Secrets and Lies {Completa}

Capítulo 34: Duelos

*No One POV*

Desde que Emma le mostró sus recuerdos a Draco, algo había cambiado entre ellos. Las horas que pasaban juntos en la Sala Multipropósito se habían vuelto incómodas y tediosas. Draco cada vez estaba más preocupado por el éxito del plan. Emma, por su parte, tenía otras cosas de las que preocuparse. Fergus le traía informes inquietantes de su hermano y aún no había podido modificar su memoria.

-¿Qué fue eso?- preguntó la chica al escuchar una balanza rompiéndose al otro lado de la puerta. Draco la miró.

-Le pedí a Crabbe y a Goyle que vigilaran. No te preocupes, están tomando poción multijugos y parecen alumnas de primer año. Cuando alguien está cerca, dejan caer lo que tienen en las manos para advertirnos.

-Eres brillante Draco. ¿Cómo los convenciste?

-Les mostré la Marca- dijo el rubio, encogiéndose de hombros.- No todos tenemos un dragón que se transforma en un Basilisco y con una mordida somete a cualquiera a su voluntad.

Emma resopló. Malfoy todavía no la perdonaba por lo que le había hecho a Pansy. La chica no recordaba nada del encuentro con la pareja. Draco insistió en llevarla a la enfermería y ambos convencieron a la enfermera que la habían encontrado así al llegar a la Sala. La Slytherin dejó la enfermería cinco días después, pero aún miraba con celos y odio a Emma. 

-La muy inútil de Parkinson podría estar ayudándome, pero decidiste que era más importante su bienestar mental- le dijo Potter, aún enojada con lo ocurrido. Pansy podría estar recabando información sobre las nuevas defensas del Castillo, pero en vez de eso estaba pavoneándose por los pasillos.

-No voy a discutir esto de nuevo Emma. ¿Podrías fijarte quien nos espía?

-Bien.

Emma extendió su poder y examinó los pasillos. Le tomó medio segundo reconocer la mente de su hermano. No había señales de los secuaces de su novio.

-Es Harry. Te dije que sospechaba algo.

-¿Puedes borrar su mente desde aquí? ¿O persuadirlo para que se vaya?

La chica negó con la cabeza.

-Es muy peligroso.

Se quedaron en silencio un rato, Emma leía el libro de como reparar el armario y Draco la miraba, pensativo. 

-¿Amor?

Potter levantó la vista y lo miró.

-No importa lo que pase al final, te amo.

La Slytherin esbozó una pequeña sonrisa y se acercó para darle un beso.

Semanas más tarde, mientras estaban comiendo en el Gran Comedor, Draco le dio un pequeño codazo a Emma. Por la puerta, entraba Katie Bell con algunas amigas. El rubio se puso tenso.

-¿Te puedes calmar? No recuerda nada Draco.

-¿Cómo estás tan segura?

Emma puso los ojos en blanco y se levantó, no sin antes unir su mente con la de su novio. Se acercó hasta la mesa de Gryffindor y saludó a la recién llegada.

-¿Cómo estás Katie? ¿Te encuentras mejor?

-Mucho mejor, gracias por preguntar Emma.

-Perdón por preguntar pero, ¿recuerdas quién te dio ese collar?

La chica se quedó pensativa. Harry, Ron y Hermione la miraban, esperando una respuesta que los ayudara a aclarar aquel misterio. Emma la miraba tranquila, sabiendo que ni los mejores hechizos podrían revocar lo que había hecho en la mente de Katie. Sin embargo, podía notar el nerviosismo de Draco.

-La verdad es que no lo recuerdo. Todo el mundo me lo ha preguntado, pero lo único que sé es que entré al baño de Las Tres Escobas y desde ahí todo es negro.

-Es una lástima. Esperaba que nos aclararas esa gran duda. Bueno, gracias por contestar. Debo volver a mi mesa, suerte.

Emma les dedicó una hermosa sonrisa a todos y las sospechas que existieran sobre ella se desvanecieron de las mentes del trío.  

*Emma POV*

-No entiendo. Probamos todo y sigue igual. No va a funcionar. Vamos a morir y...

-Draco, cálmate de una buena vez. No vamos a morir, te dije que no lo voy a permitir. Arreglaremos esto y todo estará bien.

-¿NO LO ENTIENDES? NADA ESTA BIEN.

Era de noche y estábamos en la Sala de Menesteres. El armario se había prendido fuego ante el último intento de arreglarlo, pero ahora estaba inerte ante nosotros; como si se burlara de nuestro fracaso. 

-¿Qué pasa Draco? ¿A qué le tienes tanto miedo?

Todo quedó en silencio. Quise entrar en su mente y ayudarlo, pero no parecía correcto. El rubio se agarraba la cabeza, desesperado y en medio de un ataque de pánico. Me acerqué a él sigilosamente, pero al poner una mano en su hombro para abrazarlo se alejó de mí.

-Tengo miedo... de ti.

Sentí como mis ojos se volvían azules. Dejé caer mi brazo y miré a Draco.

-No...

Las lágrimas aparecieron en mis ojos. Él me tenía miedo. Sentí como mi corazón se rompía un poco tras su confesión. Malfoy salió de la Sala sin mirarme, dejándome sola. Pude sentir a Chowder en mi mente, pero lo alejé. Salí de allí por otra puerta, que me condujo hasta el piso inferior. 

-¿Emma?

Levanté la vista al escuchar mi nombre. Severus me miraba, preocupado.

-¿Estas bien? ¿Dónde está Draco?

-Él... él... Me tiene miedo- dije, sollozando. Snape me abrazó un momento, intentando que me sintiera mejor.

-¡Señorita Potter! 

Me separé del jefe de mi casa y miré a Fergus, que corría hacía mí tan rápido cómo podía.

-Señorita Potter, el amo Malfoy y el amo Potter están teniendo un duelo, señorita.

-¿Un... duelo?

-Sí, señorita. En el baño del siguiente pasillo. ¡Rápido señorita, el amo Malfoy está herido!

Miré a Snape y ambos corrimos hacia el baño. Al entrar sentí como mi corazón se rompía completamente y me agarré del marco de una puerta para no caer. En medio del baño, cubierto de agua y sangre, se encontraba Draco.

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Espero que les guste, gracias por leer :)