Los Espectros

Oblivion P2.

No hemos visto señales de vida, entre mas nos acercamos a la puerta del ayuntamiento mas cerca me siento de la muerte, hace frio, el corazón me palpita rápidamente, me cuesta algo respirar, si esto no es sensación a muerte entonces no sé lo que es.
Un rose de disparo entre mis pies dio aviso a que si nos acercábamos mas moririamos, las túnicas nos cubrían el rostro, era lo mismo de antes, el primero en mostrar el rostro pierde, por mala suerte no se me dio la oportunidad de hacer presión, rápidamente se desplegaron dos escuadrones con escudos anti disturbios, los francotiradores se mostraron todos apuntando sus armas hacia nosotros, todos respetando la regla de no mostrar su cara, ocultándoles con mascaras de jokey y pasamontañas, se nota que son el ejército del hermano de Jacob, pero, ¿quien es el hermano de Jacob?, ¿donde se esconde?.
—¿Quienes son ustedes?, sé que no me van a contestar así que quiero hablar con su líder- dije con un tono moderado, tampoco quería ocasionar que nos asesinarán.
—Yo soy el líder, y ustedes dos malditos están en mi territorio, ¿Quienes son y quien los manda?- se postró frente a nosotros un hombre con un gran traje metálico y un cañón que no parecía creado por humanos.
—Nos envía Jacob, no venimos a causar problemas- dije con ánimos mientras me quitaba la capucha.
—¿Así que mi hermano los envía?, vaya que ver dos rostros tan familiares en mi territorio, ustedes son las ratas que se habían escapado por el subterráneo, díganme, ¿llegaron a la Ciudad en Ruinas o directamente hacia el laboratorio Norte?, ahora me dices que él los envía, ¡Jacob!, el hermano que hace años que no veo, solo escucho de él entre la guardia revolucionaria, díganme sus nombres, si no lo hacen, pediré que disparen- por favor, el destino no puede ser tan tonto como para hacerme topar de nuevo con él, aun me duelen los golpes de la ultima vez.
—Mi nombre es Phoenix Azrael, soy hijo de Jacob, y él me envió a buscarlo para recuperar el fruto y por fin acabar con lo que sea que este pasando, pero primero necesito su ayuda- hable claro, fuerte, no me importaba nada, él sabra que no miento.
—Por como hablas no parece que estés mintiendo, sin embargo no tolero que te autoproclames el hijo se Jacob, su hijo murió hace varios años tras ser atacado por un dragón de sombra, el último dragón existente, tu no eres su hijo, te ayudaremos, pero no eres apropiado de llevar el nombre de los Azrael- era algo que no sabia, ¿Jacob tenia un hijo?, y si es así, ¿porque nunca lo menciono?.
Schatten se colapso en cuanto entramos al centro del escuadrón de los cuervos, lo cual lo colocó en una camilla de hospital, era gigsntesco, había mapas y cartas codificadas por todos lados, así mismo un sistema de combustión por si pasaba algún percance con un ataque sorpresa. El plan ers fácil, ir con Kabe, tomar el fruto y volver con Jacob, las niñas y Oldhus se reunieron con nosotros en el ayuntamiento, Gregory nos hablo del verdadero significado de la Guardia Revolucionaria, algo que a mi nunca nadie me había explicado, fue algo verdaderamente ilustrador, y lo cito con las mismas palabras: "La Guardia Revolucionaria nunca fue un grupo de liberación, nunca buscamos destruir a los prometeos ni al gobierno que nos rige en estas ciudades, nuestro verdadero objetivo siempre fue tomar el control de nuestras vidas, romper las barreras de lo humano y llenar el mundo de seres idénticos a los Dioses, prometeos humanos, seres con capacidades especiales y con poderes extraordinarios, y cuando el elegido llegará, destruir a todos los humanos del mundo con el proyecto Oblivion, sin embargo no podíamos hacerlo solos, por eso teniamos a Miller de nuestro lado, ella no solo financiába nuestras investigaciones, sino que también persuadia al gran ministro, al jefe de todos los territorios ocupados por la milicia, él sin saber lo que hacia formo a los que sobrevivirán el Oblivion, los que serán como dioses en un mundo nuevo, los que van a heredar el paraiso, él creo el proyecto Espectro".

La verdad... me dejo mucho en que pensar, hombres, mujeres, niños, ancianos, todos humanos, no tiene la culpa de ser un virus en el mundo, ellos no lo saben, pero es una razón justa, los Espectros seremos la raza que creará el planea, cuando seamos adultos crearemos cosas inimaginables, el proyecto consta de veinte naves ubicadas en diferentes lugares, cinco de ellas albergarán a los Espectros que se hayan creado hasta el momento, cada una con la capacidad de albergar quinientos Espectros, todas las demás llevaran víveres, tecnología y medicamentos, lo esencial para poder crear rápidamente una sociedad, las naves transitaran la periferia de la tierra por un día, y descenderán a salvo al terminar las dos mil cuatrocientas horas, un plan perfecto.

Pasaron tres días y todo estaba perfectamente preparado, solo había el problema de que Schatten no despertaba, estaba en un coma profundo, no había señales de vida, su respiración era tan tenue cono la brisa de verano, su ritmo cardíaco iba bien, sin embargo eso podría cambiar en un segundo, no quiero dejarlo solo, no ahora que estamos tan cerca de nuestro objetivo.
—Phoenix, Schatten no se encuentra bien, debemos hacer algo, ya lleva tres días en coma, ¿y si nunca despierta?- dijo Lii bastante preocupada.
—No sé lo que le pasa, estaba tan bien, solo se colapso así sin mas- todos estamos preocupados, Schatten y yo somos los mas fuertes, si nos enfrentamos a un enemigo formidable sin él, puede que n todos salgamos vivos.
—¿Donde estoy?, ahh, me duele bastante la cabeza, ¿quienes son ustedes?- por fin había despertado, sin embargo él ya no tenía aspecto humano, había vuelto a ser una Sombra como cuando lo conocí, y su voz, su voz había cambiado.
—Schatten, somos nosotros, tu familia, ¿nos recuerdas?- parece estar confundido, quizá podremos hacerlo entrar en razón.
—¿Schatten?, que clase de nombre es ese, me llamo Mercury, Mercury Azrael- la niebla de disipada y había formándose debajo un cuerpo humano, pero era diferente a mi, ya no era mi copia, la cara de asombro de Gregory no tiene precio, pero, ese nombre, Mercury Azrael, ¿se trata del hijo de Jacob?.
—¿Mercury?, esto es... ¿de verdad eres tu?, no puede estar pasando- Gregory estaba sorprendido, no podía siquiera hablar, entonces si se trata del hijo de Jacob.
—¿Ah?, ¿Tío Greg?, ¡es usted!, ¿Que esta pasando?, ¿Que es este lugar?, y a todo esto, ¿Donde esta mi padre?- estaba bastante confundido, no sé que esta pasando, el hijo de Jacob esta aquí, pero, ¿porque?.
—¿Que recuerdas?, lo último que viste u oíste, ¿Que fue?- pregunto Oldhus extasiado.
—Solo recuerdo, a mi padre correr detrás de mi en un campo, sentí un golpe y ya no recuerdo nada mas, escuché una voz que me dijo que pronto estaría bien que el elixir serviría, de ahí en mas, nada- es una clara afirmación de que Jacob violó el protocolo de hacer el proyecto Espectro en muertos.
—¿El elixir?, espera, este maldito tiene el elixir en su interior, él es el Oblivion, es el mecanismo de purga del proyecto- no solo hizo un experimento con el cadáver de su hijo, sino que lo volvió una bomba, Jacob esta desquiciado, ¿que estaba pensando?.
—Espera, si la bomba ya esta hecha, entonces, ¿para que necesitan el Fruto?, esto es ilógico- pregunte con mucha confusión, esto cada vez se enredaba mas, no era normal todo esto, ¿que esta pasando?.
—Phoenix, el Fruto es un catalizador de la Bomba, así como me extrajeron a mi de Lii, como extraeremos a Zegna de ti, el fruto puede detonar a la persona portadora del elixir, ya que este tarda años en consumirse, puede tardar mas de dos siglos, eso fue lo que paso con los dinosaurios, la explosión del sujeto del elixir, la primera vez que se probo en la tierra, no sabíamos que por la atmósfera de este planeta el efecto seria millones de veces mayor a lo que nosotros hacíamos en nuestro planeta, eso era un simple petardo- maldición y ahora lo dice, en cuanto consigamos el fruto debemos de mantenerlo alejado de Schat... de Mercury, necesito que Jacob me de explicaciónes.
—Phoenix, hace tiempo que solo te escucho y no te hablo, deberías de tener cuidado, pronto nos separaremos, después de eso, me temo que se avecina algo muy, muy malo.