Capítulo XIX.

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La casa de la familia Kim está repleta de risas, conversaciones amenas y, por sobre todo, calidez, un suceso tan idílico para Kibum que, pensando que podría ser un sueño, simplemente se esmera en aprovecharlo al máximo y guardar aquellas imágenes de Luhan sonriéndole y mirándole con sus preciosos ojos hechos medias lunas en lo más profundo de su memoria.

Nunca se imaginó en aquella situación, ya que siempre tuvo, y tiene aún, ese gran muro indestructible entre él y el menor, incluso desde que este apenas era consciente del tiempo y lo que le rodeaba.

Todo el tiempo recuerda el primer mes que estuvo a su lado una vez se reconcilió con Hyoyeon, preguntándose como de unas sonrisas tímidas y miradas llenas de admiración pasó al silencio y la tan lastimera indiferencia.

Siempre tuvo la mejor disposición con él pese a no ser su hijo biológico porque en realidad lo sentía como uno y, demonios, no encariñarse con tal pedacito de algodón de azúcar andante era algo inevitable para una persona como él. Se sentía lleno de amor cuando Luhan le preguntaba cosa tras cosa y sus orbes brillaban cuando le contestaba con analogías o inventaba historias para entretenerle aquellas tardes donde sólo eran Jongin, Luhan y él.

Sin embargo, todo aquello duró un mes antes de que el rubio dejara de sonreírle y de preguntarle cosas.

Habían cosas ocultas y le inquietaba de sobremanera pensar en que su suegro estaba detrás de todo.

¿O acaso debía ser una jodida coincidencia que Luhan, literalmente, se apagara después de pasar la cuarta semana en la casa de sus abuelos?

Sintió un chorro de agua mojar la manga de su camisa y de inmediato fijó la vista en Jongin, quien miraba hacia otro lado y silbaba mientras seguía fregando los platos sucios.

Con el paño de cocina, golpeó la cabeza del moreno y este se quejó.

—No seas irrespetuoso, Choco-man.

A su vez, Chanyeol terminaba de recoger la mesa, dándole miradas de reojo a cierto rubio que observaba con un leve puchero la pantalla de su móvil.

Luhan había pensado inocentemente que su hyung le mandaría algún mensaje peguntándole si se había resguardado bien de la lluvia, pero obviamente aquello no pasó y perdía las esperanzas de que pasase.

«Es como si me hubiese olvidado, otra vez»

Decepcionado, guardó su móvil en el bolsillo de su chaqueta y sintió sus hombros pesar, el sentimiento de tristeza y el picor agrio de una remota suposición haciendo flaquear su máscara de chico alegre con hirientes escenarios proyectándose dentro de su cabeza.

« ¿Podría estar Sehunnie con... ella? »

Su pulso aumentó palatinamente y sintió su corazón desbocado, una no tan buena señal.

A sabiendas de la mirada de Chanyeol sobre él, caminó de la manera más normal que pudo hacia las escaleras para enseguida desaparecer en dirección a su habitación, ansiando poder tenderse sobre su cama para calmarse.

Chanyeol contempló todo, restándole importancia a la repentina huida del rubio, pero no evitando que leves sospechas comenzaran a aflorar en su cabeza.


















Sus miradas estaban mucho más que conectadas, probando bocado a bocado de la deliciosa cena que preparó Irene para tal especial ocasión, inconscientemente dándole sólo un toque más de romanticismo a la velada de la que ambos estaban disfrutando al máximo.

Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora