Cute and pervert » hunhan.

Capítulo XVII.

Si bien los nombres no son únicos a una sola persona en el mundo, Jongin sabía a la perfección que muy pocos se solían llamarse "Sehun", bastante parecido al "Sehunnie" que su hermano tarareaba la mayor parte del tiempo.

Un castaño sacado de portada de revista miraba a su pequeño Hannie pasmado, cerca de la estupefacción. No supo en qué momento Luhan se bajó de su hombro y caminó a brinquitos hasta quedar frente al hombre, tanto su madre como él viendo todo con la mayor confusión del mundo.

— ¡Hola, hyung! —saludó con alegría, robándole una sonrisa inconsciente al más alto— ¿Qué haces aquí?

La pregunta cobró sentido en su mente, enterándose de la sonrisa plantada en sus labios y que estaba tan ensimismado viendo lo adorable que lucía Lu sin el uniforme de siempre que las preguntas de por qué y cómo había llegado a parar a la casa del menor habían pasado a segundo plano.

Procesando los últimos dos minutos, movió sutilmente la cabeza para fruncir el ceño en una mueca de confusión.

— ¿Qué haces tú aquí, Lu?

—Esta es mi casa, hyung, me vienes a dejar de vez en cuando. ¿Lo recuerdas?

— ¿Ustedes de conocen?

Ambos voltearon la cabeza hacia Hyoyeon, quien lucía bastante confundida por la confianza que había nacido tan de pronto entre su hijo y el ex alumno de su esposo, tal y como si ya se conociesen.

¿Era posible semejante coincidencia?

—Es una larga historia. —suspiró Sehun, siendo de pronto jalado suavemente del brazo por ella antes de que la puerta se cerrara a sus espaldas.

No era ciega. Podía notar los ojos brillantes de su hijo hacia Sehun, su aura colorida y cálida que sólo se daba a mostrar cuando veían doramas y el protagonista lucía más apuesto que nunca.

Desde que supo que era homosexual, jamás le preguntó el nombre del hyung que le gustaba, pero su intuición femenina y de madre comenzaba a juntar las piezas del rompecabezas. Aunque claro, todo si ellos ya se conocieran y Sehun fuese el tan preciado hyung que Luhan tantas veces mencionaba.

—Tenemos mucho tiempo durante la cena —informó, indicándole que la siguiese—. Y nuevamente lo repito: me alegra mucho verte aquí, Sehun-ah.

Se sentía un poco aturdido, pero reunió todas sus fuerzas para regalarle una sonrisa sincera.

—Gracias por invitarme, Hyoyeon.

Con un asentimiento, ella se dirige a la cocina para informarle a Kibum que Sehun ya había llegado, dejándolo a solas con el par de hermanos.

Voltea la mirada hacia Luhan y se da cuenta de que este lo mira con una expresión que desconoce, pero que le transmite un calorcito a su pecho y le hace menos incómoda aquella inusual situación.

—Luces lindo con ropa normal —suelta sin más, ignorante de lo que su comentario podría causarle al rubio—, aunque luces igual de lindo con tu uniforme.

Allí vamos otra vez. Luhan lucha por no ponerse rojo y apenas lo logra, mas no puede evitar el revoltijo en su estómago y las inmensas ganas de abrazarle, de sentirse nuevamente entre los brazos de su hyung como el día anterior e imaginar que todo lo que le abruma hace los mismos estragos en el mayor.

Aquel sentimiento le hace sentir extraño y es razonable para alguien que puede tocar físicamente del que gusta por primera vez en su vida, que puede conquistarlo y no limitarse a soñar con él por ser algún tonto actor de doramas que probablemente jamás conocerá.