Un destino. {Demi Lovato, One Direction, Emblem3}

Happiness (Felicidad)

Hubo una gran fiesta en casa aquella noche; vinieron todos, incluso Demi. Bailamos y reímos toda la noche y agradecimos a la vida lo que nos había dado.

-¿Cuál es tu próximo objetivo? – me dijo Keaton.

-Mi próximo objetivo… - bebí un poco de mojito – hacer el mejor anuncio de la historia de los anuncios. Y también hacer que ganéis.

Keaton rió y dijo:

-Lo haremos solo por ti, para que veas. ¿Quieres bailar?

-¡Claro! – reí. Sabía que ganar lo era todo para aquellos tres chicos.

***

El fin de semana pasó como otro cualquiera, yo no estaba triste y nadie se compadecía por mí. Así que poco a poco llegó el lunes. Aquella tarde debía ir con Niall a un estudio y allí grabaríamos la canción que iría de fondo para el anuncio.

Aquella mañana, Niall tenía tanto trabajo que tuvo que ausentarse por unas cuatro horas; así que estuve sola en casa. Ordené, limpié… Pero una cosa seguía en mi mente.

Juan.

¿De verdad había cambiado? Decidí averiguarlo. Sabía que era arriesgar mucho, pero fui hacia la dirección que dejó en aquel papel, un poco arrugado; recordaba su letra torpe e imprecisa.

Estaba delante de aquella casa, íbamos a estar solos. Si aquella vez no sucedía nada, ¿podría darle una segunda oportunidad?

Piqué y oí que alguien avanzaba lentamente hacia la puerta. Me miró con una cara sorprendida al abrir la puerta, y se acercó a mí bruscamente. Me tiré hacia atrás, me iba a hacer daño.

Pero en cambio de eso, me dio un abrazo.

-¡Hola! – me dijo.

-Hola. He venido – se despegó de mi – porque no quiero que vivas en unas condiciones tan pésimas. No es que te quiera dar una nueva oportunidad, espero que entiendas eso, pero quiero que entre nosotros no haya más “me da miedo” o cosas así. Quiero que sea una relación normal. Así que, acepta esto – le tendí todo el dinero que había ganado en The X Factor – consigue un trabajo y haz de ti un hombre de provecho.

Ahora sí, le vi las lágrimas en los ojos.

-Gracias – me dijo – pero no puedo aceptarlo. He empezado a trabajar, y espero ser el hombre de provecho que te gustaría que fuera. Gracias por confiar en mí de nuevo, Rachel. No lo entiendo, y siento mucho todo aquello.

-Vuelve a renacer – le dije, poniéndole una mano en el hombro – y haz tantas cosas buenas como para compensar las malas. Sé que puedes… - cogí aire – te perdono – y le abracé.

Después, me fui dedicándole una pequeña sonrisa, de orgullo. Nunca querría a ese hombre, pero siempre estaría orgullosa de él.

Me quité un gran peso de encima.

***

Aquel mediodía, Niall apareció en mi casa.

-¿Cómo estás? – me preguntó, después de haberme besado.

-Rara – le dije. No sabía cómo decírselo.

-¿Por qué?

-He ido… a ver a mi padre…

-¿Qué?! ¿Te ha hecho algo? –tragó saliva.

-Para nada. Me dijo que había conseguido un trabajo y que trataría de ser un hombre nuevo. Y me ha pedido perdón por primera vez – miré a Niall con lágrimas en los ojos; estaba comportándome como una cría, pero necesitaba la calidez de su pecho, lo necesitaba. El me abrazó y nos quedamos así hasta que nos gruñeron los estómagos.

***

Estábamos en el estudio.

-¿Qué te parece? – me preguntó Niall.

-Solo te diré tres letras. WOW.

El rió un poco y me cogió por la cintura, acercándome a él. Me dirigió y presentó cada sala, hasta que llegamos a la de grabación, allí nos esperaban los demás.

-¿Preparados? – dijo Louis, mientras me daba dos besos, a modo de salutación.

-Eso creo – contesté.

A partir de ahí, me enseñaron la letra, la canción y me la aprendí en cerca de media hora, era una canción de amor preciosa; la cantaríamos todos juntos y querían que mi voz contrastara con las suyas. Y poco a poco, fuimos viendo el resultado de algo maravilloso. Era la mejor canción que nunca había escuchado, a parte de Skyscraper, la canción que de algún modo me animó a seguir adelante.

Salimos del estudio con la canción grabada perfectamente, estábamos todos muy satisfechos.

-Mañana todos aquí para grabar el anuncio – dijo Harry – tú también, guapa.

Todavía me sonrojaba cuando alguno de ellos me hacía un cumplido.

No me creí que al salir, fuera de noche.

-Tanto tiempo hemos pasado ahí dentro… - dije.

-Es hora de cenar – dijo Niall.

-Como siempre, preocupado por la comida, Niall – dijo Zayn riendo.

-¿Qué os parece si vamos a comer todos juntos? – preguntó Liam.

-Eso sería genial – contestó Harry.

-MUY genial –dije, emocionada.

Así que nos dirigimos al restaurante más cercano, era mexicano.

-¡¡TACOS!! –gritó Niall en cuanto le preguntaron qué quería comer.

Pasamos una gran noche, pero aún me esperaban días mejores. La vida me sonreía…