Epílogo.

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Mitad de marzo marcaba el comienzo de las clases, la universidad de Seúl no sería la excepción. La facultad de música y composición se situaba en un campus enorme, repleto de áreas verdes y de recreación. No se había informado mucho sobre cuáles eran las otras facultades del campus, pero sin duda lo artístico caracterizaba las instalaciones de todos los edificios.

Chanyeol se ajustó la bufanda y miró hacia el frente, había inspeccionado un poco el lugar sin dar con alguna cara conocida y no le sorprendía. La mayoría de sus compañeros se fueron por carreras más tradicionales y los que tomaron una decisión parecida a la suya quedaron en otras universidades.

Suspiró, no le agradaba la idea de conocer personas nuevas.

El móvil en su bolsillo vibró y con desgana lo sacó, dándose cuenta de la notificación de mensaje.


"¡Que tengas un excelente primer día, hyung!

¿Cuándo saldremos nuevamente? Me gusta mucho pasar tiempo contigo

¡Haz muchos amigos!

Con cariño, Jimin."


Volvió a suspirar, pero por razones muy distintas. Jimin le agotaba, más siendo alguien tan sensible e inocente porque debía pensar muy bien sus palabras antes de soltarlas. El chico se le había declarado el día de su graduación, vergonzosamente inclinándose ante él al pedirle una cita. Apreciaba mucho a Jimin, por lo que aceptó, pero en su salida se dio cuenta de que no le gustaba cómo tenía que ser frente al menor.

No quería romperle el corazón, pero estaba al tanto que con sus acciones sólo le provocaba falsas ilusiones al menor de los Min. ¿Cómo podría hacerle entender que lo quería como amigo? Volvió a guardar el móvil y siguió caminando, pasando por alto a la extraña chica que se le había quedado mirando de pronto.

― ¡Oh, Chanyeol!

El alto pudo reconocer a uno de sus ex compañeros de clase y rápidamente sonrió, dejando de sentirse tan solo una vez este llegó emocionado ante él a expresarle lo mismo que estuvo sintiendo desde que pisó el campus. Ambos decidieron encaminarse hacia el interior de las instalaciones, ajenos a la ahora cabizbaja muchacha que emprendió un camino contrario al de ellos.















La sabana y el cobertor se encontraba hecha un lío al final de la cama, ya que unos pares de pies se encargaron de aquello. El cuerpo de Luhan yacía tumbado sobre el colchón y era cubierto por su pijama de Gudetama mientras un Sehun sin camiseta se encontraba situado sobre él, devorándolo a besos.

Entre las piernas del muchacho se sentía a gusto, al igual que esas manos que se paseaban por todo su pecho juguetonamente, incitándolo a más. Había sido una odisea intentar alejar al juguetón muchacho durante la noche, prometiéndole que si se dormía en la mañana podrían hacer algo antes de que el menor tuviese que ir a su primer día de universidad y así lo hizo Luhan, pareciendo un niño obediente al dormirse temprano entre sus brazos.

Cute and pervert » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora