Nothing It's Complicated

Capitulo siete

—Tengo que curarte, esos tipos te hicieron mucho daño.

—No te preocupes, estoy... bien —mi voz se cortaba, la verdad era que me sentía fatal y los golpes me dolían mucho pero no quería que se preocupara más, no era su responsabilidad atenderme cada vez que yo me metiera en problemas, aunque para ser sincero me agradaba.

—Vamos, te ayudare a ponerte de pie.

—Gracias, lo hare solo.

—No, yo te ayudare —me tomo del brazo y me ayudo a pararme, caminamos hasta mi auto y le di las llaves para que retirara los seguros y pudiéramos subir, me subí al asiento del copiloto y emprendimos camino a su casa, al cabo de cinco minutos estábamos dentro de su casa.

—Siéntate por favor, iré por alcohol y un poco de algodón para limpiar la sangre ¿de acuerdo?

—Está bien —esbozó una sonrisa y después una mirada de preocupación mientras subía las largas escaleras de su casa, de inmediato bajo con un botiquín pequeño, abrió el alcohol y comenzó a curar las heridas.

—Auh.

—Lo siento —contestaba apenada ante mis quejas por el ardor.

—No lo sient... Auh

—Si lo siento.

Leah

Si, si lo siento, algo extraño sentía en mi interior, ¿qué es? No tengo ni idea, lo único que sabía es que por dentro un sentimiento raro se estaba apoderando de mi poco a poco, no encontraba la manera de evitar que avanzara, iba en contra de mi voluntad. ¿O tál vez no?

—Leah ¿te sucede algo? —Alzo mi mentón con su mano.

—Eh, no, estoy bien ¿por qué lo preguntas? —Comenzó a guardar las cosas del botiquín.

—Te noto un poco rara desde que llegamos, si te incomoda que este aquí dímelo, entenderé, estoy acostumbrado —agachó la cabeza y yo busque su mirada hasta encontrarla.

—Claro que no, no es eso, el día de hoy he estado un poco distraída.

— ¿Segura? —Sus preguntas me confundían.

—Si —esto se estaba volviendo un poco difícil para mí así que no tarde mucho en cambiar de tema—. ¿Tienes hambre? —Sus mejillas se sonrojaron.

—Un poco.

—Vamos, no tengas pena.

—Lo siento —rascó su nuca con su mano derecha y me miro tímido.

—Espera aquí, iré por unos emparedados de crema de maní ¿te gustan?

—Claro, lo que tú decidas esta bien —esbozó una sonrisa mostrando una dentadura perfecta, jamás había notado la bonita sonrisa de Louis, me quede embobada y de una reaccione.

— ¡Ya vuelvo! —El rió ante mi acto de desesperación.

Louis

Leah, cada día se miraba más bonita de lo usual, de verdad la amaba, la amaba incluso más que a mi propia vida, daría lo que fuera por que ella sintiera lo mismo, sentía que toda mi felicidad dependía de ella, mucha gente observaba a Leah, pero nadie, nadie, nadie la veía como yo.

—Ya volví —dijo mientras sonreía y colocaba dos platos sobre la mesita de sala que había en medio de los sillones de la sala de estar.

—Valla, eres buena cocinera.

—Lo se, lo mismo dice mi nana, aunque mi especialidad es el cereal —ambos reimos.

—Leah.

— ¿Si?

—Perdón.

—¿Por qué?

—Bueno, por mi culpa se arruino lo que teníamos planeado —si, claro que me sentía culpable.

—No, no ha sido tu culpa, no te lamentes por algo que ni tu mismo sabias que pasaría ¿de acuerdo? —Sonrió y yo me dedique a mirar cada una de las facciones de su rostro.

—Esta bien, pero te prometo que después iremos a tomarnos nuestro café ¿si? Bueno, eso si aun quieres.

— ¡Por supuesto! —Alucinaba o es que acaso Leah estaba emocionada por lo que acababa de decirle.

—Solo quería pedirte un favor.

—Claro, lo que sea.

—¿Tienes algo que hacer más tarde?

—La verdad no, ¿por qué?

— ¿Podrías quedarte a cenar conmigo?

—Claro, por que no —intente no sonrojarme, no quería que notara que estaba más que emocionado.

—No te preocupes, que solo estaremos tu, yo y mi nana —note tristeza en su mirada y me senté a su lado.

—Leah ¿pasa algo? Puedes confiar en mi —me miro y suspiró.

—Son mis padres, nunca están aquí, sabes yo... los extraño mucho, nunca los miro, papá esta de viaje y mamá en la oficina, no digo que no se preocupan por mi pero es que me hacen tanta falta —un par de lagrimas recorrieron sus mejillas, me partía el corazón verla así, ella siempre estaba sonriendo, nadie se imaginaría que por dentro se sentía tan mal.

—Tal vez tus padres no estén, pero yo si estoy aquí, para ti.

—Gracias Louis —sentí como sus brazos me rodearon, Leah me estaba abrazando, ella necesitaba saber que alguien estaba ahí para ella, y ese alguien quería ser yo.

—No llores pequeña —la abrase y ella se aferro a mi.

—Por favor no me dejes sola.

—Ni siquiera lo pienses.

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Quiero que Louis me diga pequeña.

Quiero abrazarlo.

Quiero hacerle emparedados de crema de maní.

Quiero hacerle de todo askjasjka *-* okya.

Muchas gracias por los votos y comentarios, siguen siendo pocos pero espero pronto sean muchos, si quieren que le alguna de sus historias solo dejen el link y con gusto lo haré. Besos.

-JS.