~Mi irreparable corazon~♥ (Justin Bieber y tu)

Capitulo 92 ♥

Capitulo 92

Al salir vi a Katelynn recostada sobre la puerta de su auto, al verme corrió a abrazarme… yo estaba al borde del llanto por todo ese montón de cosas que se me estaban acumulando en el pecho no pude evitar llorar sobre su hombro ya no lo soportaba más, y yo que creía que ya estaba seca de tanto llorar.

Kate: Ya está _____(ta)… tranquila. (Me acarició el cabello) – ¡Vamos de compras! Nada mejor para una depresión que las compras. (Me sonrió y me ofreció un pañuelo rosa)

Tu: (Me sequé las lágrimas) - Gracias Kate. (Rodeé el auto y me senté en el lugar del copiloto) – Pero no traje dinero… ¿Por qué no vamos a casa mejor?

Kate: ¿Para que te encierres en tu cuarto a llorar? ¡No lo voy a permitir! ¡Yo invito! Tengo tarjeta de crédito nueva. (Mostró una gran sonrisa)

Tu: (Suspiré resignada, Katelynn con tarjeta nueva era como un nene con juguete nuevo) – Ok Kate, vamos de compras. (Accedí)

Mi amiga aceleró y nos dirigimos al shopping más cercano… un día de compras, no era lo mío pero quería distraerme de cualquier forma, además no quería quedarme sola, Kate tenía razón me pondría a llorar.

Recorrimos las tiendas de ropa, zapatos y accesorios hasta que llegamos a la disquería.

Kate: ¡¡Aaahhh!! (Gritó mientras yo veía los Cds)

Tu: ¿Qué pasó? (Pregunté asustada)

Kate: ¡Mira eso! (Apuntó hacia adentro del local, seguí su dedo y no lo podía creer)

Yo también grité al ver un enorme cartel negro con letras doradas y una gran foto de Miley Cyrus, Selena Gomez & Demi Lovato… decía “ Oh My Disney Tour’”.

¡No podía creerlo! Mis ídolas vendrían… pero ¿Cuándo? ¿Por qué dejan con esta intriga?

Debajo y con sencillas letras blancas una leyenda rezaba: “Localidades en venta a partir de abril” ¡Genial! Era recién 1 de Marzo, por lo menos me quedaba tiempo para ahorrar el dinero suficiente para comprarme una entrada lo más cerca posible de ellas… aunque quedaba la duda acerca de cuando sería el concierto…

Nos fuimos de la disquería recreando las imágenes que habíamos visto en la tele de los conciertos de ellas, eran algo que te dejaban con la boca abierta y ahora debía esperar a que digan cuando vienen… podía cumplir mi sueño, conocerlas.

Nos detuvimos en una pequeña cafetería para comer algo ya que tantas compras nos dio hambre.

Kate: ¿Estás mejor _____(ta)? (Preguntó con cautela)

Tu: Eso creo Kate… me duele que se vaya, lo necesito tanto…

Kate: ¿Por qué no le dijiste que se quede? Supongo que por ti lo haría.

Tu: Sería muy egoísta de mi parte (Miraba mi taza de café) - Este viaje es la oportunidad de su vida y no la va a abandonar por una chica que no lo ama. (Guardamos silencio un buen rato)

Perdí mi mirada en el vapor que se desprendía del café caliente… los recuerdos de la noche anterior y las de ese mediodía se mezclaron de nuevo logrando acongojarme. Pero el mayor dolor era, aunque me pesara decirlo, Justin, él es mi dolor desde hace tiempo, ¿Por qué me besó si después iba a decir que me odia? Ok, basta, se dio cuenta de que ama a Katelynn y listo, no es tan difícil de entender… el alcohol lo confundió y quizás hasta me vio rubia o quien sabe…

...o simplemente estaba mal porque su novia había abandonado la fiesta, no soy Sigmund Freud para entender la mente humana pero estoy segura de que ese beso fue sólo una confusión para él, mientras que para mí fue el paraíso a pesar de todo, me quedo con esos minutos de desenfado en los que lo sentí tan mío aunque haya sido producto de la bebida.

Kate: _____(ta)… ¿Qué hago con Justin? (Preguntó de repente sin sacar la vista de su taza y después de un rato de silencio)

Tu: ¿De qué hablás? (La verdad no sabía que intentaba decirme)

Kate: Me preocupa su actitud de anoche… ¿Y si éste es el comienzo de…?

Tu: ¡No! (La interrumpí sabiendo que hablaba de un principio de dependencia al alcohol, Justin no llegaría a eso) – No creo que sea tan grave. (Intenté que las cosas sonaran más simples de lo que parecían ser) – Era su cumpleaños y aprovechó a tomar. No creo que se vuelva un alcohólico después de eso, fue sólo un traspié. Pierde cuidado que cuando se le pase la enorme resaca que de seguro tiene va a volver a ser el mismo que era contigo. (Una nueva sonrisa falsa curvaba mis labios, había aprendido a inventarlas con más facilidad cada vez)

Kate: Eso también me preocupa… te conté que no es el mismo desde que te fuiste a Nueva York… (Su tono de voz era triste)

Tu: No sé Kate… la verdad no sé, yo no lo conozco, es como… otro Justin. Antes podía preguntarle lo que sea que me contestaría, pero ahora soy la última persona al que quiere ver. (Mi voz se iba apagando a medida que las iba confirmando cada una con un hecho en mi mente)

Kate: ¿Qué pasó con mi Justin, ______(ta)? Cambió tanto en tan poco tiempo. (Parecía que se lo preguntaba más a sí misma que a mí)

¡Fabuloso! Ahora éramos dos las deprimidas… una duda surcó mi mente mientras miraba mi taza vacía después de recrear por milésima vez la escena del beso… era una situación de la que tenía un interrogante. ¿Debería quedarme sin respuesta? No, quería saber qué pasaría si…

Tu: Kate, ya que estamos en plan de confesionario… ¿Puedo preguntarte algo? Siempre quise saberlo y nunca hablamos del tema… (Pasaba mi dedo índice por el borde de la pequeña taza blanca frente a mí)

Kate: Te escucho…

Tu: (Tomé fuerzas y se lo pregunté) - ¿Qué pasaría si hipotéticamente me gustara el mismo chico que a ti? (Resalté la palabra “hipotéticamente” y la frase terminó con tono temeroso)

Kate: ¡¿Te gusta Justin?! (“¡Dios! ¡No puede ser tan obvia!”)