Un destino. {Demi Lovato, One Direction, Emblem3}

Calla y ámame (Shut Up & Love Me)

Salimos del escenario. Niall aún me sujetaba la mano con fuerza. Los demás cuchicheaban entre ellos. Nosotros seguíamos callados.

-¿¡Qué narices ha pasado ahí arriba?! – soltó Wes de sopetón en cuanto estuvimos fuera. Se acercó a Niall y éste me soltó la mano - ¿¡Por qué has hecho eso?!

-Porque la quiero – dijo Niall mirándole cara a cara, a pocos centímetros de él. Lo dijo serenamente, como si fuera la cosa más normal del mundo.

-¿¡Te das cuenta de lo que acabas de hacer!? – le empezó a gritar Wes.

-Wes tranquilízate – dijo Drew cogiéndole de los hombros.

-¡¡Pero…!!

-Ya basta – dijo rotundamente Drew con voz grabe.

-Estoy con Wes – dijo Harry – no sabes lo que acabas de hacer… Las cámaras seguían grabando, y eso lo pondrán en el programa. Lo que acaba de pasar no surgirá cuando el programa salga en televisión, sino cuando alguien del público o participantes lo explique. Le acabas de hacer algo horrible a Rachel sin que ella tuviera opinión alguna.

-¡Pero ella no me ha rechazado!

-¡No lo digo por eso! – Harry se escandalizó – ¿¡aún no te has enterado lo que es salir o estar con alguno de nosotros cinco?!

Todo había pasado en cuestión de diez segundos. ¿De verdad mi vida iba a cambiar por 10 simples segundos de mi vida?

Niall se giró hacia mí, parecía desconcertado.

-Lo siento Rachel – dijo de repente, se arrodilló – no había pensado en eso, te lo juro – miró el suelo – pero es que tú tampoco has dicho nada.

Seguí callada; Niall me miró.

-Creo – empecé – que deberíamos salir de aquí, necesito ir a casa – la voz me temblaba.

Niall puso una cara triste.

-¿Eso es todo?

-¿Crees que te puedo dar una respuesta ahora? Ya te lo diré más íntimamente. La verdad es que ahora me siento muy bien, pero es un sentimiento muy raro. Necesito estar sola para asimilarlo.

Me despedí de todos, cogí un taxi y me fui para casa.

Me di un baño, cogí unas sales para baños relajantes y las eché al agua.

Me daba miedo entrar a twitter. Sabía lo que pasaría.

Quería a Niall, ¿pero de verdad estaba dispuesta a que mi vida cambiara para siempre? Bueno, mi vida ya estaba cambiada. Niall había sido egoísta, pero yo lo encontré un gesto precioso…  Era amable, era tierno, era Niall Horan. Siempre me había gustado, pero ahora me gustaba de verdad. Conocía a su yo en carne y hueso, y me gustaba muchísimo. Él debía estar ahora a dos velas… No le había dado una respuesta.

¿De veras ese amor valdría la pena como para perder mi intimidad?

“No” pensé. “Mi intimidad ya está perdida, ese beso me ha cambiado la vida y ahora mismo no puedo escoger. Así que, ¿por qué no probarlo con Niall?”.

Decidí llamarlo; así que salí de la bañera, me puse ropa de estar por casa y marqué su número.

-¿Rachel? – solo escuchar su voz me producía escalofríos.

-Hola, Niall – tragué saliva – debo decirte algo, pero prefiero decírtelo en persona.

-Como, ¿quieres que vaya a tu casa?

-Eso estaría genial.

-¿Podría ser ahora mismo? – escuché una risita.

-Sí, sería lo mejor – dije extrañada. De repente escuché el timbre. No podía ser…

Abrí la puerta. Ahí estaba el con un ramo de rosas preciosas.