Capítulo XLIV.

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Se retiró el maquillaje corrido, abrió el estuche y volvió a maquillarse, ingeniándoselas para que no pareciese un exceso pero que tampoco le dejara tan al descubierto el deplorable estado en el que estaba.

Nunca había batallado tanto para conciliar el sueño, su noche resumiéndose en vueltas por la cama con la mirada en el techo y el reloj que lentamente avanzó durante la madrugada. El nudo en la garganta persistía desde los días anteriores, mas ahora parecía estar a un suspiro de estallar y dejar que toda la pena, en conjunto con el miedo, se apoderada de su decidida imagen.

Su celular vibró dentro del bolsillo de su chaqueta, señal de que la tan esperada reunión de ese día viernes ya estaba por comenzar, al igual que el gran plan que tenía en juego la vida de su madre y el corazón de un pequeño chico que tuvo la mala suerte de ser nieto de Jeonghoon.

Divisó una vez más su reflejo frente al espejo, sabiendo que después de este día nada volvería a ser igual.








Su celular increíblemente estaba muerto. ¿La razón? No sabía porque estaba más que seguro de que lo dejó cargando incluso más del tiempo habitual para que aquello no sucediera. ¿Ahora cómo estaría atento qué hora era para ir al concurso de Luhan? No podía andar preguntando a cada momento la hora durante la reunión, por mucho que Kris estuviese sentado a su lado y le mandara miradas cómplices.

Suspiró y dirigió su mirada al parlanchín de Byun Baekhyun, quien al parecer era inmune a las miradas mordaces y aburridas de todos los presentes dada esa inoportuna reunión de último minuto.

A su lado estaba Irene, quien desde que comenzó la reunión permanecía con un semblante tan serio que le estaba inquietando, preguntándose qué le pudo haber pasado para que su sonrisa y suave mirada desaparecieran esa mañana.

―Yah, no me miren así ―se equivocó, Byun si notaba sus miradas―. ¿Qué tal un break antes de seguir? Les prometo que acabaremos antes de lo que piensan.

No terminó de decirlo cuando ya algunos estaban corriendo fuera de la sala de reuniones, en busca de algún café o bocadillo que les diera energías para mantenerse despiertos lo que duraba ese martirio. Y antes de que Sehun pudiese escapar, las garras de Baekhyun ya estaban arrastrándolo a él, Kris e Irene fuera de la oficina y camino al ascensor.

―Vamos por un café, chicos~.




















Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora