Cute and pervert » hunhan.

Capítulo XXI.

En la sala de espera de urgencias se encontraban Chanyeol, Jongin y Kibum, sentados en silencio a la espera de noticias del estudiante, bastante impotentes y preocupados por lo repentino que había sucedido todo.

Sin embargo, el más joven de los tres yacía ido, metido en su propio mundo, recordando cómo la piel de Luhan había estado extremadamente pálida cuando la ambulancia llegó, cómo lo miró por última vez con los labios entreabiertos en busca de oxígeno, su pecho subiendo y bajando con brusquedad y, por sobre todo, el miedo en su mirada antes de caer inconsciente sobre la camilla.

Había estado presente en la vida de Luhan más de lo que llevaban separados y en todos esos años jamás, pero jamás había presenciado aquello que Jongin solía comentarle con temor grabado en sus retinas, la voz temblorosa y al borde del llanto.

«Quizás ver a Luhan vulnerable lo pone sensible» solía pensar cada vez que el moreno iba a su casa y le contaba que el rubio estaba hospitalizado por las crisis que con frecuencia tuvo cierto periodo de su vida.

Pero no, en ese momento comprendió que Jongin no era el sensible, ya que el nudo en la garganta que cargaba desde que vio al chico desplomarse en el suelo no se iba y tampoco tenía indicios de hacerlo hasta saber algo de él.

El sonido de las puertas abriéndose rompió el silencio y los tres pares de ojos se detuvieron en el agitado economista que corría hacia ellos, llevando una expresión bastante afligida y confundida en su rostro.

— ¿Qué sucedió? —preguntó apenas llegó frente a Kibum, quien se levantó del asiento, regalándole una suave sonrisa.

Ninguno notó el ceño fruncido de Jongin y la extraña mirada de Chanyeol hacia el recién llegado.

—Gracias por avisarme y por venir aquí —el suspiro que abandonó los labios del mayor no estuvo ni cerca de tranquilizar a Sehun—. Bueno, la cosa es q-

Otro sonido de puertas abriéndose los alarmó a todos, esta vez proveniente de la sala de emergencias por la cual había ingresado el estudiante media hora atrás.

Jonghyun caminaba hacia ellos con el semblante serio y el ceño fruncido, pero sin el cuerpo visiblemente tenso como se había dejado ver al momento que recibió al chico inconsciente con una mascarilla de oxígeno y siendo llevado rápidamente al pabellón.

Todos los presentes, exceptuando a los mayores, se pusieron de pie y miraron expectantes al doctor.

—Llegó a tiempo —todos suspiraron aliviados—. Unos minutos más que se hubiesen tardado y la historia sería completamente diferente ahora.

— ¿Qué sucedió, Jonghyun? —preguntó esta vez Kibum, con el corazón en la boca debido a lo último dicho por el otro— Hace años Luhan no tenía una crisis así, siempre eran leves y nada que nos llevara a recurrir a ti.

Y allí fue donde la expresión del doctor se endureció.

—No ha estado tomando sus pastillas.

Fue el momento de Chanyeol para suspirar y sentarse nuevamente en la silla, el corazón latiendo a mil por hora ante sus sospechas siendo cien por ciento acertadas.

Luhan no estaba tomando sus pastillas.

—Se quedará hospitalizado hasta que se estabilice y no corra riesgos —la expresión de Jonghyun se ablandó y sonrió levemente, intentando tranquilizarles—. Tendré una seria charla con Luhan una vez despierte y les avisaré para que puedan ir a verlo.

El doctor se despidió y todos le agradecieron. Tomaron asiento nuevamente, esta vez mucho más tranquilos, aunque no se podría decir lo mismo de Sehun. Kibum miró al castaño y se aclaró la garganta antes de hablar.