Capitulo diez

71 8 2
                                    

Leah

Desperté con un dolor de cabeza infernal, al pararme me maree y comencé a vomitar, todo me daba vueltas, sentí que unos brazos me tomaron por la cintura y ya no supe más de mi, hasta que desperté y me percaté de que estaba en el hospital.

—Estaba decidido Annie, no se deten... mira esta despertando —escuché unas voces.

—Louis -dije apenas audible.

— ¡Leah, al fin despertaste! —Escuche la voz de Annie y le miré pálida.

— ¿Donde esta Louis? ¿Qué hago aquí? Me siento tan mal ¿Qué me paso Annie? —Millones de preguntas me invadían, quería saber por que Annie y Harry me miraban tan raro.

—Leah, no vas a creer lo que te diré —la mire horrorizada y podía sentir que algo no muy buena estaba por decirme, pero realmente no imaginaba que.

— ¿Donde esta Louis? ¿Le paso algo? ¡Debo saber si esta bien! —Me arranque la jeringa del suero que tenía en mi vena y me pare pero me sentía tan débil que caí al suelo, de inmediato Harry llamó al doctor y me colocaron de nuevo en la camilla— Annie respóndeme, ¡¿Le paso algo a Louis?! ¡Por favor dime algo!

—Leah, anoche en la fiesta...

— ¡Habla maldita sea! —Grité frustrada y muerta de la angustia.

—Harry será mejor que me esperes afuera.

—Claro amor —contesto Harry y salió de la habitación.

—Empieza a hablar Annie ¡ya! —Estaba desesperada.

—Anoche ¿recuerdas que estábamos en la fiesta y Louis no llegaba? —Preguntó bajando la mirada.

— ¡Ve al grano Annie!

—Bueno pues dijiste que irías al baño y nunca volviste, después Harry y yo fuimos a buscarte y no te encontramos, horas más tarde llego Louis, los tres empezamos a buscarte de nuevo, Harry y yo no te encontramos, quien te encontró fue Louis y la verdad no se en que estabas pensando —lágrimas salieron de sus ojos y de inmediato las limpió.

—Pero si yo no me acuerdo de nada Annie, dime que me paso por dios, no recuerdo nada, estoy asustada —comencé a llorar muy fuerte.

—Louis te encontró en una habitación con Christian teniendo relaciones —escupió tan rápido que apenas pude entenderle.

— ¡¿Qué qué?! No, no, no y no, ¡no puede ser eso! Pe... ¡Pero como Annie! ¡Como! —Grite desesperada y asustada, no podía entender como era que yo había estado con Christian.

—Leah no se que te pasó anoche, de verdad, estabas tan rara —me abrazó y después me soltó para seguir contándome lo que había pasado.

— ¡¿Pero Louis me vio y no hizo nada?! ¿¡O que paso!? Annie por dios dime por lo que más quieras —lloré aún más.

—Si, Louis te lo quitó de encima, pero tu misma le dijiste que se fuera, que estaba interrumpiéndote, le gritaste que se largara y por que tu eras quien se lo pidió se fue, se fue destrozado, a estas alturas no sabemos donde esta.

— ¡No! ¡Annie no puede ser! ¡Louis! Quiero morirme Annie, si Louis no esta no se que diablos hago yo aquí —me senté en la camilla.

— ¡Tranquila Leah cálmate! ¡Doctor! —Entró el doctor acompañado de una enfermera y tuvieron que sedarme.

— Le aplicaré los sedantes, debes descansar Leah, hablaré con tu amiga.

Annie

El doctor nos dijo que Leah había sido drogada con un químico muy fuerte y que por eso era que estaba en ese estado, débil y alterada, vomitaba constantemente y se mareaba cada vez que se paraba, duro 4 días en el hospital y 3 de reposo en su casa, quedaba una sola semana de clases, Leah no iba a la escuela, siempre estaba en su casa, llorando, lamentándose todo lo que paso esa noche, culpándose de todo, no soportaba que Louis se hubiera ido y no saber en donde estaba.

Leah

Cada segundo que pasaba moría lentamente, me maldecía a mi misma, me daba asco, lo extrañaba mucho, demasiado, tanto que hasta dolía, me sentía destrozada, quería salir corriendo por la puerta de mi casa y no parar hasta encontrarlo, llegaba a diario al colegio con la esperanza de verlo en la puerta de entrada como solía hacerlo, o escuchar el sonido de la bocina de su auto por las mañanas, era un martirio no saber nada de el. Los días se hacían eternos, dos semanas transcurrieron, dos semanas eternas de puro dolor, llanto, amargura, desesperación ¿y Christian? Felizmente, me sonreía ¿y a mi? ¡Me daba asco! Le reclame, lo denuncie y claro, fue a dar a la cárcel por tráfico de drogas y consumo involuntario a personas y abuso sexual, tenía los suficientes cargos para que se fuera a la cárcel, cinco años seis meses.

—Te vas a podrir en la cárcel por lo que me hiciste.

—Leah por favor perdóname, estoy enamorado de ti, no quería lastimarte, te juro que jamás te penetré, si te toque pero jamás entre en ti, no iba a arruinarte la vida desvirgándote en ese estado, yo solo quería...

— ¡Cierra la boca! Me das asco, eres un cerdo Christian, ¡un cerdo! —Los policías me sacaron de las celdas.

—Leah perdóname por favor —murmuró con cara de arrepentimiento, pero estaba segura que esto era una más de sus mentiras.

— ¡Pedazo de mierda!

Harry

— ¿Louis, estas aquí? —Abrí despacio la puerta de la habitación del hotel, no escuche ningún ruido, acomode las maletas, me cambie de ropa y salí a la piscina a buscarlo, di dos vueltas y no lo encontré.

— ¡Oye tu! Espera, ¿Hazza? —Escuché una voz que me resultó familiar y como no, si era el.

— ¿Louis? —Me abrazo.

—Ya me hacías falta hermano.

— ¿Como estas? —Pregunto emocionado.

—Pues mejor que estando allá —joder Louis estaba irreconocible, había pasado dos veces por enfrente de el y no lo había reconocido, estaba en una silla con su celular.

—Te dejo solo dos semanas y te estas yendo de flaco Louis, oye ¿y tus gafas?

—Adelgace un poco, he estado haciendo ejercicio ¿y mis gafas? Las deseche, ya no las necesito los lentes de contacto son mejor —dijo con naturalidad.

—Mierda ¿te cortaste el cabello? —Pregunté incrédulo.

—Solo me hice un corte ¿se ve bien no? —Respondió mientras pasaba una mano por su pelo.

—Espera ¿eres Louis? ¿Louis Tomlinson? —Dije sarcástico y aún incrédulo.

—Claro que soy yo Harry —soltó una carcajada.

—Estas tan distinto, hasta te dejaste crecer la barba ¿por que diablos a mi no me crece? —Toqué mi barbilla y este río de nuevo.

—No seas exagerado, solo me hice unos cambios, no es para tanto.

—Cambiando de tema Louis, hay algo que tengo que decirte, es sobre...

—Si es de ella, ni te molestes en decírmelo... —Noté como de pronto había cambiado su semblante sus ojos se volvieron más oscuros y por un momento tuve miedo de mi propio amigo.

_______________________

Hola lectoras hermosas, aquí les dejo el capitulo diez, de verdad, se los juro que si me ponen un comentario con su preciada opinión acerca de la novela no me enojo.

Lo juro.

De verdad.

No muerdo.

Besos y abrazos psicológicos.

Nothing It's ComplicatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora