El gran día.

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*NARRA RACHEL*

¿Por qué la última noche que iba a pasar con Niall de novios tenía que pasarla en casa de Demi? Tradición. Vestido de bodas. Todo era por entrar en el altar y que todo el mundo se sorprendiera con la Rachel que iban a ver.

Abrí los ojos. Poco a poco, me levanté, me limpié los dientes. La ceremonia era a las 12 del mediodía. Y eran cerca de las 8, así que tenía tiempo para todo. La peluquera y el maquillador vendrían a las 10, y a las 11:30 debíamos irnos de allí para llegar puntuales a la iglesia.

Así que poco a poco fui haciendo lo que tenía que hacer. Me levanté, me lavé la cara y me cepillé bien los dientes. No podía evitar que las manos me sudaran. 

No paraba de pensar en Niall.

Pensaba que aquellas horas previas al acontecimiento pasarían lentamente. Pero estaba equivocada, tenía tantas cosas que hacer que el tiempo pasaba volando. Llegó la peluquera a casa y acababa de desayunar y volverme a lavar los dientes de nuevo (siempre lo hacía, no pensaba y me limpiaba recién despierta, aunque después me tuviera que volver a limpiar los dientes).

La peluquera ya sabía qué peinado quería, ya lo habíamos ensayado antes; así que en poco rato preparó sus utensilios y se puso manos a la obra. Sus ágiles manos trabajaban rápidamente mi cabello. Mi futuro peinado consistía en gran parte del pelo suelto, pero una pequeña parte del flequillo hacia atrás, recogida con unas pequeñas rosas rojas y blancas que hacían juego con el ramillete. Después, me dejaba unos grandes tirabuzones, que caían sobre mi pecho, casi hasta la cintura. Era sencillo y a la vez precioso. Cuando Kelly (la peluquera) acabó, me pidió que no me mirara hasta el final. 

Después del peinado vino el maquillaje. No era muy cargado porque quería que la gente me recordara la cara, ya que la mayoría de invitados iba a ser gente que no conocía. Allí volvería a ver a los padres de Niall, que conocí en verano, en Irlanda. Allí vería a gente como Justin Bieber, como Selena Gomez, incluso iba a venir Katy Perry.

 El maquillador me dijo que ya podía girarme. Demi me miraba de reojo mientras también la maquillaban a ella, tenía una sonrisa en la cara. ¿Cómo habría quedado? Me dirigí al lavabo y vi a una chica totalmente diferente a la Rachel que solía conocer. Aquella Rachel asustada, que vino a Estados Unidos huyendo de un pasado horrible. Aquella Rachel temorosa de hacer cosas nuevas.

La nueva Rachel, se tendía recta y alta como era en el espejo, con una ligera sonrisa. Moví una ceja, quería asegurarme realmente que era yo.

-Rachel Stocks - dijo Demi, con una máscarilla de un tono verdoso en la cara - eres preciosa - me pasó la mano por el hombro y yo la abracé.

-Gracias, tu más Demi...

-No digas tonterías - me alzó la cabeza - no arruines el maquillaje conmigo. ¿Qué te parece si te pones ya el vestido? Se va haciendo tarde.

Miré el reloj, eran las 11. Corrí hacia la habitación con Demi pisándome los talones, la necesitaba para ponerme el vestido, pero la necesitaba allí para mí también. 

Había visto tantas escenas de bodas en la televisión... y ellas siempre tenían a sus madres cerca. Apoyándolas a cada momento, sujetándolas cuando se caían porque se tropezaban con el vestido. Y, miles de amigas sobándolas de cerca, para hacerse notar.

¿Y yo a quién tenía?

Sonreí. <<A Demi Lovato>> pensé.

-Gracias, Demi.

Ella me miró y entendió porque le decía aquello.

-Aquí para todo - dijo, sonriendo mientras me ponía el segundo zapato - hasta para ir al lavabo... con tanto vestido no se como te lo harás - reímos las dos.

Estaba preparada. Tenía a la gente que necesitaba a mi lado.

***

*NARRA NIALL*

Y ahí estaba ella. Después de una corta pausa (la novia siempre se retrasaba, pero como ella era diferente, llegó pronto) la vi pasar por la puerta. Tenía a Wes cogida de la mano, iba PRECIOSA. Me encamoré más de ella (si eso podía ser posible).

*NARRA RACHEL*

Muchísimos pares de ojos estaba fijos en mí y en Wes. Cogí lo más fuerte que pude a Wes y seguí caminando, con una gran sonrisa y la cabeza alta hacia el altar. Hacia el lugar que me cambiaría la vida.

Cada paso me acercaba al guapísimo Niall en americana, que estaba esperándome. Aún no me lo podia creer. Me esperaba a mí.

Pensé que quizás tropezaría, pero no. Para nada. Estaba segura de que todo iba a salir bien.

Y todo salió bien.

El cura pronunció la famosa frase.

-Sí, quiero - dijo Niall sonriéndome y poniéndome delicadamente el anillo en el dedo correcto.

No pude esperar a que el cura volviera a decir las palabras, así que me adelanté.

-¡Yo también! - cogí el anillo con una ancha sonrisa y se lo puse.

-¡Vaya! Pues yo os declaro... ¡Marido y mujer!

Niall se acercó rápidamente a mí y me besó con fuerza.

-Por siempre, juntos - dijimos a la vez, apoyandonos en nuestras frentes. Sonreímos al ver que lo hicimos a la vez.

Un destino, dos personas.

Una vida juntos.

Un destino. {Demi Lovato, One Direction, Emblem3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora