Capitulo 105
Se veía un pequeño pedazo de papel grueso y rectangular con muchas letras negras y algunos códigos, en la esquina superior derecha el nombre deMiley, Selena y Demi en dorado. ¡Era una entrada para el concierto! Como si hubiera leído mi mente o me hubiera visto recorrer tiendas y más tiendas buscando una entrada.
Kate: ¡¡Aaaahhh!! ¡Es una entrada! (Gritó como si no me hubiera dado cuenta ya. La tomó de mis manos y la analizó) - ¡¡Aaahhh!! (Volvió a gritar, yo seguía sin creerlo) - ¡Es primera fila! ¡Igual que la mía!
¡Wow! Este chico se había ganado un montón de puntos conmigo automáticamente, sentí una gran emoción al darme cuenta de que asistiría después de todo al concierto de mis sueños. Ahora restaba leer la carta esperando que nada de aquello se opacara con alguna oscura condición. Últimamente no podía evitar buscarle el lado negativo a todo cuanto bueno me pasaba.
Abrí el papel cuidadosamente doblado y recordé esa letra cursiva tan perfecta como de profesor de lengua.
“Hola _______(ta):
Sé que dije que no sabrías nada más de mí pero no podía dejar pasar tu cumpleaños así como así. Además quería pedirte perdón por haber pensado tan mal de tu persona, en la carta anterior, no estoy seguro de que la recuerdes, te había dicho que resultabas ser igual que las demás… nada más equivocado, no eres como las demás, porque simplemente eres única. Todavía guardo la esperanza de poder tener el valor suficiente para decirte todo lo que tengo pensado hace tiempo de frente, y ya no más detrás de un papel que no logra transmitir todo lo que me gustaría que lo hiciera. Espero que sepas perdonar mi grave error de compararte con alguien más.
Tenía muchas ideas sobre qué regalarte, te mereces todo y todo es poco al mismo tiempo… pero como sé que te gustan esas chicas pensé que te encantaría asistir a su concierto, sólo espero que aún no tengas entrada ya que ésta la compré especialmente para ti.
Voy a estar ahí y quizás te lleves una gran sorpresa.
Feliz cumpleaños, sé que todavía faltan unos días pero quería darte el regalo.
Firma: pronto lo sabrás.”
¿“Pronto lo sabrás”? ¿Lo iba a conocer en el concierto? ¡Ah! Ya me había puesto nerviosa. Aunque no sabía porqué me sentí tan bien de volver a tener noticias de mi admirador, por más que estaría a punto de conocerlo, ¿Y si resultaba ser de verdad era un asesino? ¿O un violador? Los nervios dieron paso al miedo… miedo que se había esfumado al saber que no lo conocería porque había desaparecido por lo tanto estaba segura. Pero ahora…
Kate: ¡¿Qué dice la carta?! (Preguntó con curiosidad, no estaba en condiciones de explicárselo todo por lo que preferí darle el papel y que ella misma lo leyera)
Mientras Kate leía yo me recosté en el sillón otra vez, miles de ideas negativas acerca del chico de la carta me giraban en la cabeza, pero no quería ser tan severa, debería pensar que era un buen chico sin bajar la guardia obviamente y en caso de que lo conozca, decirle la verdad desde el primer momento, decirle lo que sentía por otro, lo mal que estoy “viviendo” últimamente… si me quería tanto como repetía en sus cartas me comprendería.
Kate: ¡Va a estar en el concierto! (Interrumpió mis cavilaciones, la miré y estaba feliz)
Tu: Sí K,… él y otras dos mil personas. (Dije aún acostada con un brazo sobre la frente)
Kate: ¡Ay! No seas negativa. (Protestó)
Tu: Tienes razón… sólo cien serían hombres, ¡sería muy fácil encontrarlo! (Exclamé con sarcasmo, ella entrecerró los ojos) - ¡Ok! (Sé que pensaba que era muy negativa)
La mañana del nueve me levanté temprano, quizás demasiado pero la emoción no me había dejado dormir más allá de las ocho, de modo que tuve que levantarme a tomar algo caliente, como ser un cappuccino. Se me había hecho costumbre ya que era lo que Caitlin y yo desayunábamos cada mañana en Nueva York.En fin, me dispuse a relajarme un poco y sólo un poco mientras desayunaba tranquilamente, había puesto un disco de James Blunt en el minicomponente para lograr apaciguarme, también quería evitar pensar en el chico de la carta, lo había hecho por esos dos días intentando no caer en la histeria.
Sentada en el sillón más grande del living con los pies apoyados en la mesa ratona justo enfrente y en la mano derecha mi taza de cappuccino humeante me puse a analizar las actitudes de mis amigos en esos días. Nos habíamos distanciado un poco, en realidad era yo la antisocial que se alejaba de las parejas. Antisocial para ellos, no para mí. Nada era lo mismo sin Jason, yo volvía a ser el sobrante de una salida amorosa y más empalagosa que algodón de azúcar con chocolate. De los que estaba más cerca era de “Kastin” que rondaba por casa cada vez que venían de sus paseos. Alquilábamos películas que sólo yo terminaba de ver. Pero tengo que aceptar que no pude avanzar mucho en mi amistad con las palomitas y los almohadones del sillón que eran los únicos que me prestaban más atención que la pareja.
Habían veces que las sesiones de cine se trasladaban a la casa de Kate o en su defecto y aún más seguido, a la casa de Justin.
Salí al jardín con mi taza en la mano quería hacerle una visita a mis rosas, no las tenía abandonadas pero necesitaban de cariño también. Me acerqué a mis favoritas, las blancas que Justin me había regalado hace tiempo, la vez que me había acompañado al vivero, estaban hermosas. Le quité algunas hojas secas de sus tallos y me quedé mirándolas un rato, rozaba sus pétalos recordando aquella visita al vivero con mi vecino.
***: ¡Buen día ______(ta)! (Escuché a un lado, giré y me corté con una espina)
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~Mi irreparable corazon~♥ (Justin Bieber y tu)
Fanfiction~Sinopsis~ ¡Wow! Nunca había visto algo parecido, algo tan hermoso y algo que me llegara tanto al corazón.. Eran unos ojos bellísimos, en realidad no encuentro palabras para describir su belleza… eran color...miel quizá? un miel...café clarísimo, p...