viviríamos una alejada de la otra.

—De hecho no —sonreímos—. ¿Cuanto falta para llegar?

—Alrededor de una hora.

—Bien, dormiré un rato.

—Esta bien, yo intentaré hacer lo mismo.

—De acuerdo.

Se acomodó y cerró los ojos, al cabo de diez minutos Annie cayo profundamente dormida, en cambio yo, no podía conciliar el sueño por más que intentaba, deseaba con todas mis fuerza tener a Louis aquí a mi lado, quien iba a imaginar que un completo extraño se convertiría en mi todo, tanto tiempo junto a el y jamás me percate de su existencia, desearía haberlo conocido desde hace ya más tiempo, cinco meses de tenerlo junto a mi, en mi desdichada vida me imagine que llegaría a querer a Louis de esta manera tan intensa y desesperada, no creí necesitar de el como ahora, se ha vuelto lo más importante y valioso que tengo en la vida, mi mejor amigo, mi compañero, mi consejero, mi todo. Dios, no imaginas ni tantito el dolor que siento aquí en mi interior, el que no este presente me mata día con día lentamente, como quisiera que esto acabará de una vez por todas, quisiera verlo y que me diga en la cara que ya no me ama, se que me dolerá, pero tendré que entenderlo si es que así lo fuese.

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Es corto, lo se, disculpen, el próximo sera largo, lo prometo. Gracias.

-Jocelyne.

Nothing It's ComplicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora