Capítulo V.

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Una semana había pasado desde que Luhan comenzó con su mega plan y lo único que había logrado hasta el momento era la completa atención del mayor cuando terminaban las mini clases de japonés y comenzaba a divagar con temas que iban desde lo que el anime le había enseñado del japonés hasta lo preciosa que era Sunny de SNSD.

Peor es nada, se repetía una y otra vez.

Sacudió la cabeza ligeramente y volvió su mirada hacia el maestro de historia, inútilmente intentando ponerse al corriente de lo que iba la clase.

Se había reprendido con dudoso enfado por no estar al tanto de lo que pasaba en la academia por culpa de las imágenes de la sonrisa que Sehun había estado dándole los últimos dos días, olvidándose de todo lo anterior y comenzando a rodar sobre la cama con una almohada en el pecho, murmurando lo perfecto que era el mayor y que desearía poder tener más de aquellos detalles.

—No entiendo cómo eres el mejor de la clase si con suerte tienes lo pies en la tierra.

Como el exorcista, volteó la cabeza con una sonrisa hacia su compañero de banco. Chanyeol rodó los ojos y volvió su vista al maestro.

—Si quieres, podemos estudiar juntos para el siguiente examen~.

El castaño bufó y miró fulminante al alegre chico.

—No, gracias.

—Yeol~. —siguió insistiendo, encantado de ver el ceño fruncido de su hyung.

—Qué no.

Luhan hizo un morrito y acercó su silla a la de Chanyeol, el corazón de este dando un brinco cuando el costado de Luhan se apegó al suyo.

— ¿Por qué no?

Volteó un poco la cabeza y se topó con el rostro del menor, tan cerca como nunca antes lo había tenido. Una desagradable sensación estremeció su estómago.

—Porqu-

—Joven Lu y Park, ¿Desean compartir algo con la clase?

Mierda, maldijo Chanyeol.

El maestro de historia era uno de los más... estrictos, por no decir que era un anciano de cómo mil años que hasta respirar te condenaba a pasar una tarde en el salón de castigos.

—Maestro —intentó sonar seguro de sí mismo, pero falló—, nosotr-

—Castigados.

La sonrisa radiante de Luhan desapareció.

Si lo castigaban, significaba pasar su tarde en aquel aburrido y monótono salón por tres horas —hubiesen sido dos si no se tratara del maestro de historia—, lo que prácticamente le impedía ir al trabajo de Sehun para pasar su tarde con él.

Por primera vez, se lamentó tanto de haber sido irritante para Chanyeol.

En cambio, el alto miraba detenidamente la expresión abatida de Luhan, algo que no todos los días se veía.

¿Ahora qué le pasa? Pensó con más curiosidad de la necesaria.





Las 3:02 PM y Wendy se extrañó al no ver llegar al primo de Oh por el ascensor, diciéndose que todos podían retrasarse o que simplemente el chico tenía otras cosas más importantes que hacer. Le restó importancia y siguió con su trabajo, tan concentrada en lo que hacía que no notó cuando exactamente a las 4 PM su jefe salía del ascensor y se dirigía a su oficina.

Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora