Fruto Divino.

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En el centro del gran complejo se encontraba lo que la gente llamaba "El Calabozo", un tipo castillo gigante donde vive el señor de Área X, en ese lugar es donde encontraremos el artefacto que busca Kabe, sera difícil entrar, aun mas difícil salir, sin embargo Kabe depende de nosotros para recuperar el legado de sus padres, no podemos decepcionar a ese gran aliado, si logramos conseguir ese Fruto podemos hacer realidad todo, ahora que Aries nos traiciono, sólo tenemos el apoyo de Nipón Island y la resistencia de las Tribus del Norte, estamos en números rojos por culpa de Aries y Rick, sin embargo podemos hacerlo, terminaremos con esta estúpida dictadura.
-¿Porque no me lo habías dicho?- pregunto Lii con mucho pesar.
-¿Decirte que?- respondí sin saber lo que pasaba.
-Sobre Zegna, sobre todo lo que pasa en ti, sobre Schatten y todo ese poder que emanas, no eres humano ¿cierto?- contestó Lii levantando su tono de voz, nunca la había oído así, el corazón le latía rápido y estaba muy agitada, ¿estaba asustada?.
-Tu nunca me hablaste de Oldhus, ni hablaste sobre tus animales guías, así que no te podía decir lo de Zegna y Schatten, y no soy un humano, ya no mas, ahora estoy hecho con un solo propósito, exterminar esta dictadura y devolver el orden y las tierras a los verdaderos líderes, los prometeos- me volví serio por unos minutos, era bastante irritante no poder esquivar todo aquello y cambiar el tema, ella no me lo iba a permitir.
-¿Y no te da miedo no saber lo que te pasara después?- ella cruzo los brazos y volteo hacia arriba, no sabía lo que pasaba, pero el cielo estrellado y la luna rojiza de aquella noche me daban un inciso de que después de aquella misión uno de los dos no volvería.

El cielo rojizo era presagio de muerte en la capital, y el hecho de verlo así junto a ella me avisa que uno de nosotros no regresara. Sin tener mas incisos en que basarme no podía decir nada, ella y su temperamento no quisieran saber los presagios de un loco de capital que no sabia nada del mundo exterior hasta hace apenas once años, quizá no sea el gran maestro de los espectros, sin embargo soy el que ellos siguen, soy quien ellos creen que soy, yo no tengo una personalidad definida, ni una meta personal, mucho menos puedo entregar mi vida a alguien ya que no es mía, no tengo nada...

Por la mañana nos alistamos para irnos a la misión lo las rápido posible, Kabe nos proporciono trajes con tecnología tan avanzada capaz de replicar el aspecto de una persona, se trataba de un traje de camuflaje, era para entrar y salir del complejo con aspectos que no son nuestros, ahora solo constaba de encontrar dos trabajadores de El Calabozo para aniquilarlos y robar sus aspectos, pero para eso debíamos inventar aspectos de intervalo para pasar inadvertidos en la ciudad, algo complicado de aprender, sin embargo era muy esencial para poder sobrevivir.
Lii se tomo un aspecto algo raro, seguía siendo una chica, pero se encogió un poco y se hizo morena, su cabello lacio se volvió rizado y castaño oscuro al igual que sus ojos, y su voz se volvió mas dulce, le sentaba perfecto. En cambio yo deje de tener el cabello carbonizó y mis ojos se volvieron marrones, la complexión de mi cuerpo se hizo robusta y la voz algo más gruesa, nos veíamos mas jóvenes y nos mezclábamos perfectamente con el ambiente, ahora sólo era encontrar a aquellos trabajadores, Kabe se comunicaba con nosotros por medio de auriculares y micrófonos en el traje, era algo así como las películas de espías que veía en televisión en Zegna, me sentía genial, a diferencia de mi Lii estaba muy incómoda con su aspecto, ella misma lo creo pero no midió el trabajo que costaba peinar un cabello rizado, toda la mañana batallo en peinarlo, así que salimos diez minutos tarde a la misión.
-Chicos abran paso, el señor y la señora Miller van a pasar- una voz grave y masculina lo dijo detrás de nosotros, ¿Miller?, no me digas que esa maldita esta aquí...
-Tranquilo Leo no hay problema, deja a los jóvenes, tu, el chico, sabes, no sé porque pero me recuerdas a una rata inmunda que me hizo la vida imposible, esta bien, nos vemos chicos, mi hombre y yo tenemos que ir a comer antes de volver a El Calabozo, me alegra haber dejado Aries a mando de aquel tipo de la máscara, ahora puedo pasar mas tiempo con mi querido- esa cabrona, en verdad era ella, ahora ya tenemos nuestros objetivos bien marcados, podría matar dos pájaros de un tiro, solo teníamos un cuchillo como arma así que debíamos acercarnos mucho para exterminarla.
-"Phoenix, quizás piensas lo mismo que yo, Lii dile que los invite a comer y los ejecutan en el momento que estén solos, es lo que podrían hacer"- nos lo menciono Kabe por medio de los comunicadores, Lii rápido tomo su papel y lo hizo, la actuación del millón.

-Disculpe señorita, mi amigo y yo llevamos mucho tiempo sin comer, no tenemos hogar y tenemos mucha hambre, ¿podría invitarnos a comer?, siento que tiene un corazón muy grande- su actuación fue impecable, Miller se lo pensó rápido y sonrió mirándonos, ¿de verdad funcionó?.
-Niña, ¿de verdad crees que los invitaría a comer?, son pobres, pordioseros, sin hogar, abandonados y sucios niños, nunca los invitaría a comer, ahora vayanse, no quiero tenerlos de frente otra vez...
-¿Y que tal si le contamos el paradero del Maestro?, sabemos que lleva once años buscándolo y no ha dado con él, nosotros sabemos donde esta, podríamos contárselo- respondí rápido antes de pensarlo, me estaba suicidando sin darme cuenta, pero ella rápido le dijo a su guardia que nos ayudara a su casa, que en minutos llegarían, ¿fue exitoso aquel trato?.

Sin darnos cuenta estábamos dentro del complejo, el guardia estaba fuera de la habitación mientras nos bañamos y cambiábamos, la ropa que use seguramente era de Adolf, pero aquella ropa de Lii, ¿ella tenia una hija?.
Miller llego a casa y rápidamente llamo a comer, ella nos habló de su familia mientras comíamos, hablo incluso de Adolf y de una hija que desapareció, así que si tenia una hija, ella un día desapareció de la casa y nunca la volvió a ver, habían pasado años de su escape, pero conservaron su ropa por si algún día volvía.
-Perfecto, ahora hijos mios hablen de su maestro, lo quiero saber todo, su ubicación, con cuenta gente cuenta, quienes son sus aliados... todo- estábamos en un sofá, Miller estaba al lado de Lii y yo al lado de su esposo, era el momento único, era ahí o nunca.
-El maestro esta en una ciudad en medio del desierto, no cuenta con mucha gente, tal vez treinta o menos personas, no tiene aliados, todas las ciudades potencia lo abandonaron, como él nos abandono a nosotros en esta ciudad- tomamos los cuchillos lentamente, se mezclaban con la ropa gracias a la tecnología de Kabe, así que no sospecharon nada.
-¿Y a que los mando él a esta ciudad?- pregunto el hombre mientras acariciaba la cabeza de Lii de una forma bastante "afectiva".
-La verdad es que al principio nos mandaron a tomar información de la ciudad pero el plan cambio, nos mandaron a matarlos...- rápidamente clavamos los cuchillos en las gargantas, por un pequeño momento el traje dejo de dar el aspecto camuflaje y mostró nuestros verdaderos rostros, antes de mostrar los rostros de ellos.
Escondimos los cuerpos en un baúl del salón y en cuanto llego el guarida pregunto sobre los niño, avisamos que se fueron como si fuéramos los Miller, le hablamos que teníamos algo importante que hacer en El Calabozo y que necesitábamos transporte, él nos llevo hasta allá, surcamos mucha seguridad, pasamos inadvertidos ante el personal de la institución y llegamos a la cámara del Fruto, era gigante, una gran habitación solo para esa pequeña cosa, no había seguridad dado a que no les importaba ya que no lo podían utilizar, Lii lo tomo y lo metió en la bolsa, yo lo sustituí por uno falso que llevábamos con nosotros, salimos rápido del lugar, no era raro que todos nos saludaran con respeto ya que eramos parte de la gran ciudad, altos mandos, pero al cruzar la puerta de la entrada, pum... un disparo atravesó mi corazón... solo vi a Lii siendo metida en el coche por el guardia Leo, y a un grupo de personas caer de los cielos tomandome y sacandome a rastras del lugar, ¿me metí en un papel que no debía?, ¿que pasara conmigo?...

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