Marko dio dos pasos hacia atrás, colocando una expresión de estupefacción total mientras se llevaba ambas manos a la boca abierta. El dolor se apoderó una vez más de su mirada.
—No puedo creerlo —jadeó, con la humedad incipiente de sus ojos oculta tras el resplandor púrpura en los mismos—. Tu forma anterior... Su madre... Murió salvándola... ¡Por Dios, Alessandra! —gritó ahogadamente antes de terminar de cubrir su rostro con sus manos.
—La ha salvado una segunda vez, el alma de Cristine finalmente ha cesado su vínculo con este mundo, pero su energía ahora forma parte de Alessandra. Ya su forma no me pertenece, por eso ahora luzco igual a mi protegida.
Marko volvió a acercarse a ella, con ojos que por sí solos parecían sollozar a gritos. Con suavidad surcó el cabello de Alessa con ambas manos y depositó un tierno beso en la frente de ella.
—Nunca podré darle gracias por tanto —susurró antes de mirar nuevamente hacia los ojos anaranjados—. No se lo hubiese merecido, Pyrea, el morir de esa forma tras tanto sufrimiento. Esto es una bendición, venga de quien venga, no puedo estar más feliz de que ella esté aquí —concluyó, evocando toda la emoción que sentía en cada sílaba que pronunciaba, una que se esfumó en cuanto recordó un detalle muy importante, nada menos que la causa de la colosal explosión—. Espera un momento... ¿Dónde está Annelien?
Entonces, ella lo miró fijamente, con un repentino e inquietante brillo en sus ojos al escuchar esa pregunta, dejando en evidencia que había estado esperando a que él la hiciera.
—De hecho, es esa la razón por la que todavía seguimos aquí...
Podía sentirlo de nuevo. Sí, ella sabía perfectamente de qué se trataba. Una sensación inconfundible, pues se resumía en ninguna sensación. ¿Cómo no recordar lo que era encontrarse en medio de la nada?
Quizás por ser la segunda vez que esto ocurría, existía en ella menor confusión pero muchísimo mayor miedo, uno que tomaba el control de toda ella, disparando un revoltijo de falsas percepciones, todas ellas auto inducidas pues sabía muy bien que no había suelo, luz ni sonido a su alrededor.
Tal como haría una niña despertando de una pesadilla en mitad de la madrugada, imbuida de la idea absurda de utilizar sus sábanas como escudo ante el terror inimaginable que podría estar acechándola desde las tinieblas, de esa misma forma ella se negaba a abrir sus párpados, se negaba a que sus ojos se encontrasen con exactamente lo mismo que veían mientras permanecían cerrados: un negro absoluto, un vacío abismal, y muy probablemente, algo letal y aterrador que una vez más se encontraría ahora mirándola desde la oscuridad.
No quería recordar nada, deseaba con desesperación apagar su mente, que fuese tan negra como su campo visual, pero a diferencia de los movimientos de su cuerpo, sus pensamientos se encontraban en descontrol total. No podía evitar que las espeluznantes imágenes desbordasen su mente, no había forma de dejar de ver una y otra vez las luces de color verde esmeralda provenientes de ojos carentes de voluntad, ojos de un Richard que la acorralaba contra la puerta de su vivienda, ojos de una Alessandra que iba tras ella en aquel laberinto, ella misma atacando a Marko sin poder controlarse, profiriendo cosas horribles al hablar, hasta que la mano de Marko se colocase sobre su frente y la dejase inconsciente; sus recuerdos no avanzaban más allá de ese punto.
Sin embargo, tan pronto hubo recapitulado todo, sintió una extraña calma, un alivio repentino acompañado de una misteriosa calidez en su interior. Era cierto, si Marko y Alessandra habían combatido contra ella y habían vencido, ella debía de estar muerta, pero no, ella estaba consciente, podía controlar nuevamente sus propios movimientos. Sí, ella era libre, apenas en ese momento acababa de darse cuenta. En todo caso, por alguna razón había vuelto al sombrío lugar donde vio aquella luz verde por primera vez, lo cual le impedía tranquilizarse por completo, sin saber siquiera cómo saldría de ahí. Entonces la incertidumbre le hizo convencerse de abrir sus párpados, y donde esperaba encontrar más oscuridad, lo que vio a continuación fue completamente distinto, sobresaltándola por completo.
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Corpus Spectrum
Science FictionHISTORIA GANADORA DE LOS PREMIOS WATTYS 2016, EN LA CATEGORÍA "NARRATIVA VISUAL". En el año 2033, un experimento fallido abrió las puertas hacia una dimensión desconocida, dando entrada a una amenaza que ahora acecha desde las sombras. Dos años desp...